Sergio Garrido ha perseguido a Nadal hasta hacerle unas fotografías en bañador, como él quería. Unas imágenes que han sido bien pagadas, con miles de euros. Sin embargo, el tenista se ha cogido un gran enfado con el paparazzi desde la barca aunque, después de pedirle perdón en alta mar, el deportista se ha marchado sin generar más problema.