Análisis del Gales - Suiza: Gareth Bale, ni está ni se le espera

  • El jugador del Real Madrid no disparó entre los tres palos

  • Solo acertó en un 57% de los pases que intentó

  • El Gales-Suiza acabó 1-1

Es difícil descifrar el juego de Gareth Bale cuando juega con su selección. Es el faro de Gales y, como tal, está en cualquier sitio y en ninguno al mismo tiempo. Es cierto que le costó coger ritmo y estuvo desaparecido durante gran parte del partido, pero es una obviedad que inspira un tremendo respeto entre sus compañeros. Frente a Suiza le buscaron continuamente comprando boletos para que apareciese su calidad diferencial… aunque no hubo suerte.

Los números del ‘Expreso de Gales’ en la primera mitad fueron paupérrimos. No tuvo la incidencia en el juego que se espera de un hombre con su estatus y apenas creó peligro. Los números, como el algodón, no engañan: 0 disparos a puerta, 0 asistencias, 0 faltas provocadas, solo un 57 % de precisión en el pase… Demoledor.

En defensa del jugador del Real Madrid hay que decir que no fue solo cosa suya. Suiza empezó renqueante, pero acabó dominando con claridad. Se marchó a la caseta con una posesión del 68% y habiendo disparado a portería en seis ocasiones por dos de los dragones. Y es que Gales, a pesar de haber tenido una oportunidad clarísima que desbarató Sommer con un paradón, no conseguía carburar.

Con los datos en la mano y tras el pitido final una cosa quedó clara: el punto es un premio más que bueno para los de Ryan Giggs. 18 disparos realizó Suiza por nueve de sus rivales y, de ellos, cuatro y dos fueron a puerta respectivamente.

El balón parado como arma clave

Muchas fueron las intentonas de Suiza de llegar en jugada, pero el gol llegó a balón parado, exactamente igual que el de Gales. Cuatro córners habían votado los dragones por ocho de los rossocratti cuando llegaron los tantos de Embolo y Moore, demostrando la importancia de la estrategia en este arranque de la Euro 2020.

Con el empate, Gales se fue hacia arriba en busca de la victoria y, en ese arranque, Bale empezó a dejar detalles. Una buena jugada por banda, un gran taconazo para lanzar la contra de los suyos, su primer disparo… al menos hizo acto de presencia.

Bale fue un espectro durante todo el partido. Una sombra de aquel jugador que fue clave en el mejor Real Madrid de la historia. El capitán de los dragones acabó con un solo chut que ni siquiera fue a puerta… y con un ridículo 58% de acierto en pases. El gales no está… la duda es si alguien le espera.

Italia se confirma como la favorita

Si hay algo que ha quedado claro después de la primera jornada del Grupo A es que Italia es la gran favorita. Mucho tienen que cambiar las cosas para que la azzurra no quede primera de grupo y, si Gareth Bale no despierta, Gales lo puede tener muy crudo para pelear por la clasificación para octavos.