David tiene 19 años y nació con una malformación en su brazo derecho. Pero eso nunca le ha impedido ser independiente. Encontró su gran pasión en las piezas de LEGO y con solo nueve años se construyó una prótesis para el brazo. Desde entonces no ha cesado en su empeño y ahora lleva la tercera prótesis: “Los sueños se pueden cumplir por un mínimo porcentaje que haya de éxito… La discapacidad nos la ponemos nosotros en la cabeza”.