Los factores que pueden dañar tu salud capilar hoy día son muchos, una mala alimentación, contaminación, falta de descanso, alteraciones hormonales, estrés… Un cabello sano, sedoso y vivo requiere un gran esfuerzo y cuidado.
El cuidado del cuero cabelludo es fundamental para lograr un cabello sano. Este debe tener un tono rosado para asegurar que la correcta circulación sanguínea que permita la oxigenación del cabello. Si no se cuida como es debido, se descompensa y empiezan a aparecer dermatitis, exceso de sebo, caspa o psoriasis.
Revisar nuestro cabello en busca de alteraciones, daños o para detectar problemas de forma prematura es fundamental para asegurarnos evitar cualquier tipo de perjuicios futuros. Palpa suavemente la superficie con la yema de los dedos en movimientos circulares para buscar cualquier tipo de alteraciones, piel seca, rasposa, bultos o relieves. Recuerda que el cuero cabelludo debe poder moverse sobre el cráneo sin ningún tipo de dolor.
Dentro de los problemas más comunes que pueden darse en el cuero cabelludo encontramos el problema de la caspa. Esta es una afección de la piel que aumenta el desprendimiento de las células del cuero cabelludo dejando descamaciones. Tiene una solución tan sencilla como la de usar un champú anti-caspa cuatro veces por semana.
De igual manera que podríamos encontrar un problema en el exceso de grasas en el cuero cabelludo, la escasez de la misma también puede convertirse en un problema. El pelo necesita esta grasa para mantenerse hidratado y no estropearse. Otros factores que pueden contribuir a la debilitación de tu cabello son los excesos de químicos, como tintes, productos de alisados… Además de los abusos y excesos a la hora de arreglarnos el pelo como coletas, moños, secadores o planchas pueden estresarlo mucho llegando a hacerlo sufrir y debilitarse.
Para recuperar la salud capilar es necesario tomárselo con calma, te traemos ciertos consejos que funcionan para devolverle su calidad:
El cabello, al igual que todas las partes del cuerpo humano, está sometido a cambios a lo largo del proceso de envejecimiento. Su morfología y condición es diferente según la fase en la que nos encontremos:
Una pregunta muy común entre todos es: ¿Por qué aparecen las canas? El principal motivo para ello es la genética, pero podemos encontrar otros factores que facilitan su aparición, como podrían ser una mala alimentación, estrés o una debilitación del sistema inmunológico.
Lo que no mucha gente conoce es que muchas canas son reversibles. Las canas se separan en dos tipos: huecas y sólidas. La cana sólida, por su parte, es producida por la inhibición de la enzima de la catalasa, encargada de recoger desechos como el peróxido de hidrógeno que, si se queda en las células capilares, decolora el cabello desde su nacimiento. Y es esta última que podremos revertir.
Uno de los procesos más temidos en el cabello por hombres y mujeres es la alopecia. Conocerla es fundamental para poder combatirla. Podemos diferenciar tres tipos de alopecia
Cada vez es más común intervenir la alopecia con procedimientos de trasplante capilar. Este proceso consiste en extirpar folículos de las zonas donantes para integrarlos en la zona receptora. Este proceso tiene una recuperación lenta pues se estima que el pelo tarda en crecer hasta adquirir su aspecto deseado seis meses o más, pero los resultados suelen ser de lo más satisfactorios.
Es común que entre los efectos secundarios de haber padecido la enfermedad se encuentre la caída del cabello. Pero por suerte este proceso es reversible, lo único que es necesario realizar el tratamiento adecuado para recuperar el pelo perdido. Aunque es alarmante, lo cierto es que tiene un buen pronóstico y el pelo se regenerará de forma natural.
La alimentación es un factor de suma importancia para mantener un pelo fuerte y sano. Un déficit alimenticio o niveles inadecuados de vitaminas se traducen en un cabello débil, frágil, quebradizo, Por lo que es fundamental llevar una dieta equilibrada y saludable. Un ejemplo de alimentos que actúan de forma beneficiosa para nuestro cuero cabelludo son el salmón y atún, acelgas y espinacas, lácteos bajos en grasa, cítricos, huevos y frutos secos.