Larissa necesita pedirle perdón a Marlén, su chica, y gritar a los cuatro vientos que es lesbiana

  • Larisa quiere que Marlén sepa que está enamorada de ella aunque no siempre lo haya demostrado: "No estuve con ella después del accidente de tráfico que sufrimos"

A Larissa le cambió la vida cuando conoció a Marlén a través de una red social para ligar. Marlén se convirtió enseguida en la persona con la que esta joven búlgara quería pasar su día a día y por la que era capaz de aceptar su homosexualidad.

Marlén, por su parte, también quedó prendada de Larissa al instante: "Cuando quedamos por primera vez para vernos en persona no podía ni andar, solo pensaba 'por favor Marlén no te caigas". Marlén dejó su vida en Asturias para Instalarse con su nuevo amor en León, donde Larissa regentaba, y aún hoy regenta, una panadería.

Pero todo cambió una fatídica mañana. Aquel día, como tantos otros, las dos chicas salieron en coche juntas hacia sus trabajos pero, por culpa de las prisas, Larissa se saltó una señal de 'stop' y fueron arrolladas por un camión. Marlén quedó gravemente herida y tuvo que pasar semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Pese a que Larisa estaba profundamente enamorada de Marlén, no tuvo el valor necesario de estar al lado de su novia en el hospital en esos momentos tan delicados: "Me sentía culpable por el accidente y no tuve fuerzas de estar a su lado, solo fui a verla al hospital una vez, quien estuvo a su lado fue su madre".

Larissa pide matrimonio a Marlén ante toda España

Larissa ha elegido el plató de 'Volverte a ver' no solo para pedir perdón a su chica por no haber estado a su lado en un momento tan delicado, si no que también ha decidido dejar atrás los miedos y gritar a los cuatro vientos que es homosexual: "Me da miedo que los clientes del a panadería, que son personas mayores, se enteren de que soy lesbiana".

Para poner una guinda perfecta al pastel, Larissa le ha pedido delante de toda España (y de un emocionado Carlos Sobera) a Marlén que se case con ella. La respuesta, como no ha podido ser de otra manera, ha sido… ¡un rotundo sí!