Se reencuentra con su hermano pequeño, con espina bífida, después de 23 años sin verse: “He estado mucho tiempo buscándote”

  • Cuando era bebé, los padres de Francisco no pudieron hacerse cargo de él y los servicios sociales intervinieron

  • Rosa quiso que su hermano viviera con ella pero su padre no le dejó

  • Ahora Francisco vive en casa de Charo, su familia de acogida

Rosa ha acudido a ‘Volverte a ver’ porque quiere que el programa la ayude a encontrar a su hermano pequeño Francisco. Lleva 23 años sin saber nada de él, la última vez que le vio él solo tenía dos años. Los padres de Rosa no podían cuidar de Francisco y los servicios sociales tuvieron que intervenir. Su padre tenía una enfermedad terminal y su madre también se encontraba mal de salud, Rosa quiso que su hermano se quedara bajo su cuidado pero no la dejó su padre.

De muy bebé, Francisco ingresó en un centro de acogida y Rosa le vio en una ocasión, y tras esto, ya no supo nada de él. ‘Volverte a ver’ ha conseguido localizar a su hermano, y tras entregarle la cruz de Caravaca, Francisco ha decidido venir al paltó para saber quién se lo había regalado. Pero no ha entrado solo, le acompañaba Charo, su madre de acogida.

A los 4 años comenzó a vivir con Charo, su madre de acogida

A los 4 años comenzó a vivir con Charo, su madre de acogida

Rosa se ha emocionado mucho al verle de nuevo, y él ha asegurado que tenía el presentimiento de que iba a estar algún familiar en el programa. Charo le ha contado a su hermana cómo ha sido la infancia de Francisco, cuando era un bebé se tuvo que someter a muchas operaciones (nació con espina bífida), y hasta los cuatro años estuvo viviendo en la casa de acogida hasta que se fue a casa de Rosa.

De pequeño era muy risueño y parlanchín, y Charo ha contado muchas anécdotas que ha vivido con Francisco desde que llegó a su vida. Por su parte, Rosa le ha contado a su hermano que su madre todavía vive, aunque está malita, y que tiene dos hermanos más, y muchos sobrinos. Finalmente, se ha abierto el pantalón y los hermanos se han podido abrazar 23 años después.