Los invitados de la boda de Rafa Nadal han vuelto al hotel muy contentos. Feliciano ha salido del coche con la camisa completamente desabrochada y no ha querido responder a nuestras preguntas. Los presentes, algunos descamisados y con los zapatos en la mano, aseguran que ha sido una boda bonita y que se lo han pasado estupendamente: “Ha sido una pasada”.