Paz Martín, arquitecta, sobre las residencias del futuro: “Ya que los ancianos no pueden vivir en casa, lo ideal sería estar como en casa”
Las residencias del futuro deberían ser más pequeñas, individualizadas y con habitaciones con salón y baño propios
Los ancianos son el colectivo más vulnerable al coronavirus y hasta 19.400 mayores que vivían en residencias han perdido la vida por culpa de la enfermedad. Ahora que España está inmersa en la desescalada ya hay voces que se alzan y empiezan a plantear ideas para hacer cambios en las residencias de ancianos y que no vuelva a producirse una tragedia como la que hemos (y estamos) viviendo.
¿Cómo deberían ser las residencias del futuro próximo? Los contagios en residencias han sido masivos por ser centros masificados y por carecer de los medios y el personal suficientes. Por tanto, las nuevas residencias deberían ser más pequeñas, individualizadas, con habitaciones con salón y baño propios. Los expertos detallan que deberían considerarse unidades de convivencia y disponer de espacios que permitan la socialización de los residentes, como tiendas, peluquerías y cafeterías.
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Paz Martín es arquitecta y experta en espacios y envejecimiento. Ha hablado en ‘Ya es mediodía’ sobre el nuevo concepto de residencia de mayores: “No hay que olvidar que una residencia es una vivienda. Habría que intentar que ya que estas personas no pueden vivir en su casa, lo ideal sería estar como en casa”. Para lograr eso propone la creación de “lugares más hogareños, domésticos, donde hacer un proyecto de vida con sentido y donde se pueda tener un espacio propio con objetos propios”. Para ella, es importante que los residentes puedan tener “una socialización en grupos más pequeños y que se puedan hacer actividades domésticas”, como por ejemplo cocinar. Esto contribuiría a que los ancianos se sintieran ya no como residentes, sino más bien como habitantes.
En opinión de la experta, la tragedia de las residencias de ancianos “se podía haber evitado”. Ha habido varios problemas, entre ellos la falta de medios y de previsión, pero también la propia configuración de los edificios: “No han favorecido el aislamiento de las personas mayores, que han tenido que cambiar sus rutinas, comer en sus habitaciones,… Ha sido una labor casi imposible para los profesionales”.