Lo que yo he llamado juego de las carpetas para Bea es “el juego que hemos creado”. Que alguien le chive el nombre con urgencia y así nos entendemos mejor. He confiado desde la primera noche en Bea, y los hechos me están dando la razón. Gracias a ella sé hoy que no iba nada desencaminado en mi análisis de estos primeros días. Para Pol, el juego de las carpetas es como un partido de tenis. Siendo así tal vez él esté haciendo de pelota, mientras que a Noelia le ha tocado ser recogepelotas. El partido lo juegan Adara y Rodrigo. Bea hace de narradora.
Se juega el último set del partido, porque si esto sigue más días sin ninguna evolución las gradas se van a vaciar o los espectadores dormirán. Confieso que estoy aburrido de tanta tontería. Han de darse cuenta de que tanto peloteo prolongado provoca hastío. “Habrá gente que nos entienda el cachondeo y habrá gente que diga: ‘joder, estas’. Pues tío, ¿qué quieres que te diga? Hay opiniones para todo, así que no te rayes para nada”, le decía Bea a Adara.
La ‘naranjita’ seguía con su retransmisión de la situación: “Tú sabes lo que hay, y con que tú lo sepas ya vale. Y eso da juego encima, ¿sabes? El juego que hemos creado es lo que más juego va a dar, aparte de las discusiones”. Adara se acuerda entonces de su abuela, defensora en plató. No creo que deba encomendarse a ella. Aquí no hay nadie inocente, pero tampoco culpables. El único pecado que están a punto de cometer es aburrir a la audiencia. Eso sí, y estamos a un tris de ello.
Bea ha hecho un buen resumen de lo que es Gran Hermano. El conflicto y el amor son dos de los argumentos principales. Si añadimos humor tenemos el cuadro completo. No habla Bea de simulación, sino de un juego que solo puede prosperar si sale del punto muerto actual. No pienso que todo esté armado de cara a la audiencia, porque saben que “es lo que más juego va a dar”. Sencillamente saben que esto es así. Son conscientes del poder que manejan. Otra cosa es que sepan gestionarlo.
De momento Adara no lo está gestionando bien. Me creo que siente atracción por Rodrigo, y pienso que está utilizando a Pol. Lo que no entiendo son las prisas. Si pensaran en la historia que están viviendo como si fuera una ficción, a nadie nos gusta que tras el “chico conoce chica” venga un “chico se lía con chica” en el primer episodio. Mejor ir dejando que la acción tome cuerpo y se vaya definiendo poco a poco. Han pasado enseguida a la tensión sexual no resuelta, saltándose muchos pasos intermedios. Siguiendo el símil improvisado por Pol, han empezado jugando ya el tie break.
Podemos adaptarnos a ese ritmo vertiginoso que nos marcan, pero insisto en que no soportaremos que la acción siga parada mucho más tiempo. Adara preocupada porque veamos que está jugando con los dos, pero ella solo ve cachondeo entre todos. Hasta ahí bien. Si ese es el juego perfecto. Y si eso la audiencia lo aprecia mejor que mejor. Es mi lectura de lo que piensan Bea y Adara cuando hablan del juego que han montado. Ahora bien, luego no es eso lo que Adara le dice a Rodrigo o a Pol.
¿Y qué le dice Adara a Rodrigo o a Pol? Pues empecemos por este último. Reproduzco ininteligible conversación, también de ayer.
Adara: Hola.
Pol: Buenas noches. ¿Cómo estás?
Adara: Cuando quieras estar conmigo yo ya no lo estaré contigo.
Pol: ¿Por?
Adara: Porque me habré cansado.
Pol: ¿De qué?
Adara: De estar bien contigo.
Pol: Ah, cánsate. Tú verás si te interesa perder un apoyo fundamental en la casa.
Adara: Hombre, porque yo creo que no te he hecho nada para que estés así.
Pol: Pero que no estoy así. Estoy normal.
Adara se levantó y se fue. Yo había entendido que es un cachondeo entre todos, pero esto pinta a drama. Un rato más tarde, también esta misma madrugada, Rodrigo va al dormitorio para preguntarle a Adara qué le pasa. La conversación es casi tan breve como la anterior.
Rodri: A ver, ¿qué te pasa?
Adara: Nada.
Rodri: Y, ¿por qué estás así conmigo? ¿Por qué me has dicho "qué haces"?
Adara: Pues…
Rodri: Si no hablas no me entero de las cosas. O si quieres me voy, eh.
