El ataúd salía del Congreso de los Diputados a a hombros de los agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional, de un lugar en el que tanto luchó Alfredo Pérez Rubalcaba durante 21 años como diputado. Tras el féretro, salía Pilar Goya, viuda del fallecido, junto a la inseparable compañía del presidente Pedro Sánchez.
El ataúd llegó hasta el coche de la funeraria y nació, entre el silencio, un atronador aplauso de despedida y reconocimiento de los ciudadanos presentes que emocionó a todos los que se encontraban a los pies del Congreso. Muchos no pudieron contener las lágrimas y Pedro Sánchez, junto a Ana Pastor, tuvo que mantener el tipo ante Pilar.
El momento más duro ha sido cuando el coche de la funeraria, aún con los aplausos de fondo, se marchaba del Congreso de los Diputados. En ese momento, Pilar Goya se ha derrumbado y el presidente la abrazado para calmar su dolor. Pedro, finalmente, no pudo evitar quitarse las lágrimas de la cara.