“Me llegó el aviso por la emisora y, cuando llegué al portal, vi a un hombre muy bajito con una maleta muy grande. Cuando la cargué para meterla en el maletero me di cuenta de que pesaba mucho, que el peso que tenía no era normal. Pero no vi nada raro, ni líquido ni noté olor ni nada. La maleta no me dejó ninguna mancha”.
El testigo también ha contado de qué hablaron durante el corto trayecto: de Heidi. “Me dijo que su mujer quería mudarse a Vallecas y que era la mujer la que mandaba. Era un hombre muy tranquilo, hablador. Me trató muy bien. No sudaba ni nada, nadie diría que había hecho algo así”.