Manolo 'el del Bombo' no puede contener las lágrimas: “Igual tengo que vender el bombo para poder comer”

  • "Quiero cerrar mi bar porque esto no hay quien lo soporte"

  • Emocionó a todos cuando, al final de la conexión, cogió su bombo y cantó el gol de Iniesta

Manolo 'el del Bombo', el seguidor más conocido de la Selección Española, ha contado en ‘Ya es mediodía’ el drama por el que está pasando por culpa de la crisis del coronavirus. Como muchos otros españoles, ha tenido que cerrar su bar, lo que le ha provocado unas pérdidas económicas de más de 20.000 euros. “Estoy desesperado, esto no hay quien lo soporte”, explica.

El proceso de desescalada ya permite a los bares ir abriendo sus puertas, aunque con importantes limitaciones de aforo que no le compensan para volver a la actividad. Hace 31 años que tiene el negocio, donde luce el bombo que ha acompañado a España durante medio siglo, 400 partidos y 10 mundiales, incluido el del gol de Iniesta que hizo campeona a la Selección en Sudáfrica.

Manolo no puede contener las lágrimas cuando cuenta lo que puede verse obligado a hacer para salir de esta: “El bombo me lo han querido comprar muchísimas veces tanto en España como en el extranjero. Decía que no lo vendía por nada del mundo… y ahora igual lo tengo que vender para poder comer”.

Dice que está recibiendo mucho apoyo, incluso de fuera de España. Manolo ha vuelto a emocionarse al recordar uno de estos episodios: “Un niño quería romper su hucha para mandarme para comer”. Él quiere devolver todo el cariño que le están mostrando: “Yo voy a seguir con la Selección Española y tocando el bombo. Quiero ir a los partidos de equipos de Tercera División para que me vean los críos. Para animarles un poquito”, dice.

A pesar de todas las adversidades, Manolo consigue sacarnos una sonrisa. La emoción ha llegado a su punto máximo cuando Sonsoles Ónega ya iba a cortar la conexión y Manolo pidió solo un minuto más en directo. Cogió su bombo y cantó el gol que dio a España el Mundial de 2010. El plató de ‘Ya es mediodía’ rompió en aplausos.