Investigación ‘Ya es mediodía’ | Fiestas ilegales sin mascarilla y sin zapatos para evitar a la policía

  • Unos turistas franceses invitan a la reportera de ‘Ya es mediodía’ a una fiesta ilegal en un piso turístico

  • Fiestas ilegales con normas establecidas: Invitados sin zapatos y 30 segundos de ventilación cada media hora

  • ‘Ya es mediodía’ pone a disposición de la policía las imágenes de la investigación

Calles vacías, locales cerrados, son las diez de la noche y las calles de Madrid se quedan desiertas, pero en un lugar dónde parece casi imposible encontrar una fiesta, no tardamos ni una hora en tener una invitación para una fiesta ilegal en la que nadie respeta las medidas sanitarias y de poder comprar todo el alcohol que queramos en una tienda que no respeta el toque de queda.

En mitad del barrio madrileño de Malasaña, nuestra reportera encuentra a personas vendiendo cerveza a un euro y la invitan a pasar a un local de alimentación, supuestamente cerrado, en el que se ofrece todo tipo de bebidas alcohólicas, cuya venta está prohibida a partir de las 22:00 horas y que debería haber echado el cierre a las 21:00 horas según el actual toque de queda establecido en la Comunidad de Madrid.

Dentro, un grupo de turistas franceses nos invitan a acompañarles a una fiesta ilegal que se está produciendo en un piso turístico a pocos metros de allí. Eso sí, no es una fiesta organizada de forma improvisada. Es una fiesta con sus propias reglas. Entramos en un piso de unos 50 metros cuadrados en el que hay unas 50 personas bebiendo, fumando, bailando y sin respetar ningún tipo de medida sanitaria. Eso sí, antes de entrar tenemos que cumplir con sus normas.

No se paga entrada pero te tienes que descalzar para evitar llamar la atención de los vecinos y que puedan avisar a la policía. Además, cada media hora, uno de los organizadores se asoma por la ventana del piso superior y si comprueba que no hay policías se procede a apagar la música, pedir silencio absoluto y abrir las ventanas para ventilar durante 30 segundos. Presumen de tener el piso completamente insonorizado y a prueba de ser descubiertos.

Hablamos con uno de los asistentes quien asegura que él es un asiduo a este tipo de fiestas que lleva cuatro PCR realizadas y un test serológico en el último mes y “no lo cojo ni con cola”. Parece darle igual la pandemia y asegura que su tío a muerte de covid esa misma semana.