Clara desafía a Meri seduciendo a Alain

telecinco.es 08/11/2016 09:11

No es fácil el papel de Alain, aunque bien visto tiene el privilegio de ser el gran deseado. Desde el principio ha sido el concursante en el que más mujeres han puesto el ojo, tanto dentro como fuera de esa casa. Me limito a lo dedentro y recuerdo que Candelas tonteaba con él los primeros días, aunque no llegó a lanzarse. Ignoro si esa carpeta fue malograda porque los ritmos de la concursante son más pausados y resultó expulsada demasiado pronto, o bien porque no le llamó suficientemente la atención. En lo que Candelas se lo pensaba y terminaba fuera de la casa, Meri se adelantaba para convertirse en el gran apoyo de Alain, la persona que lo sacó del ostracismo, única razón por la que durante semanas tuvo algo de protagonismo.

Alain disfrutaba del protagonismo que le daba Meri, dejando que fuera ella la que lo hiciera todo. Mientras tanto, él seguía ausente de las decisiones que habían de tomarse en la casa, callado mientras otros discutían, sin que le preocupase poco más que su forma física. Alain era beneficiado en el reparto de comida porque ser más musculoso que otros le hace merecedor de ello, al parecer. Tampoco nadie decía nada de sus nutridos desayunos. A la chita callando, Alain se procuró un cómodo papel consistente en limitarse a comer y dormir. Durante semanas nadie le reclamó nada más.

Ha pasado el tiempo y Alain es otro. La primera semana que salió a la palestra rompía su silencio en las discusiones y cargaba contra los que comían entre horas, poniéndose a la cabeza de los moralistas defensores de la rectitud. Mucho me temo que para igualar todo lo que Alain ha comido durante semanas tendrían que haberse dado atracones espectaculares. Nada de esas ridiculeces de un huevo o una lata de atún. Pero los malos eran otros, y Alain ya había abandonado el segundo plano, cambiando su rol de forma repentina.

Viendo cómo se comporta ahora Alain, si fuera mal pensado podría decir que discute con Meri y se muestra con ella desagradable en ocasiones porque Fer dijo que era quien más papeletas tenía para irse esta semana. Realmente no lo creo. Me inclino a pensar que el cambio de actitud de Alain con Meri tiene otra motivación, también relacionada con algo dicho por Fer esos tres fatídicos días que estuvo en la casa. La misma madrugada del jueves, poco después de su regreso, Fer mantenía su primera conversación larga con Alain para advertirle de que a veces los gestos no acompañan nuestras palabras. Le quería sugerir que a Meri le está diciendo de palabra que no tendrán nada, pero se abraza a ella, se dan caricias y duermen a veces muy pegados. Fer alertaba a Alain de que podía pasarle lo que a él con Clara, quien malinterpretó algunos gestos y terminó creyendo que estaba ocultando sus sentimientos por ella.

Alain no tuvo la personalidad suficiente para decirle a Fer que reservase sus consejitos para quien se los pidiese. Muy al contrario, le escuchaba como si la suya fuera palabra divina. Esto les ha pasado a todos, y lo entiendo, porque es fácil interpretar que se trata de una voz autorizada al haber estado fuera de la casa y tener toneladas de información que ellos desconocen. Alain escuchaba arrobado el discurso de un Fer que ejercía en este caso de anticelestino. Alain ha vuelto a cambiar de actitud, esta vez en lo relativo a su relación con Meri, y diría que es por la conversación referida con Fer.

Renunciar a las caricias y poner distancia física sería el consejo de Fer, pero realmente Meri no es Bea. Quiero decir que no está colgada de Alain todo el día cual koala. Cierto que a veces está tumbado uno encima del otro, indistintamente, pero para Alain no debe ser fácil prescindir de eso. Parece que quisiera hacer llegar a Meri el mensaje de que no va a obtener nada más de él, pero preferiría hacerlo de otro modo que no implicase prescindir de su cariño. Un cariño del que lleva disfrutando casi dos meses y puede haber generado en él cierta adicción. Alain sabe que debe alejarse de Meri, pero le cuesta hacerlo.

