Estreno de ´'Los crímenes de Oxford'

VANESSA MARTÍN 18/01/2008 13:32

La película más internacional del año tiñó el Palacio de la Música de Madrid de rojo. Rojos eran los créditos de la cinta, la hollywoodiense alfombra y rojo sangre eran los labios y el vestido de una delgadísima Leonor Watling.

A las 21:30 de la noche comenzaron a llegar los primeros rostros populares. El primero en pisar la alfombra roja fue Eduardo Casanova, Fidel en Aída, que llegó subido a unos taconazos y llevaba un maquillaje digno del 'Moulin Rouge'.

Jorge Drexler , el novio de la protagonista, no quiso perderse el estreno y posó ante los cámaras con Bebe. Pudimos ver también a una impresionante Miriam Díaz Aroca, Alaska y su marido, el líder de 'Las nancys rubias', Aitana Sánchez Gijón, Guillermo Toledo, Pedro Almodovar, que no se despojó de sus gafas de sol hasta que no entró en la sala, Alex Angulo y parte del elenco de 'La que se avecina' (Macarena Gómez, Vanessa Romero, Gemma Cuervo).

Y llegó el gran momento. Hicieron su aparición el director y los protagonistas. Elegantes, dispuestos, sonrientes y muy felices hicieron su entrada en el Palacio de la Música para deleite de los presentes. Y para sorpresa de muchos, el aguerrido vasco, es mucho más pequeño en persona.

Leonor Watling, el oscuro objeto de deseo de la película, hizo honor a su papel y se convirtió en el fruto prohibido de la noche al llegar enfundada en un impresionante vestido rojo de generoso escote y subida a diez centímetros de tacón y luciendo una figura mucho más esbelta que en la película.

John Hurt y, sobre todo, Eliajh Wood se llevaron los mayores vítores del público. Las jóvenes que se encontraban a las puertas del cine no paraban de gritar ¡guapo, guapo!, al pequeño elfo, que provocó la histeria entre las adolescentes y para el que Alex de la Iglesia ha inventado la virilidad del colegial.

El actor americano se mostraba encantado con la película y el director. No es nada nuevo porque él mismo ha asegurado que cuando conoció a Alex de la Iglesia tuvo la sensación de conocerlo desde hace mucho tiempo. En palabras del propio actor "al despedirnos supe que sería imposible decirle que no. Durante el rodaje me sorprendieron su creatividad y la fe que tiene en los actores".

Igual de sonriente llegó John Hurt, un experimentado actor inglés que en varias entrevistas no ha dudado en destacar la pasión de Alex de la Iglesia. Según el propio Hurt, "lo que más destaco de Alex, además de su pasión y su fuerza, es la falta absoluta de miedo ante la inteligencia del público. Su cine, y más concretamente esta película incita al espectador a pensar."

Los protagonistas de la noche se dirigieron a las salas para hacer una breve presentación al público asistente. El autor del libro, Guillermo Martínez aseguró que "es uno de los días más felices de mi vida". Alex de la Iglesia presentó al reparto de la película y John Hurt tomó la palabra: "estoy encantado de estar aquí y estoy encantado de que vosotros estéis aquí". "Yo también", repondió el niño tímido con ojos de marciano que es Elijah Wood, que se convierte en la gran pantalla en un conquistador implacable.

Y llegó el momento por el que estaban todos allí. Comenzó la proyección. La suerte ya estaba echada. Las afiladas plumas de los críticos ya estaban preparadas y no había marcha atrás. Las cartas están sobre la mesa y crítica y público decidirán el futuro de la película.