Tras un puente del Pilar con cifras desorbitadas, la Policía Municipal toma medidas drásticas para intentar frenar un nuevo fin de semana de botellones y violencias en los parques de la capital.
Después de 1004 multas, de 106 detenidos y 4.000 llamadas a emergencias, entre las que se tuvo que atender a menores rozando el coma etílico, la Policía Municipal de Madrid ha decidido tomar unas medidas que se podrían calificar de drásticas para frenar la situación. Los efectivos realizaran una identificación de todos los jóvenes presentes en los botellones y diferenciará entre menores y mayores de edad. Estos últimos serán sancionados con su correspondiente multa.
Sin embargo, en el caso de los menores, la policía no solo hará recaer la responsabilidad económica y la correspondiente multa en sus padres, sino que ahora también podrá cargarles una responsabilidad jurídica. En función del estado en el que los agentes se encuentren al menor, pueden llamar directamente a la Fiscalía y acusar a los padres por abandono del menor. Caso en el que los padres pueden llegar a perder la patria potestad y la tutela.
Medidas contundentes ante una situación desesperada que se vive cada fin de semana en la capital. A Javier Urra le ha parecido adecuada la medida ya que asegura que los únicos responsables son los tutores “Un chaval de 14 años no tiene que estar a las 5 de la madrugada bebiendo, hay abusos sexuales, hay gente que son auténticas bandas que utilizan esa masa enfervorecida para realizar hecho deleznables… También hay que plantearse que alternativas de ocio les damos”.