Por eso creo que Alain se comporta a veces de manera tan desagradable con Meri. Anoche, sin ir más lejos, se ponían los dos delante de los micrófonos de la radio. Meri había ido a la cama a despertarlo para hacer la radio, y comenzaba contando ese intrascendente hecho. “He ido a la cama para conseguir que levantase su culo sedosito…”, decía Meri, y Alain interrumpía pidiendo que dejase de decir palabrotas. Esta escenificación de una ofensa inexistente es una gran torpeza por parte de Alain. Lo dicho por Meri no justifica que se levante ofendido, repitiendo una y otra vez que está harto de Meri y sus formas. “Cansas mucho, agotas, estás todo el día así, no eres consciente, estás todo el día, te lo juro”, decía Alain.

Entiendo que Alain prefiere lanzar su mensaje de otro modo. Tal vez siendo desagradable e injusto con Meri consiga que ella se olvide, o deje de mirarle con los buenos ojos que siempre lo ha visto. Si la desprecia y exagera su lado más inmaduro posiblemente consiga que sea ella la cansada y decida alejarse. No me cabe duda de que Alain no se ha visto con fuerza de voluntad para prescindir del cariño de Meri y por eso opta por ser desagradable con ella a veces. Es su plan B, la otra táctica con la que puede conseguir convencerla de que no tendrán nada más que una bonita amistad.

Al objetivo de Alain puede ayudar Clara, sin ella saberlo. Ella ha dado ya las claves suficientes. Resulta que se fijó en el francés desde el primer día, aunque empezó a tener sentimientos por Fer. Como a ella no se le ha resistido ningún hombre debió darle poca importancia al hecho de que el gaditano tuviera novia. No es tampoco un pequeño detalle sin importancia. Imposible saber lo que hubiera sucedido si llega a poner sus ojos en Alain. Ahora juega con fuego, no porque Alain tenga compromiso ninguno, sino porque buena parte de la audiencia no verá con buenos ojos que tontee con el chico que le gusta a Meri.

Complicado de aceptar que Clara quiera pasarle por la derecha a Meri y esté intentando seducir a Alain. Mucho menos después de que esta lleve semanas a pico y pala, intentando vencer un obstáculo que todos en la casa le han estado convenciendo de que es fácilmente salvable. La edad es el inconveniente de Alain para plantearse tener algo más con Meri. “Si tuvieras unos años más podría tener algo contigo”, le dijo la noche aquella que travistió en botánico del amor. No descartó la posibilidad, lo cual en lugar de disuadir puede animar a que Meri lo siga intentando. No le estoy acusando de que haya sido poco claro. En realidad, lo ha sido hasta donde ha considerado oportuno. Creo que Alain está en su derecho de aclarar las cosas como él elija. Si es con la bata de botánico puesta, pues enhorabuena. Cada cual es libre.

El problema no es que Alain haya sido más o menos claro. No está obligado a serlo como a los demás les parezca oportuno. En realidad, sería imposible que complaciera a todos. La cosa es que Clara estaría cavando su tumba como concursante al meterse en medio de la relación de otros dos compañeros de encierro. Incluso siendo el caso de que no tengan nada serio todavía. Digo que estaría cavando su tumba porque sinceramente no creo que esto vaya a decidir nada. La situación en el concurso es tan delicada que cualquier cosa puede suceder. Por otra parte, la tumba de Clara está perfectamente perfilada, presta y dispuesta para cuando llegue su momento. No influirá tanto como hubiera influido en otro caso lo que haga con Alain. De momento, ayer vi a Clara encima de Alain, como si fuera Meri. También ella lo vio, y desde su supuesta inmadurez me pareció que lo asumía con sosiego y sentido común. A veces los más inmaduros resultan ser quienes menos lo parecen.

