El pasado 16 de diciembre fue la última vez que Maite Galdeano vio a Remí, su novio científico. Ese día la inquilina del pisito no tenía ni idea de quién iba a ir a visitarla y cuando vio que era su chico, se volvió loca. Tres semanas después ha vuelto a pasar, Maite tenía una enorme caja con corazones plantada en su salón, muy curiosa se ha acercado (se movía), y cuando la ha levantado se ha encontrado con su chico.
El entusiasmo se ha apoderado de la pareja al volverse a ver, y han empezado a abrazarse y a besarse como si no hubiera una mañana... Ninguno de los dos se ha querido despegar del otro mientras Maite no paraba de susurrarle "ay mon amour", estaba pletórica, "estoy como en un sueño", ha asegurado.
Después le ha mirado y le ha tocado el cuerpo de Remí y se ha dado cuenta de un pequeño detalle: "¿Estás más delgado?", le ha dicho, "¿qué has hecho? ¿Has sido fiel?", le ha preguntado, y le ha pedido que le jurase que no había hecho nada con otra persona en su ausencia.