Una pareja de Sot de Chera recuerda cómo vivió la DANA en su casa: "Reventó el tabique, perdimos todo"

Una pareja de Sot de Chera recuerda cómo vivió la DANA en su casa: "Reventó el tabique, perdimos todo"
El duro testimonio de Francisco y Clara, cuya casa quedó destrozada tras la DANA'Volando voy, volando vengo'
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Tras sobrevolar Sot de Chera para valorar la gravedad del desastre que causó la DANA, Jesús Calleja pasea por el pueblo para conocer más de cerca a su gente. Es en un mercadillo donde coincide con Francisco y su mujer, a quienes les regala una 'delicada' lencería con tal de que, más tarde le acompañen a una terraza a tomar un café y conocer más en profundidad su historia.

Clara y su marido, un constructor que ayudará a Jesús Calleja en este difícil desafío propuesto por 'Volando voy, volando vengo' de restaurar el pueblo, son un matrimonio cuyo hogar es una planta baja de Sot de Chera situada justo debajo de un barranco y que vivió una auténtica pesadilla aquel tormentoso día de octubre de 2024.

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El duro testimonio de una pareja de Sot de Chera

Con imágenes que representan su duro testimonio, Clara narra cómo empezó todo de madrugada cuando de repente empezó a escuchar "ruidos como si fueran piedras en la pared". Al asomarse al cuarto de baño, ese sonido se pronunció vertiginosamente, hasta que en un momento oyó a su marido llamándoles desde fuera de casa: "¡Clara, las tres fuera de casa que baja el barranco!".

La sotera llevó a sus tres hijas hasta la casa de su suegra para posteriormente volver a ayudar a Francisco a achicar el agua. "Al principio era agua normal, luego fue agua con barro, más cantidad y más fuerte", señala. Sin embargo, su gran miedo llegó al escuchar mucho ruido proveniente de la pared. "Mi suegro dijo: 'Nos tenemos que ir de aquí porque si esto sigue así, la pared va a reventar'", recuerda. Y así fue: "Reventó el tabique y salimos corriendo".

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Ese día perdieron la casa y "todo" pues no solo el agua llegó hasta arriba inundando todos los rincones. "Yo tenía la montaña dentro de mi casa. 1,87 metros de montaña, barro y piedras", afirma.

El emotivo gesto de un grupo de alpinistas con la pareja

No solo se volcó el pueblo con su caso, también lo hicieron entre 20 y 25 personas del Club de Escalada de Chulilla. "Al día siguiente a las nueve de la mañana los tenía en la puerta de mi casa. Llegaron ellos antes que yo. Iba por la calle y yo decía 'Cuánta gente hay en la puerta de mi casa'".

Al ver lo sucedido y cómo la gente se prestó a ayudar sin ni si quiera conocerse, Clara no pudo evitar derrumbarse. "Estuvieron tres días desde las nueve hasta las seis ayudándome a quitar escombros", asegura. Esta humanidad la demostró tanto los habitantes de Sot de Chera como todos los voluntarios que llegaron para prestar su ayuda. "No había visto el pueblo tan unido nunca", confiesa Francisco.