Amanda tira de los pelos a Marta y tienen que ser separadas en la grada
A veces ocurren cosas en un plató que no se muestran a los espectadores. No digo que esté bien o mal, simplemente constato que así sucede. Anoche en una pausa publicitaria del Debate ocurrió algo no referido posteriormente. Amanda y Marta se enzarzaban en una discusión que se había suscitado en los primeros minutos del programa y la presunta “diva” terminaba tirando de los pelos a la “reina del piqui-piqui”. El grado de alteración fue suficientemente importante como para que fueran separadas en las gradas. Al principio Amanda estaba justo detrás de Marta, en la segunda fila, y al final ocupaban sendos extremos de la tercera y última fila en la grada de concursantes de esta edición.
Pocas veces pasa que dos concursantes se arrean en el plató. Ya podía haber pasado en directo de todo. Y ya puestos, durante la edición y no una vez esto ha acabado y casi está ya amortizado. Por esta razón dudaba anoche si escribir este punto final de edición o dejarlo pasar, pero lo había prometido y me parece mal no cumplir con mis compromisos. Eso sí, seré mucho más breve de lo habitual. Esto es algo propio de los conferenciantes más pesados, que comienzan diciendo “seré breve” y luego no terminan nunca. Prometo que no será este el caso y de verdad voy a sintetizar en unos pocos puntos mis reflexiones.
Los siguientes puntos están formulados al modo de afirmaciones que se utilizaron anoche por concursantes o espectadores y yo rebato con espartana paciencia.
1. El 60,7 % no es una mayoría muy amplia: Se dice esto y a poco que se repita puede terminar siendo una mentira convertida en verdad a causa de su machacona repetición. No es cierto. Ese porcentaje en acciones de una empresa sirve muchas veces para tener el control del consejo de administración y la presidencia de la empresa. Con ese porcentaje de votos se obtiene mayoría absoluta en el parlamento español (y con un 45 %). El año pasado, Paula tuvo un 70,9 % y unánimemente se consideró aplastante. En lógica, el 60,7 % es mayoría holgada, aunque algo menor.
Hay una particularidad que hace especialmente meritorio el porcentaje de Sofía. Todos los concursantes de la grada cero de reventados apoyaron a Aritz desde el comienzo de la recta final, cuando todavía había siete habitantes en la casa. Esto se reprodujo en los defensores de esos concursantes. No querían que ganase el del sombrero sino que no lo hiciera Sofía. Por tanto, Sofía no ha ganado solo a Aritz sino a todos ellos. Ese 60,7 % fue de Sofía contra Aritz, Sofía contra Amanda, Sofía contra Carlos, Sofía contra Carolina, Sofía contra Ivy, Sofía contra Quique, Sofía contra Muti, Sofía contra Vera, Sofía contra Marina, Sofía contra Suso, Sofía contra Raquel y Sofía contra Han. Solo Marta, Niedziela, Ricky y, obviamente, Maite querían el triunfo de la pequeña de las Galdeano. Enorme el mérito.
2. Sofía llamó a Aritz pederasta: Esta afirmación de Aritz en el Debate es equivalente a aquella que acusaba a Paula de haber pegado a su abuela o hacer rodar por las escaleras a su hermana. Medias verdades, que son la peor de las mentiras. Sofía dijo tal cosa y rectificó al momento aclarando que no era la palabra oportuna. Hasta aquí debería ir toda explicación si no fuera por la mala intención de quien intenta utilizar esto torticeramente. Me parece tan ridículo como intentar procesar en un juzgado a una madre por amenazar de muerte a su hijo por haberle dicho “si sigues haciendo eso te voy a matar”.
Muchos hemos llamado alguna vez a un amigo “asaltacunas” por salir con una chica más joven. Aun así, si Sofía no llega a rectificar se podría entender el uso de esa desafortunada expresión en medio del fragor del debate. Lo cierto es que Aritz lo usa sabiendo que fue aclarado sin tardar ni medio minuto, y sin que hubiera fragor ni debate alguno en ese momento.
3. Aritz ha sido más protagonista porque las primeras dos horas de Debate estuvieron dedicadas a él: Nadie aparte del equipo que hace ese programa decide su escaleta. Bien es cierto que en la última hora vimos un Gran Hermano más puro, tradicional y plural. Sin embargo, en esas dos primeras horas todo estuvo centrado en Aritz y su relación con Han. Ni siquiera él mismo estará contento, ni creo que puedan estarlo sus seguidores. El concurso de Aritz ha sido mucho más que su lío con el chino. Así fue organizado el Debate, lo cual no quiere decir que refleje la realidad que hemos seguido y presenciado durante 101 días vigilando en la casa de Guadalix.
