Varios trabajadores de la finca del nuevo novio de Raquel Bollo dibujan un perfil de la excolaboradora de ’Sálvame’ que desconocíamos. La definen como “prepotente” y aseguran que ha llegado al cortijo como un elefante en una cacharrería. Sin embargo, ella lo ha negado todo: “Son ganas de hacer daño de parte de quien venga. No tengo nada que decir, es ridículo”.