Loly Álvarez, una vida marcada por el drama: las 5 veces que sufrió antes de su divorcio

  • De su accidente contra la Cibeles, a su soledad en el palafito de 'Supervivientes'

Loly Álvarez está atravesando uno de los momentos más complicados de su vida tras su reciente separación de Ronny. Pero en ‘Unplugged’ queremos recordarte que la polifacética artista ya tiene callo en cuanto a dramas se refiere y que en Telecinco protagonizó los más sonados.

Empotrada contra la Cibeles

En el año 2001, Loly fue una auténtica superviviente tras sufrir un accidente en pleno centro de Madrid. La cantante viajaba en un coche junto a Arlequín y Montse Páez y el trío terminó estampando el vehículo contra la emblemática fuente de Cibeles.

Cuando le robaron a sus perros

Derrumbada como nunca, Loly aprovechó los micrófonos de ‘Crónicas Marcianas’ en 2002 para confesar que le habían robado a sus dos perros y suplicar que se los devolvieran. No estaba sola, en aquel duro momento contó con el apoyo de su marido, Ronny y su gran amigo Tony Genil.

La "mentira" que empañó su boda

Ahora Loly y Ronny no atraviesan su mejor momento, pero en 2002 todo era idílico y la pareja aprovechaba la época estival para darse el ‘Sí, quiero’ en una romántica boda. Sin embargo, aquel dulce compromiso se vio empañado por una polémica que Arlequín y La Momia sacaron a la luz.

Su gran crisis con Ronny en 2009

Loly acudió a ‘Sálvame’ en 2009 para hablar de la mala situación que atravesaba con Ronny. Llevaba ocho años casada con él, había tenido cuatro abortos y su sueño era tener una familia, pero él no la apoyaba en su deseo de adoptar un bebé. Aquel choque vital les hizo que decidieran tomarse un tiempo.

Sola y derrumbada en el palafito

En la edición de ‘Supervivientes 2019’, Loly hizo historia de la televisión cuando se convirtió en la primera pirata olvidada del concurso y se enteró de que tenía que vivir durante una semana sola y aislada del resto de sus compañeros. A lágrima viva, no dudó en mandar al “infierno” al presentador y recriminarle que pensaba que ella ya se volvía a casa. ¡Magia pura!