Gran Hermano se basa en los pilares de la tragicomedia griega: conflicto, amor y humor. Anoche, como tantas veces, primó el conflicto y ciertas formas de amor, digamos que más o menos sucedános de ese concepto. Faltó humor, que fue relegado al final. Muchos hubiéramos agradecido ver abriendo el programa el vídeo de los mejores momentos de la edición. También hubiera agradecido más minutos para la gran Niedziela, finalista maltratada anoche.
4. Valiente Aritz al cargar contra todos y mantenerse en que no está obligado a explicarse: Igual que sucedió en la gala final, Aritz basó su discurso en el derecho a no declarar en su contra, como el acusado en un juicio. Pero solo se trataba de una entrevista (el jueves) y un debate (anoche). Lejos de relajar el tono fue todavía más elevado en el Debate, lo cual muestra un Aritz radicalmente distinto al chico al que intimidaban las cámaras. Hasta parecía estar exagerando su exageración del acento, habitual en las galas.
Este Aritz que vimos anoche parecía una caricatura de sí mismo. Pero del peor de los que hemos conocido. Soberbio, faltón, maleducado y falso. Falso porque siguió repartiendo etiquetas al mismo tiempo que renegaba de ellas. “Rabiosa” y “homófoba” fueron algunas de las etiquetas que puso anoche, semejantes a otras que atribuyó en la casa, como “maltratador psicológico” o “puta asiática”. Repitió etiqueta volviendo a llamar “tamagotchi” a Sofía.
5. El programa no debió poner imágenes de Aritz en el coche camino de Telecinco: Infinidad de veces hemos visto esas imágenes. Por ejemplo, las de todos los expulsados de GH 9 en esta misma web. También en otras ocasiones. Sin ir más lejos, Paula el pasado año por estas fechas. La única diferencia es que nunca antes vimos a un concursante en esa tesitura insultando a otro, sugiriendo que la organización ha favorecido a la ganadora o criticando a Mercedes Milá. Tampoco vimos antes a un concursante negándose a contestar a un colaborador por no darle su minuto de gloria. Aritz repite machaconamente que no vende su vida privada, pero hizo girar su concurso en torno a una supuesta persona especial de fuera. Metió a esa persona en el juego y ahora se queja de que hayamos estado pendientes de algo cuyo responsable es solamente él.
Como decía anoche la juiciosa Raquel López (GH 7), lo de Aritz es el mayor autoboicot jamás visto en Gran Hermano.
6. Sofía estuvo pasota en el Debate: Quien dice esto no ha visto estos tres meses el programa. Sofía es así. Dijo que se aburría porque era cierto. Y no me extraña. De igual forma que evitó quedar bien al afirmar que no volvería a entrar. ¿Algún problema? ¿Hubiera sido mejor que mintiera? Estas cosas la han hecho ganadora. No exageró su celebración del triunfo porque no le salen las cosas fingidas. Medir el grado de satisfacción por la exteriorización del sentimiento es tan mezquino como medir la pena contando las lágrimas derramadas. Lo ridículo es fingir el llanto, pero no todo el mundo exterioriza su pena o su alegría igual.
Sí creo que estuvo desafortunada al final en algunas expresiones, especialmente con ciertos juicios y calificativos hacia Carolina. Perfecto que digamos lo que hace bien o mal, pero centrar la crítica en si es más o menos pasota es absurdo. La hemos conocido así, no engaña a nadie. Por otra parte, no termino de entender por qué se trata de forma tan desconsiderada al ganador. No es nada nuevo, sino algo habitual. Al menos desde Iván Madrazo, al que dieron toda la cera del mundo, con faltas de respeto incluidas, como sucedió anoche con Sofía. La audiencia ha hecho ganadora a Sofía. Faltar al respeto a la ganadora es, de alguna manera, faltárselo a la audiencia. O, por lo menos, una desconsideración importante.
7. El ganador de GH 17 seguro que estuvo viendo la final: Lo dijo Mercedes en su emocionante discurso final. Ahora bien, mucho tienen que cambiar las cosas para que esto sea así. No hace falta escarbar mucho, los dos finalistas de esta edición no estuvieron viendo la final de GH 15. Me quito el sombrero (que no llevo) si ese discurso quería significar que para la próxima edición tendremos un casting con concursantes auténticamente amantes del programa y defensores del formato. Y que descartará a los que nunca lo vieron y presumen de ello.
Y ya puestos, que sea una edición sin tanta información del exterior, con nominaciones secretas, porcentajes ciegos solo para la audiencia porque somos quienes votamos y menos atención a las ‘carpetas’. Al final, una amistad como la de Marta, Niedziela y Sofía es preferible a la mejor de las carpetas. Pero este último párrafo formará parte de mis sueños durante los próximos meses. Ahora me preparo ya para GH VIP, que espero nos traiga mucha diversión y buen humor. Así sea.
Dejo cartelera con Sofía, gran ganadora de GH 16. Gracias a todos por tanto y tanto. Feliz salida y entrada de año. Que Gran Hermano te acompañe.