¿Logrará Clara conquistar a Alain? Podría valer para el caso la frase que ayer mismo le decía Noelia a Clara: “Quien no quiso cuando pudo no podrá cuando quiera”. No hablaban de Clara y Alain sino de Noelia y Rodrigo. No sé cómo hemos terminado llegando a esta situación, con dos mujeres (Bea y Noelia) disputándose a Rodrigo, y otras dos (Meri y Clara) a Alain. Lo de Rodri y Bea parece más que claro. Ellos saben que las parejitas cotizan en el concurso, y siguen vendiéndose. Rodri ayer en la radio: “Salvadnos, que somos la única pareja divertida, no como Adara”. Bea asentía y reía, aunque el comentario parece que llega con días de retraso. Hoy por hoy sobra lo de “divertida”, sencillamente son la única pareja. Igual no se han enterado de que Adara ya no tiene pareja en la casa, porque fue expulsado el jueves.

Más dudas plantea lo de Alain, el eternamente deseado. Clara incumple una de las reglas de oro a la hora de intentar seducir a un hombre: que sea el hombre deseado por tu amiga. Ella diría que Meri no es su amiga, sobre todo en estas dos últimas semanas. Es igual, todos los movimientos de Clara apuntan a que va por Alain a saco. Empezó entablando conversación con él, primer movimiento de libro. Él se siente cómodo hablando y así no sentirá estar traicionando a su otra pretendiente. El segundo paso es crear una química natural entre los dos, sin llegar a evidenciarlo. Todos estos pasos son previos a que él llegue a enterarse de las verdaderas intenciones de ella, si es que no se ha dado cuenta ya.

Luego de superados los dos primeros pasos la cosa consiste en ir avanzando con cautela, pasando cada vez más tiempo con él, tumbándose a su lado como hace la otra pobre chica, compartir labores en la casa (la cocina en este caso), y en este punto solo cabe dar el paso definitivo. Ahí entra la imaginación que le ponga cada cual. No hay dos conquistas iguales, pero el objetivo es siempre común: seducir al otro. O más profundo aún: llegar a enamorarlo. No apuesto un chavo porque Clara llegue a conseguir nada con Alain. No tanto porque puede que le quede poco tiempo en la casa. Es inútil engañarse: Clara puede ser expulsada por la audiencia este mismo jueves. Aun así, no creo que Alain tuviera nada con ella. Igual que ha hecho con Meri, se dejará querer, aprovechando el protagonismo que otros le procuran. Pero poco más. Alain es tibio también en esto, y sospecho que no entra en sus planes nada que tenga relación con amor.

“Ella sabe claramente que a mí me gusta él”, le decía Meri a Adara. La clave del “claramente” no fue suficiente y Adara tuvo que pensarlo un poco para terminar sabiendo de quién estaba hablando su amiga. La unión entre Meri y Adara ha sido providencial para esta última, que ahora estaría completamente sola, tras las salidas de Pol y Bárbara. Este concurso es muy complicado de vivir en soledad. Basta con otra persona para poder ir siguiendo el camino. De nada vale ahora recordar que Meri fue poco leal y mintió para lograr que la dejasen de nominar. Lo que ahora le importa a Adara es tener su apoyo. “Ahora que estás conmigo van a por ti”, le decía ayer. “Ya me lo soltaron la semana pasada, pero me la pela lo que digan”, contestó Meri. “Las dos juntas hasta el final”, decía Bárbara, y ahora veo que bien pueden cumplir el plan Meri y Adara.

Meri comparte con Adara ese mismo perfil de concursante kamikaze. “Saben que me puedo ir esta semana por lo que dijo Fer. Por eso intentan picarme”, le decía Meri a Adara. Y consciente de esto ella seguía ayer a lo suyo. A eso de las cinco de la madrugada las luces del dormitorio seguían encendidas. Meri y Adara planeaban una broma con harina a sus compañeros. Disimularon acostándose hasta comprobar que todos dormían. Pero les entró la risa en la cama. