Los padres de Aitor continúan luchando por demostrar que su hijo, de 24 años, murió por una negligencia médica en enero de 2018. Carmen llamó al 112 para pedir una ambulancia porque Aitor se estaba ahogando; el médico al teléfono le pide que se ponga y determina que el joven “respira perfectamente”, pero Aitor murió poco después. La ambulancia no llegó hasta 30 minutos después de haberse realizado cinco llamadas de emergencia y ahora, estos padres, nunca podrían recuperar a su “único y amado e hijo”.
Escuchando la grabación de aquellas llamadas, Bartolomé no ha podido contener las lágrimas. Completamente emocionando, le ha dedicado estas palabras al médico que les atendió: “Ese hombre dejó que mi hijo se muriera en mis brazos. Yo hasta le di puñetazos en el pecho, pero no le pude sacar adelante. Lo único que ha conseguido este hombre es que perdamos a nuestro hijo, ¿hasta cuándo van a pasar cosas así?”, ha dicho, llorando.