Adara: No, porque ya os lo dije, que no me estaba gustando este juego.
Rodri: Pero, ¿qué juego? Si tú eres la primera que lo hace. El juego. No es ningún juego. No te lo tienes que tomar a mal, ¿por qué te lo tomas a mal? Me dices eso ahí, luego nos dices a los dos que no nos acerquemos…
Adara: Porque estabais vacilándome.
Rodri: Es que no es un vacile. Estamos de broma y punto. Deja de mosquearte.
Adara: Vale, pero a mí ya no me gusta.
Rodri: ¿Qué no te gusta?
Adara: Pues el vacile.
Rodri: Y ¿por eso no me hablas en toda la tarde?
Adara: Pero si tampoco me hablas tú a mí. No me gusta el rollo que te traes con todas.
Rodri: Pero ¿qué todas? Si tú estás igual con todos. No es nada malo. Estamos normal.
Adara: Vale, pues a mí no me gusta.
Estoy dispuesto a dar por bueno lo que diga Adara. Solamente tengo el problema de decidir con qué me quedo. Adara piensa que hay un cachondeo entre todos y no quiere que la audiencia la juzgue como que está jugando a dos bandos. A Adara no le gusta el rollo que Rodri tiene con todas.
Todavía hay otra Adara, la que hablando con Noelia dice no estar interesada por Rodri al tiempo que se queja porque este le habla a Bea igual que a ella. Supongo que Noelia asume el papel de Celestina por destacar un poco, y acepta el encargo de dar un mensaje de Adara a Rodri. “Dile que no pasa nada, y que le trato como a un amigo”. ¿Qué tal si se lo dice ella directamente?
En definitiva, Adara dice que no habla de Rodri, pero se pasa todo el día no hablando de él. Mi conclusión es que le gusta y anda con Pol para compensar que Rodri anda con Bea. Además, los dos piensan que este juego puede interesar a la audiencia, pero no han valorado que habiendo pasado por alto las prisas del principio el frenazo de ahora nos puede desmotivar completamente. Deben ir hacia adelante o hacia atrás, porque más naderías absurdas y contradictorias no pueden generar nada bueno. Particularmente, me debato entre la apatía y la ira. Sospecho que provocar una iracunda apatía no es algo que nadie pueda desear.
Rodri dice que esto puede acabar mal, pero a mí lo que me preocupa es haber dedicado ya hoy más de mil palabras a una historia que ha nacido medio muerta y se termina de marchitar por momentos. Pero claro, es lo que tiene comentar un día que terminó entre selfies . No se me quejen porque sería peor contarles lo del fallido juego de la fiesta que tuvieron anoche.
Luego está el clarividente análisis del más neardental de la casa, aquel que es más homo que sapiens. Álvaro pontifica cuando habla, despertando una inexplicable fascinación en algunos de sus compañeros. Qué razón tenía Candelas cuando decía que Rodri le lame el traserillo. Álvaro dio a entender que Adara había “mariposeado” con él también, pero se había apartado a tiempo. “Las tías buenas están acostumbradas a que les bailen el agua, y lo que hay que darles es el escarmiento”, afirma Álvaro. Mira, yo ya…
“A esta, si le das candela la tienes en la mano”, sigue diciendo Álvaro. La de la “candela” se supone que es Adara, no Candelas. El siguiente lugar común de este tipo es: “Si tú te apartas ella va a ir a buscarte”. Estaba hablando con Pol, a quien su ego no le deja que piense otra cosa. Yo creo que si Pol se aparta Adara se queda tan a gusto. Siempre puede hacerse rapar la cabeza con su nombre. Ayer le serigrafiaron la cabeza con la cortadora de pelo. Debieron hacerle un corazón para así tener el que nadie le puso en el juego del pasado domingo.
Luego Álvaro daba sus rancios consejos a Rodri. Por pura profilaxis evito repetir con detalle muchas más cosas de las dichas por este personaje. Solo apuntar que para decir que a Pol le gusta Adara no se le ocurre otra expresión que esta: “Está pillado por sus pezones”. Y dice estas cosas sin que a ninguno de los presentes le venga una arcada. Ni nada.
