En algún momento de nuestra vida hemos sido artífices o víctimas de una broma que dejó de tener gracia durante su transcurso, pero cualquiera de esos casos no se asemeja ni por asomo a la jugarreta de mal gusto a la que fue sometido Bertín Osborne que veréis a continuación.
Los hechos tuvieron lugar en Venezuela, cuando el artista se encontraba realizando la presentación de su nuevo disco por toda Latinoamérica. Para ello, visitó uno de los programas de éxito del país de su mujer en el que, tras una breve introducción, pasó a cantar su nuevo single o, por lo menos, eso intentó…
Cuando Bertín Osborne estaba terminando el playback de la primera estrofa de su canción, su voz empezó a distorsionarse hasta convertirse en un claro reflejo de un Pitufo makinero con sobredosis de Helio, intercalado con una voz de ultratumba que se escuchaba como a cámara lenta.
Ante semejante espectáculo, el cantante optó por tomárselo a risa e interrumpir su actuación pidiendo por favor que quitaran el playback para poder interpretar su canción en directo, pero eso no entraba dentro de los planes del programa, por lo que pasaron al plan B, metiendo en acción a un personaje maleducado y agresivo que no dudó en insultar y menospreciar a Bertín Osborne hasta que este no tuvo más remedio que advertirle que “como le volviera a levantar la mano, le arrancaría la cabeza”.
Metidos en harina, las provocaciones fueron subiendo de nivel de manera vertiginosa. Un manotazo al representante de Bertín, otro al cantante… ¡y la llama se prendió! Al final se salieron con la suya cuando Bertín Osborne, totalmente sacado de quicio terminó haciendo un placaje a ese personajillo que durante el fulgor de esa batalla absurda en la que el cantante le manejaba con una mano sin ni siquiera despeinarse, el bufón intentaba subirse encima de Bertín para liarse a golpes.
Tras ser separados por varios de los allí presentes, finalmente la broma fue destapada y Bertín reaccionó de la mejor manera posible, riéndose y abrazando a su agresor dejando de lado todo lo sucedido, dando buena muestra del buen talante que posee el artista aun después de haberle llevado al límite.
Me parece realmente tremendo que un artista mientras esté realizando su trabajo pueda ser víctima de semejante espectáculo bochornoso en el que lo que para ellos no es más que una broma, en mi opinión se trata de una falta de respeto galopante que sobrepasa todos los límites habidos y por haber. Pero parece ser que esa es la tónica habitual de ese programa, del que ya fueron víctimas personajes con David Bustamante.
Quedarse con el invitado haciéndole partícipe de una broma es aceptable y se lleva realizando durante años en multitud de programas que tienen como fin las risas y el entretenimiento del espectador, ¿pero dónde está la gracia en insultar y vejar a una persona hasta conseguir llegar a las manos? Y luego dicen que en Sálvame nos pasamos de la raya… ¡en comparación, somos como angelitos caídos del cielo!
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