Llevamos meses investigando la nueva vida de Raquel Bollo y lo que hemos descubierto no le va a gustar nada: ni cortijo, ni terrateniente, ni vida de lujos. Según ha contado Gustavo González, Raquel tendría embargado su piso de Camas (Sevilla), un local comercial, su casa en Espartinas, sus cuentas bancarias y sus coches los tendría puestos a nombre de su hijo.