Vuelos infernales: un pasajero golpea el asiento delantero durante todo el trayecto

  • Descalzarse, reclinar el reposacabezas o los gritos de los niños pueden convertir el vuelo en algo desagradable

Viajar en clase turista puede llegar a ser un horror. Las compañías aéreas cada vez abaratan más los costes y estos provocan menos espacio entre los asientos o peor calidad en ellos. Por esto, hay algunos pasajeros que complican el trayecto a los demás más de la cuenta.

Los gritos de los niños, reclinar el reposacabezas o descalzarse son algunas de las costumbres que tienen los pasajeros menos cívicos, que convierten los vuelos en una auténtica pesadilla. Por ejemplo, después de que una pasajera recline su asiento, el hombre que está detrás de ella empieza a dar golpes en la parte de atrás del asiento. También podemos ver el asombro de una pasajera cuando el hombre que está detrás suyo le pone el pie prácticamente en el reposabrazos.