De 'El Soldadito Español' a reina de los platós: 7 razones para no olvidar a Marujita Díaz

telecinco.es 23/06/2018 13:05

1. Sus idilios amorosos con los montajes

La capacidad para inventar historias era algo innato en Marujita Díaz. Enamorada del dinero y del amor no dudó en regalarnos algunos famosos montajes con el cubano Dinio y el guardaespaldas real Daniel Ducruet entre otros. Lo curioso de todo era que de sus propios guiones ella misma luego terminaba confundida. Un síntoma inequívoco de lo que podía suceder, si se pasaba mucho tiempo con Dinio.

El cubano y ella pasearon 'su amor' por los platós y en el año 2000 en 'Crónicas Marcianas' casi un despiste destapó todo el lío para luego confirmarlo a los años en 'Sálvame' el polígrafo de Conchita. Al final con naturalidad y gracia la folclórica más pícara reconoció su 'mentirijilla', pero todos hicimos un poco oídos sordos porque en resumidas cuentas aquella extraña pareja nos divertía.

2. Sus complementos: De "La charcutería fina" a la nariz de payaso

Acompañando siempre a Marujita Díaz iban sus joyas de la corona o lo que ella misma llamaba la "charcutería fina". La Pelusa tenía un auténtico tesoro en joyas y lo mismo combinaba impresionantes esmeraldas y brillantes con su nariz de payaso para aquellas visitas de más glamour a los programas. Algo que nos resulta sencillamente único.

3. Políglota ejemplar

Si Marujita tenía algo que decir a la audiencia, no había nada que lo impidiera. Ni siquiera el idioma. Ella se atrevía con todo y por petición popular chapurreaba el 'spanglish' con cierta soltura o en 'Sálvame' con sus lecciones más avanzadas, lanzó de corrido un mensaje a Ángela Merkel: ¡en alemán!. Nadie podía poner en duda que Marujita Díaz era todo un ejemplo en aquello del reciclaje profesional.

4. La reina de las acrobacias con los ojos

Otra cualidad de la que podía presumir Maruja era de tener una habilidad fuera de lo común con sus ojos. Sabía mover las pupilas en círculos y a la velocidad de la luz. Todo un don que muchos valientes intentaron imitar, pero sus gracias quedaron en un simple intento frustrado de lo que se llamó 'hacer un marujita con los ojos'. Ella era la ÚNICA elegida para tan gran poder.

5. El misterio de su edad

Un secreto que no lograron nunca sacarle a la folclórica era la edad que iba cumpliendo. Marujita sopló muchas velas en las tartas, ¡ella decía en broma que ya iba por los 101 años! Y ante tal misterio que ni Iker Jiménez se atrevió a resolver, los miembros de 'Sálvame' en un aniversario le dejaron todos los números en forma de velas para hacer de su edad un juego bien entretenido con todas las posibles combinaciones. ¡Con aquella tarta se podía jugar una partida de bingo!

6. Lució con orgullo unas uñas legendarias

De la misma forma en la que se tomaba todo, Marujita Díaz con mucho humor convirtió en todo un icono sus uñas de los pies. La cupletista se descalzó en repetidas ocasiones sin ningún tipo de pudor para exhibir unas garras que lo suyo le habían costado. Ella decía que eran "calidad de primera" y eso al final le tocó comprobarlo a Kiko Hernández. ¡El colaborador terminó besando aquel fenómeno humano!

7. No tenía pelos en la lengua... ni "en el kiwi"

Con Marujita Díaz nadie podía. Ella dejó ver que entre las folclóricas no todo era de color rosa y tuvo su particular cruzada con Sara Montiel. Ambas protagonizaron un guion (algo pactado) para enzarzarse en una guerra abierta que tuvo lugar en diferentes platós. Marujita reprochó muy digna a la 'Saritísima' su montaje con el cubano (de eso ella entendía un rato) y el no haber sido invitada a aquella boda. En ese duelo las divas sacaron sus uñas y ya se sabía que en eso con Marujita Díaz no se podía competir... Sin pelos en la lengua "ni en el kiwi" tal como reveló, nos dejó un culebrón que duró varias temporadas.

Y además de por todo lo dicho anteriormente, Marujita Díaz sabía alegrarnos en pantalla: por su risa que imitaba a la del 'Pájaro Loco', su carácter y talento como artista, por saber reírse como nadie de si misma y por ser sin lugar a dudas una GRANDE DE ESPAÑA. Por todo ello siempre serás recordada, Pelusa.