Para alcanzar el éxito y llegar a pisar la alfombra roja de los Oscar hay que tener una serie de cualidades de las que Javier Gutiérrez siempre ha ido sobrado. El protagonista de la comedia de Javier Fesser, 'Campeones' que encarna un papel de entrenador de baloncesto para un equipo de jugadores con discapacidad intelectual siempre fue un líder nato tal como demostró hace 12 años en 'Los Serrano'.
El recordado José Luis (hermano de Lourditas) llegó de casualidad y al final se marcó 69 capítulos al lado de los protagonistas. Las claves que hicieron tan fuerte a este personaje y que le convirtieron en cabeza de serie del grupo eran completamente de manual. Y es que manejar con diplomacia a Santi, intentar seducir a Eva González o decirle cuatro verdades a Fiti y que este se enterase eran verdaderas muestras de ser un líder indiscutible:
No tenía enemigo pequeño
Aunque 'Josico' era de talle pequeño no tenía ningún miedo a medirse con gente más grande. La confianza en sí mismo no la ganó con su equipo de baloncesto en 'Campeones' sino fue a base de calabazas en el papel que interpretó en 'Los Serrano'. Nos dejó una imagen que de valiente pasó a temeraria cuando intentó seducir a Eva González a base de su recurrente "chatunga".
El perfecto negociante/liante
José Luis llegó ya a la taberna de la familia Serrano pidiendo dinero sin que se notase. El cuñado de Santi tenía maña para dar pena y para prometer un reingreso que al final nunca llegaba. A cambio de eso era capaz de inventarse grandes historias y era todo un genio de las triquiñuelas. Josico sabía buscar negocios hasta debajo de las piedras y con el ánimo que le ponía a cada empresa parecía que la vida le fuera en ello. Un entusiasmo que al igual que en 'Campeones' contagió al resto del elenco, aunque en el caso de 'Los Serrano' sus iniciativas inevitablemente terminasen en tragedia.
Lo daba todo por los suyos hasta el final
Como buen líder de grupo, José Luis no solo se quedaba en palabras era también un hombre de acción. Si la situación lo requería, iba mucho más allá del oportuno discurso motivacional. Este podía acompañar la oratoria con un desnudo integral para resultar mucho más convincente y fue así como descubrimos las vergüenzas de Javier Gutiérrez . Desde su culo hasta el resto de intimidades...
Un embaucador que también sabía consolar
La mejor cualidad para convertirse en líder, Javier Gutiérrez la demostró con creces en 'Los Serrano'. El actor siempre tenía a punto un plan para la acción, un negocio en el que meter mano o simplemente se convertía en manager de cualquier incauto. Sin embargo, además de esa faceta de timador profesional con labia también había un corazoncito que se enternecía ante las desgracias ajenas. El chiquitín era un gran apoyo para los suyos cuando le necesitaban y no dudaba en ser el mejor paño de lágrimas.
Estaba claro que todas aquellas lecciones aprendidas y puestas en práctica en 'Los Serrano' serían determinantes para su futuro. Las características de aquel personaje no pasarían desapercibidas para el séptimo arte y Javier Gutiérrez pasaría de ser Josico el pequeñín, máxima representación del cuñadismo, a un entrenador con valores de lo más grande.