Escribía no hace mucho un post que titulé “Rubalcaba for president”. Y es que durante unos días los socialistas creyeron que esa iba a ser la opción y que Zapatero había tirado la toalla. Muchos periodistas lo dimos por bueno porque habíamos disfrutado de confidencias de altos cargos que lo daban por seguro. Pero habrá que tener en cuenta la personalidad del presidente y su escasa disposición a irse con el rabo entre las piernas.
Por lo visto se lo está pensando. Y la verdad es que lo lógico, lo coherente y seguramente lo sensato, es que fuera el candidato. Si cree en esas reformas que han puesto sus principios del revés, si ha tomado las medidas necesarias para levantar cabeza, lo lógico es que las defienda ante los ciudadanos, que de la cara y que pierda con sus aciertos y con sus errores.
Que Alfredo Pérez Rubalcaba tenga mejor imagen no quiere decir que a la hora de votar las diferencias sean tan grandes y, en todo caso, para perder , lo lógico es que pierda el que ha sido cabeza de cartel y que ponga en valor la tarea de hacer oposición. Eso sí, mucho ojo que el optimismo antropológico puede reaparecer en cualquier momento con ceja y todo. El futuro no está escrito (o no del todo).