Algunos consejos prácticos para organizar un viaje activo con niños sin sobresaltos

Hilo Moreno 22/09/2016 18:11

Acabo de terminar un viaje de seiscientos kilómetros en bicicleta en el que ha venido mi hija con nosotros y me vuelvo a reiterar en lo que he pensado y llevado a cabo muchas veces: un viaje activo con niños es perfectamente posible.

S., que ahora tiene tres años, ha vivido en en varios países y ha viajado muchísimo para lo pequeña que es. Su capacidad de adaptación es muy alta, sin duda mucho más que la de casi cualquier adulto. En su corta vida ha hecho 'trekkings' y ha descendido barrancos (en una mochila), ha esquiado, ha descendido un río en Wyoming y dormido en tienda de campaña más veces de las que puedo recordar. Al principio pensé en hacerle un pequeño diario que recopilase sus pequeñas aventurillas, pero ya se me ha ido de las manos y necesitaría un libro entero. De todas ellas, este último viaje en bicicleta de más de seiscientos kilómetros ha sido la más larga. Muchos me preguntan por consejos para viajar con niños así que aquí van unos cuantos. Espero que puedan ser útiles.

1. Elige bien la actividad y plantéala como un juego a la hora de transmitirla al niño

El viaje, el lugar donde se desarrolla, no solo debe presentar atractivos para el adulto que lo organiza, sino para todos los que participan en él. Niños incluidos. Nosotros elegimos la ruta ciclista del Danubio porque está muy acondicionada para los más pequeños. Es increíble la cantidad de parques con columpios que hay en Alemania y Austria, además de que son espectaculares: cuentan con tirolinas, circuitos de juegos con agua, toboganes, columpios, estructuras para trepar, etc. El viaje de S. consistió en descubrir parques chulos cada día y así se lo planteamos: ¿A ver cómo es el próximo parque? Con esta pregunta como inicio de todas las jornadas comenzaba el día emocionada en su carrito.

2. Las vacaciones son para disfrutar toda la familia, niños incluidos.

Nuestra primera regla era no forzar la situación ni alargar las jornadas más de lo que cada uno considerase. Por ello, en el momento en que el niño, o la niña en mi caso, quería bajarse a jugar o a descansar del carrito, hacíamos una parada. Además, eso una gran excusa cuando el adulto está cansado y quiere parar, y no sabe cómo decirlo. Así, solo tiene que ponerlo en boca del niño.

3. Los campings son un buen sitio para los niños

Está claro que cada camping es diferente, pero todos ellos tienen ventajas para los niños que hay que saber aprovechar. Para mí, en muchas ocasiones, era más descansado y fácil pernoctar en un camping que en alguna posada del camino. Las zonas de acampada suelen ser lugares abiertos de campo despejado: el terreno perfecto para que los niños puedan estar jugando a la vista de sus padres desde casi cualquier lugar. Además, suele haber niños vecinos y es fácil que acaben todos juntos jugando. La primera vez que S. acampó solo tenía unos meses y fue horrible, hacía frío y nadie estaba cómodo en la tienda. A día de hoy es donde mejor duerme, quedándose inmóvil en su pequeño saco de dormir, y le encanta ayudarme a montar 'la pequeña casita'. De nuevo, plantear la actividad como un juego ayuda mucho.

*Imagen: La ruta ciclista del Danubio es ideal para viajar con niños porque está perfectamente acondicionada para ellos / Hilo Moreno

4. Equipa bien al niño para el viaje

Nos gastamos mucho dinero en ropa técnica, equipo en general y flamantes bicicletas, y es habitual que vistamos y preparemos a nuestros pequeños de cualquier manera. Es importante que tengan buena ropa técnica (impermeable, por ejemplo), ropa de abrigo, gafas de sol y, en el caso de la bici, un carrito en condiciones que no sea un suplicio arrastrar. La prenda clave en este viaje ha sido un mono completo de tejido impermeable con el que pasaba todo el día jugando independientemente de la meteorología y el barro o la lluvia del terreno. Eso y el saco de dormir especifico para niños que a S. le encanta (¡y eso que le horroriza taparse en una cama convencional!)

5. Viaja ligero

Viajar con niños implica cargar con más material del habitual. Los padres siempre pensamos en los imprevistos que le pueden ocurrir a los niños y por ello hay una gran tendencia en llevar muchas cosas 'por si acaso'. Ello es, hasta cierto punto, inevitable, pero sí es posible reducir y aligerar el peso de las cosas en general. De esa manera tendrás más capacidad de movimiento y todo el mundo disfrutará más de la actividad sin sentirse un mulo de carga.

6. Ten en cuenta al niño a la hora de planificar, mantenle informado de lo que se va a hacer y hazle participe en la toma de decisiones

Un viaje activo suele ser itinerante y con mucha variedad día a día en cuanto a alojamientos, actividad etc. Yo creo que es importante contar al niño qué es lo que se va a realizar ese día y dónde se va a dormir. Al menos con S. es muy importante que esté enterada de lo que le espera para que se sienta segura en todo momento de qué es lo que va a pasar y dónde toca dormir esa noche. De nuevo, es útil plantearlo como un juego: Hoy toca dormir en la pequeña casita o ¿qué quieres hacer ahora, ir a nadar o a los columpios?

*Imagen: Los parques de Alemania son espectaculares: cuentan hasta con tirolinas y estructuras para trepar / Hilo Moreno

7. No seas muy exigente con la actividad física, puedes conseguir que tu hijo no quiera ver una bicicleta o una montaña ni en foto

Los niños tienen una gran capacidad aeróbica y mucha facilidad de adaptación, pero es fácil que se aburran si no reciben los estimulos adecuados. Al mínimo síntoma de aburrimiento detén la actividad e inicia un juego o algo divertido. A tu hijo no le importan los kilómetros que hayas recorrido hoy pero sí le encanta jugar al veo veo en su carrito. También cantar canciones y comer patatas fritas mientras ve el paisaje. Si el niño está entretenido aguantará mucho más que lo que tú seas capaz de pedalear.

8. ¡La exposición al aire libre es buena y, además, cansa!

Viajando por la naturaleza y acampando por el camino se pasan muchas horas al aire libre. Yo creo, y en el caso de S. así es, que es muy saludable y, además, les encanta. Sorprende ver lo rápido que se olvidan de los juguetes cuando tienen elementos naturales con los que entretenerse. S. pasaba horas jugando con piedras, palos, gatos, agua u otros niños y se olvidaba completamente de los pocos juguetes minimalistas que se había llevado al viaje ('solo juguetes que cupiesen en los bolsillos' era la premisa). Yo creo que es importante explicar e interpretar el paisaje y los elementos que en él se encuentran, así se entretiene y puede pasar mucho tiempo buscando saltamontes, persiguiendo mariposas o lanzando piedras al río. Todo ello, además, con la aliciente de llegar muy cansado a la hora de acostarse tras pasar todo el día corriendo, saltando y jugando y no sentado en un sofá delante de una pantalla.

9. Elige un destino 'sin peligros' para los niños

Puede resultar obvio pero da mucha tranquilidad viajar por un lugar donde uno sabe que hay buena cobertura sanitaria, donde la comida sea adecuada para estómagos no habituados o donde sea fácil encontrar agua potable

*Imagen: Si el niño está entretenido aguantará mucho más que lo que tú seas capaz de pedalear / Hilo Moreno