Las “simpáticas reflexiones sobre la vida” de Aless Lequio de las que hablaba su padre sobre su libro ‘El chico de las musarañas’

Metido de lleno en su decisión de guardar silencio, Alessandro Lequio aseguró en ‘El programa de Ana Rosa’ que su hijo había dejado 20 folios escritos en los que se podía ver el germen de un futuro libro, pero que para él eran “unas simpáticas reflexiones sobre la vida”. Reflexiones que ya han visto la luz con la publicación del libro deseado por su hijo fallecido “El chico de las musarañas”.

Alcanzando ya la segunda edición en la preventa y en tan solo unas horas en el mercado, el sueño de Aless Lequio de que ‘El chico de las musarañas’ se convirtiera en una realidad de ha cumplido. Su madre, Ana Obregón, se ha encargado de darle forma a sus escritos y sacar a la venta un libro que ella considera “un canto a la vida” y cuya recaudación integra irá destinada la Fundación que lleva su nombre.

Muchos se han centrado en el desgarrador de Ana sobre los últimos días de la vida de su hijo, pero otros se han centrado en las reflexiones de Aless sobre la vida, la muerte, el cáncer o el amor. Reflexiones que muestran como adelantó su padre “unas divertidas reflexiones sobre la vida”.

-         “Tengo cáncer, pero lo peor de todo, tengo miedo

-         “La muerte no es más que una transición. Todavía quedaba la última batalla, la batalla de mi vida, pero creo que el cuerpo es sabio y te prepara para todo, incluso la muerte. Es lo más extraño que he sentido en mi vida. El cielo deja de ser azul y empieza a ser cielo”.

-         “Vivo anclado a la posibilidad de conocerte, pero y a no sé si lo haré en lo que me queda de vida” (Mensaje al amor de su vida)

-         “Desde que estás con esa niña no haces más que hacer el memo, te ha abducido, hijo mío, ¡ya ni te reconozco!” (Parafrasea a su madre, a quién dibujo como una madre sobreprotectora y temperamental)

-         “¿Quirófano? Porco dio… Voy para allá” (Sobre la reacción de su padre al saber que tenía que ser intervenido”

Aless también habló de la relación de sus padres de una divertida y original manera “Don Ernesto mantuvo una relación breve pero llena de acontecimientos con doña Aitana, poniendo fin a la misma tras conocer a otra mujer menos agraciada transcurridos los doce meses de comenzar la vida en pareja. Desde entonces…, son mejores amigos y forman un tándem perfecto para lidiar con los asuntos referentes a mi persona”.

Y se despedía de una forma maravillosa “Cuerpo y alma asumen el último acto de una maravillosa superproducción que llamamos vida”.