La Toñi Moreno (con tacones) de hace 20 años en Telecinco era…¡Isabel Preysler!
La musa de Mario Vargas Llosa no ha nacido para presentadora: estática como una figura románica y menos comunicativa que un prospecto médico, pocas veces se ha visto un programa conducido con menos salero. Sin embargo, como si de una película de Ed Wood se tratara, las carencias de Isabel y lo aburrido de su escaleta engrandecen el mito. ¡Parecía una parodia! “No soy nada natural ante las cámaras, no lo puedo remediar”, reconocía la diva del alicatado pocas semanas después de su debut.
El visionado del programa haría sangrar las retinas de Pablo Iglesias por su elitismo: Isabel ejercía de anfitriona en un lujoso saloncito donde realizaba entrevistas sobre cómo besar en la mano a una señora casada o explicaba cómo poner adecuadamente las flores en un jarrón. ¡Un carrusel de diversión!
Para perpetrar tan animada fantasía catódica la entonces señora de Boyer se rodeó de un plantel de colaboradores del que poco o nada se supo tras su paso por el programa Luz Feduchi (decoración), Cayetano Carral (shopping), María Rosa Marchesi (protocolo)… Tan solo el naturista japonés Yoshio obtuvo cierta relevancia con sus consejos de belleza y protagonizó varias campañas publicitarias tras su paso por ‘Hoy en Casa’.
A pesar de que en su momento algunos consideraron que las audiencias de ‘Hoy en casa’ no fueron satisfactorias, muchos programas matarían por sus datos: se estrenó con un 15 por ciento de cuota de pantalla y sus seis entregas se mantuvieron en torno al 12 por ciento de media. ¡Pues ni tan mal, Maribel!