El Síndrome de Estocolmo de 'Alicia tres delicias'

telecinco.es 18/12/2015 18:38

Dentro de la casa, Han bromeó con las chicas decidiendo que se llamaría `Alicia tres delicias´ si fuera un drag queen. Un papel. Un personaje. Justo lo que Han me pareció que desempeñaba anoche en el plató con Mercedes Milá tras su expulsión.

Frases estudiadas. Contestaciones vagas. Chistes nada graciosos. Un show innecesario de Alicia Tres Delicias con un tremendo Síndrome de Estocolmo que desdibujó por completo la trayectoria de este concursante en Gh16.

Esperaba más de él. Muchísimo más. Esperaba la naturalidad con la que afrontaba el día a día en la casa. Esperaba la sinceridad con la que confesaba a Sofía y Niedziela todos sus secretos. Esperaba ese carácter que bien sabemos que tiene cuando visualizara los videos en los que Aritz le dejaba a la altura del betún. Esperaba algo y Han no nos dio nada. Una patética defensa a ultranza a Aritz con una pésima justificación, y es que justo ayer no habían discutido. Una risa nerviosa bastante mosqueante intentando negar que el vasco y él se conocieran de antes. Un quitar hierro a asuntos a los que él mismo dio bombo dentro de la casa… Decepcionante como poco.

Su amigo dejándose la piel en plató para defender palabras y actos por parte de Aritz que consideraba indignantes y va y sale Han y tarda dos segundos en optar por perder la dignidad por completo, aun viendo que su querido amigo-amante seguía diciendo en el confe que guardaba esperanzas con su persona especial después de todo lo que había hecho con Han bajo las sábanas.

Veremos cuánto tarda en quitarse la venda de los ojos. Quizá el mismo tiempo que tarde Aritz en salir de la casa y darle la patada.

Pero, aunque la entrevista de Han nos dejó con un mal sabor de boca por culpa del chino, en la gala de anoche vivimos momentazos de alta tensión que compensaron con creces que Han protagonizara una entrevista igual de interesante a la de Marina o Muti.

La casa de Guadalix de la Sierra recibía la visita de varios ex-concursantes que tenían cuentas pendientes con los finalistas y, sin duda alguna, Suso volvía a convertirse en un punto clave para la polémica.

Aritz recibía de mala gana la llegada de un Suso sonriente cargado de misiles que lanzó a discreción. Argumentos sólidos pero con formas equivocadas, como suele suceder con este concursante.

El vasco se revolvía en su asiento y se negaba a colaborar, mostrándose incapaz de enfrentarse a verdades como puños mezcladas con gestos y acusaciones innecesarias. Pero, una vez que Maite Galdeano entraba en acción, el valor de Aritz parecía resurgir por arte de magia. Con Suso no, pero con la de la papela del camión sí…

Maite protagonizó un monólogo de los suyos. Nada que nos sorprendiera a estas alturas. El mismo discurso. Las mismas formas. Y Aritz, por su parte, sacaba a relucir esa parte oscura que tanto le ha caracterizado. Eso sí, bañada como siempre por un halo de cobardía innegable que le hacía soltar sapos y culebras justo cuando Maite había abandonado la sala, regalándole perlas como “¡Las poll*as que tú te has comido, estúpida!”.

Frase entrañable del vasco que me recordó muchísimo a la que pronunció hace unos meses refiriéndose a los hombres que tienen relaciones con otros hombres pero que no admiten que son gays: “¡Una poll* pa tu culo que bien que te entra!”.

Si es que al final vais a tener razón y Aritz en realidad es todo un caballero honorable con una educación extraordinaria…

Sofía, por su parte, se reencontraba en primer lugar con Suso, a quien ponía ojos de cordero degollado mostrándose prácticamente incapaz de articular palabra, como si su cerebro dejara de funcionar con normalidad al volver a tener a Suso cerca.

Que este echara en cara a Sofía ciertas comparaciones con miembros de su familia me pareció de lo más entendible, pero cosas mucho más graves dijeron algunos de sus compañeros sobre él y no se sintió tan ofendido. Tensión sexual palpable sin más que deja claro que fuera de la casa estos dos volverán a tropezar en la misma piedra.

Ricky tomaba el relevo a Suso volviendo a interpretar su papel de hombre enamorado que intenta exprimir al máximo para, acto seguido, utilizar a Sofía para filtrar publicidad. Y es que este chico tampoco es que dé para más que eso.

Ni con Sofía, ni con Niedziela, a quien recriminó absurdeces varias que bien se podría haber ahorrado para lo que aportaban al concurso. Pero para farsa la de nuestra queridísima Amanda, una concursante que parece empeñada en quedar mal hasta el final.

Por fin nos enteramos del porqué de su deslealtad a Han después de haber estado pegada al chino en Guadalix. Al parecer, la de las extensiones se dio por ofendida al ver en el 24 horas que Han se reía mientras Marta la imitaba. Han no recordaba esa situación pero aun así se disculpó con ella asegurando a la rubia que no quería hacerle daño, a lo que ella le respondió que ya lo sabía y que le quiere.

Entonces, si ya sabías que tu amigo no quería herirte, ¿para qué te montas este circo? ¿Para qué le vendes a la primera de cambio? ¿No será que decidió montarse al carro de Aritz para intentar hasta el final que Sofía no se convierta en ganadora de su edición? Absurda hasta decir basta.

Mientras tanto, como su flamante carrera de diva hace aguas, Amanda ha intentado llamar la atención por otros medios, decidiendo quitarse la ropa y posar como sólo ella sabe hacerlo. Sin duda, todo un aporte a la humanidad de valor incalculable así como todas sus intervenciones.

Por ahora, sólo nos queda esperar al próximo martes, día en el que tendrá lugar la falsa final y la expulsión del tercer finalista para, el miércoles, celebrarse la verdadera final. Veremos si este fin de semana Aritz por fin arranca a llorar la pérdida de su “Gran Hermano”, y si comienza a intentar vendernos la famosa soledad del ganador para ganar puntos porque, con lo sucedido anoche, por mucho que sus seguidores criticaran los careos a los que tuvo que hacer frente, creo que el vasco se ganó la simpatía por pena de muchos gracias a Suso y Maite. Sin embargo, mi apuesta sigue siendo la misma de siempre, entre las opciones que tenemos, Sofía debería ganar por goleada.

Un año coló la candidez de una chica que adoraba a su muñeca y que más tarde terminó haciendo porno con ella. El año pasado esa supuesta inocencia de la hawaiana logró multitud de seguidores. Sólo espero que este año no se caiga en el mismo error con el papel infumable del tipo del sombrero.