Lo peor que le puede pasar a Pablo, por el que tengo una evidente debilidad, es juntarse a este grupo de los ‘torpedos’ impresentables. Álvaro le tiene ya en el bolsillo, para lo cual no ha dudado en tener un enemigo en común con el gofrero. Lo curioso es que Álvaro dice que no se puede fiar de Miguel y lo pone fácilmente como hoja de perejil, pero luego dice que cuando está con él es distinto porque le divierte. Me contraría coincidir con el arquitecto, pero es justo lo que me pasa con Miguel, a quien perdono casi todo porque al menos me entretiene. No le pasa lo mismo a Pablo, que desea salir nominado junto a su némesis, porque cree que así igual se libra de la expulsión. “La gente estará viendo lo falso que es”, dice Pablo.
Pablo piensa que si Miguel fuera un actor sería “de telenovela de autonómica”. Con lo cual quiere decir que es muy mal actor. “Ya quisiera ser actor”, dice Bárbara. Álvaro y Rodrigo coinciden en que no se fían de Miguel y siguen dándole vueltas a que no quiera revelar su edad ni su condición sexual. Al final le harán bueno. La obsesión es mutua entre Pablo y Miguel. Este dudaba ayer de que Pablo trabajase en una crepería y viviera en Londres.
Los argumentos de Miguel son bastante convincentes porque si trabajase haciendo creps se hubiera ofrecido a prepararlas para el grupo, especialmente ahora que han vaciado la despensa. Solo que se equivoca Miguel en que no es una crepería sino una gofrería. No se debe acordar de que comieron gofres la primera noche. Sobre lo de no hablar bien el inglés tampoco dice nada porque llevaba poco tiempo viviendo en la capital inglesa, cosa que Miguel seguramente también ignora.
Entretenidos con el juego de las carpetas con el que nos están empezando a aburrir Adara, Rodri, Pol y Bea, tal vez esté pasando inadvertido cierto acercamiento entre Clara y Fer. Ayer tuvieron un pequeño mosqueo, que aprovecharon para sellar con un cariñoso abrazo. Probablemente me equivoque, pero me pareció un poco forzado buscando el final feliz, por así decirlo. Fue un final feliz de baja intensidad, pero alto voltaje. El mosqueo vino porque hablando de sexo se preguntaban si es preferible comer o que te coman y Fer hizo una broma. Vino a decir que con Clara no es posible hacer las dos cosas a la vez.
Los altos son muy ingratos y les molesta que se les diga, especialmente las mujeres. Dile “enorme” a una chica enorme y es muy posible que tuerza el gesto. Clara no tuvo inconveniente en contar que rompió un somier, pero la broma de Fer no le gustó. Ya digo que se terminaron arreglando, aparentemente con gusto. Tampoco dudó Clara al decir que se ha liado con cuatro o cinco chicas (no recuerdo bien). No sabemos si bromeaba porque a nadie le interesa tanto su inclinación sexual como la de Miguel. O eso parece. Aunque hablando de Clara me quedo con la definición que hizo ayer de ella misma: “Soy como un caballo negro indomable”. Y no, no relinchó después ni nada.
Moleskine del gato
Lo de que estén sin comida no es bueno para lo nuestro. Vale que tengan pocas reservas en la despensa, pero sin nada no pueden ni robar comida. Además, las mentes dejan de pensar en nada que no sea comida. Se les quitan las ganas de todo, y eso tampoco conviene. Prefiero lo que hacen en otros países, y también se ha hecho alguna vez en nuestro Gran Hermano, de que puedan ganar una cantidad mayor o menor para la compra dependiendo de lo que se apuesten. Así hay garantía de que nunca se quedan sin nada y se evitan tener que aprovechar las fiestas para pasarles dos míseras empanadas de atún.
Pol ya tiene pensado que cuando Jorge Javier hable con él le va a llamar “rey”. ¿Se le ha ocurrido a él? No, dice que ya lo hacía Labrador en Supervivientes. Porque tener una idea original no debe ser propio de seres genéticamente perfectos.
Esta noche entra Terelu Campos en la casa. Su visita tiene que ver con la elección del primer concursante que visitará El Club. Sospecho que puede llevar un objeto para esconderlo en la casa y ganará el que lo encuentre. El Club puede ser la nueva inmunidad. Si así fuera, pido que sea una porra lo que esconda Terelu, para así hacer homenaje a su docuserie. Todavía no lo sabemos todo sobre El Club, que al parecer dará otros privilegios. Deseando estoy de verlo.
Y sí, amigos. Esta noche tenemos una fiesta, con Jorge Javier Vázquez al mando. Primeras nominaciones y parece ser que (tristemente) las dos primeras bajas.