Nagore y Blanca no se hablan desde que fueron desterradas de la habitación del capataz por culpa de una travesura de esta última. La colilla que se fumó le ha salido muy cara a la aristocrática concursante, que culpaba a la organización del enfado de su compañera: "Castigadme a mí pero a nadie mas. Luego me la indisponéis para tres días. Me joroba que una persona a la que quiero no me dirija la palabra". La borbona está tan hundida que hasta se plantea si vale la pena llegar a la final del concurso.
Nagore, furiosa por haber perdido la cama y la ducha sin comerlo ni beberlo, se despachaba a gusto de Blanca con la que parece haber llegado al límite. "Estoy harta, tengo la mecha muy corta, tengo muy poca paciencia, definitivamente pienso que le faltan luces", les decía a sus compañeras.
Posteriormente, en el pajar, criticaba la actitud infantil de su compañera: "Pero como eres tan teatrera y tan farsante, que ya tienes años para tener dos dedos de frente. Luego con hacer pucheros y meterse el dedo en la boca... Ya tienes pelo suficiente para hacerte la cría cuanto te conviene".
Los momentos más dulces de Nagore y Blanca
Todo parece perdido ahora pero, tan sólo unas horas antes, las dos amigas se arrebujaban en la cama y se hacían importantes confidencias la una a la otra: "Todo es mentira, menos lo que siento por ti y los buenos ratos que paso contigo y mi relación contigo", le decía Blanca a Nagore, preocupada por si lo suyo tendría continuidad más allá de las paredes de la casona.
"Gracias a ti este concurso ha merecido la pena", le susurraba Nagore a la recíproca. Además, entonces le advertía que no se preocupara por su enfados, ya que su carácter fuerte en realidad era una coraza: "En el fondo no soy nada, Blanca. En el fondo soy superdebil. Cada vez que han hecho sufrir en mi vida me he ido poniendo una coraza más y más grande". ¿Volverán a quererse de nuevo? El tiempo lo dirá.