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Llegó a nuestras vidas en traje de neopreno y tardó poco en convertirse en la sirena de ‘Mujeres y hombres y viceversa’. Tuvo dos fracasos como pretendienta y buscó una nueva oportunidad en el trono el 30 de julio de 2009. Han pasado once años desde que Jenny Ortiz se puso la corona y le juró lealtad al programa que le vio nacer televisivamente. ¡Así fueron sus primeros minutos de reinado!
Jenny no era nueva el día que se sentó en el trono de ‘MyH’. Había sido pretendienta de Javi ‘El Torero’ y se había enfrentado a su amiga Silvia Sicilia por el corazón de Manuel Restitutoen uno de los tronos más míticos que se recuerdan. No había tenido mucha suerte en el amor, pero el programa de Emma García le dio una segunda oportunidad para acabar con su mala racha.
Eso sí, para poder ocupar la codiciada silla, la tronista tuvo que hacer un juramento en el que rechazaba cometer los mismos errores y con el que se comprometía a ser consecuente con sus actos. Empezó así su trono, una aventura llena de momentos de lo más divertidos y algunos de lo más románticos.
Fueron muchos los que se alegraron con la llegada de Jenny al trono. Pipi y Miriam, que por aquel entonces ejercían como asesores del amor, estaban encantados con el debut de la sirenita en el dating show. Por el contrario, Blanca Tinoco, su compañera en el trono, aseguraba no tener la “chispa que tienes que tener con una amistad”. Jenny no empezó con buen pie ni con ella, ni con uno de sus pretendientes, al que le plantó cara desde el minuto uno.
Necesitaba pretendientes y, haciendo gala la personalidad proactiva que le caracterizaba, salió micrófono en mano a las calles más céntricas de Madrid a buscar a un hombre que conquistara su corazón. Hay que decir que le cundió poco la mañana y solo consiguió con un chico que andaba por la calle se decidiera a ir al programa.
Él no fue el único pretendiente que recibió Jenny aquella mañana. Luismi y Dani, dos guapísimos jóvenes, se atrevieron a dar el paso de conquistarla. Pero no se quedó ahí la cosa. Toño, que pasaba por allí, se armó de valor y pidió una silla en el bando de pretendientes de Jenny. Ella, que no quería jugársela, prefirió ir con pies de plomo y darle primero una cita.
Empezó así un trono que duró cinco meses y que terminó poco antes de las navidades de 2009.