Ayer no pude venir porque me quedé atascado en una concentración de flotadores con forma de patito

telecinco.es 24/03/2009 18:53

Supervivientes ha empapado a todo el personal de Telecinco e influido en la manera en que entendemos la vida y se redecora esta casa. Si ayer todo el mundo venía a trabajar embutido en un enorme flotador-patito (que hizo que la entrada, consistente en unos tornos en los que hay que fichar, se colpasara y me imposibilitó poder actualizar el blog), hoy me encontré con que nos han puesto unas nuevas vallas con esta pinta:

Todos notamos que, con estar unos segundos cerca de ella, nos entran unas ganas enormes de ver Supervivientes. Animo a la dirección de esta casa a que hable con los ayuntamientos para ponerlas por todos los pueblos de España y reventar los audímetros. Y los decorados de Sálvame, el programa en el que se comenta el devenir de los famosos chicos y chicas que están en la isla, andan pro ahí también:

A ver, sí: son feos. A mí este grafismo y tal me parece feo. Pero las patitas de la chica sirven de espejo, ¡bien! Gracias a Sálvame hoy me di cuenta de que me lucía un trozo de pan entre los dientes que fui a quitarme corriendo al cuarto de baño.

¡Qué martes tan bonito! ¡Cómo brilla el sol!

En el plató de Cuéntaselo a Gemma/Yolanda/Emma/Fina/Temistocleta y demás nombres que fueron barajados para presentar este talk show, sin embargo, no brilla el sol ni brilla nada. Pese a todo, sigue ahí. El programa se iba a empezar a emitir como hace ya un tiempo, pero después la cadena decidió dejarlo para luego y el plató, muy bonito, con sus muebles de Kartell y su rollo saloncito de toda la vida, sigue ahí, mirando la vida pasar. Pues hoy estaba yo paseando aburrido investigando los pasillos de esa zona para mis lectores y de repente oí una voz familiar: era Sandra Barneda, la inolvidable presentadora de La séptima silla. Y junto a ella hablaba un hombre, de voz muy profunda y televisiva, y hablaban fluidamente, con construcciones gramaticales complejas, las pausas en su sitio e incluso cierta retórica -una retórica normalita que no era para tirar cohetes, pero retórica al fin y al cabo-. Y claro, yo dije lo que diría cualquiera ante un discurso tan equilibrado como este:

-¡Están siguiendo un guión*!

Escenas de matrimonio Yo soy Bea ¡Y tate! Aquello era un ensayo grabado. Y decían algo así como "Carlos se fue a vivir con su mejor amigo hace cuatro meses". "¡Oh, Dios mío!", pensé. "Voy a escuchar en directo y en exclusiva uno de los primeros casos de Cuéntaselo a Gemma/yonlanda/Sandra/Presentación/Hermosinda. ¿Qué más puedo pedir?".

Me sentí una de las personas más afortunadas de España.

El chico que acompañana a Sandra dio indicaciones de cómo enviar un SMS para que el público se expresase a favor de un invitado o de otro. "Oh, qué bien, tiene enfrentamiento en directo con voto final de la audiencia soberana", me dije. Me encantan esas secciones en los programas. De hecho muchas veces he lamentado que una cámara no estuviese emitiendo en directo alguna discusión mía con familiares o amigos para que la audiencia pudiese enviar mensajes dando su apoyo total al Pasillero, haciendo así que el otro en cuestión se sintiese tonto y pisoteado.

Pero entonces dicen:

-Demos paso ya a su señoría.

¿Y qué coño hace un juez en Cuéntaselo a Gemma/Sandra/Yolanda/Miranda/Chichi? De repente lo entendí: el programa cuyo ensayo estaba escuchando sentado en una esquina peligrosamente escondido entre bambalinas no era el anunciado talk show, sino De buena ley, la puesta al día de Veredicto que prepara Telecinco.

De buena ley no sólo contará, por lo que he podido oír, con el voto soberano del público mediante SMS (¿y entonces para qué quieren un juez? Digo yo, ¡si nadie le hará caso!), sino que entre el público habrá gente que opine al respecto de lo que está pasando. Conclusión: el encuentro genial y definitivo entre Veredicto y Mujeres y hombres y viceversa está a punto de llegar.

¡¡Viva!!

Y después de un viva, llega un: ¡horror! Hoy iba a dedicarme a elaborar el Pasillero reponde, el espacio semanal en el que respondo a los improperios y dudas personales de los lectores, pero algo ha ocurrido que está borrando los comentarios de las últimas entradas. Me dicen los especialistas de telecinco.es que es debido al spam que arrasa con ciertas entradas de este blog y que hace que muchas veces entre tan feliz a aprobar comentarios y lea: "789 comentarios en espera de moderación". Vamos, que ni que fuese esto el blog de Mercedes Milá.

Lo mejor es la temática del spam: ¿son ofertas del Carrefour? ¿Divertidos juegos de apuestas online? No, son cosas como estas que paso a copiar:

Get free MDMA pills! Paris Hilton porn video!

(¿cuál de ellos?, nos preguntamos)

Viagra! Lexatin! Myolastan! Nude Britney Spears!

(como no nos muestren una radiografía no será nada que no hayamos visto ya)

Este fin de semana el drama alcanzó cotas épicas cuando al borrar el spam algún chip del cyberespacio decidió borrar también los comentarios de las últimas entradas. ¡El horror! Me han dicho los que entienden de informática que para evitar tanto spam, a partir de ahora los lectores que me tengan a bien dejarme un comentario tendrán que hacer ese rollo de copiar unas letras retorcirdas en un recuadro para asegurarnos de que no son robots (o de que son robots muy listos con algo más interesante que decir que Get free MDMA pills! Además os recuerdo que el MDMA es muy malo y dicen los expertos que si os vais a drogar, amiguitos, mejor lo hagáis con cocaína, que está en casa de toda la vida, como quien dice, y no con cosas modernas y sintéticas).

Ya, es un coñazo tener que poner códigos y letritas. Si hasta ahora tenía una media de diez comentarios por día me iré haciendo a la idea de que se convertirán en breve en dos o tres. ¡Por favor, al menos dejadme alguno insultándome para que la sección el Pasillero responde no se muera!

Ah, y por último, aunque la noticia ya tenga como años, ¡adiós, Jade Goody! A su manera, una inglesa ignorante, pueblerina y de todo menos guapa consiguió convertirse en una de las exportaciones más rentables de Inglaterra, aunque a veces fuese su vergüenza nacional, y un fenómeno de marketing capaz de vender libros y colonias. Eso jamás se ha visto en España, país abanderado de Gran Hermano y que presume de tener el mayor número de ediciones, pero cuyos concursantes cuentan entre sus mayores logros con presentar un concurso de Karaoke o sacar un disco de éxito en Chile. Goody pasó de ser una celebrity de segunda a representar todo lo bueno y lo malo de una nación. Goody podía ser una racista y una mamarracha a la vez que enormemente irónica y observadora y, finalmente, y lo mejor, consecuente con sus acciones hasta el final: dejó cerrada hasta la emisión de su propio funeral. Cuando el primer ministro da sus condolencias por tu muerte y las autoridades sanitarias te consideran un icono, puedes presumir de haber dejado de ser oficialmente una famosita de la telerrealidad para considerarte oficilamente una celebridad de enciclopedia. ¡Viva Jade!