Las chicas, muy descontentas con el trabajo Liberto

Liberto López de la Franca parece creer que lo sabe todo. Y no importa que sus compañeras le digan que ha echado en el fuego una cantidad de leña como para mantener el Infierno y que el pan va salir quemado por fuera y crudo por dentro. El muchacho insiste en que sabe lo que se hace y le que dejen en paz.

La vasca termina dejándolo por imposible. Está convencida de que Liberto le tiene ojeriza:"A mí me tiene enfilada, no sé porqué", comenta en el pajar.

En su afán por ser trabajador, o quizás que parezca que trabaja, Liberto ha hecho un gran acopio de leña. Eso sí, se encarga de que las cámaras recojan de que lo hace para que las chicas no pasen frío si 'el hombre de la casa' se va del concurso.

Sin embargo, cuando Úrsula necesita un par de palos para calentarse el desayuo, el experto en protocolo hace oídos sordos a los gritos de la miss y de Blanca. Sólo antendio a los cariñosos requerimientos de su amiga Regina. El que lo entienda que le compre.