Todo ocurrió en la noche madrileña cuando Sofía intentó subir a la zona vip de una conocida discoteca de la capital en la que se encontraban un grupo de futbolistas. Uno de ellos, sin pensárselo dos veces, llamó a un miembro del equipo de seguridad para pedirle que la expulsaran de allí sin ni siquiera dejarla hablar.