Feliz de la vida, ajena a cualquier crítica y pidiéndole a Dios que perdone a los que juzgan el derecho de su hijo fallecido a ser padre, Ana Obregón ha dado por las calles de Miami su primer paseo como abuela y se ha quitado por fin el luto.
Sonriente, pero intentándose ocultar tras una gorra blanca, Ana Obregón salía a la calle tras haber sido abuela y madre adoptiva de la pequeña Ana Sandra Lequio Obregón, la hija a título póstumo de su hijo Aless Lequio.
La actriz elegía un vestido playero en tonos rosas para romper sus casi tres años de luto y volver a la vida llena de alegría. Ana salía a la calle tras días encerrada en el apartamento en el que se ha instalado en la ciudad de Florida junto a su nieta y la mujer que le está ayudando en sus primeros días de vida.
Ana conjuntaba el ligero y cómodo vestido con un elegante bolso blanco de una famoso marca de diseño y unas zapatillas deportivas en la misma tonalidad.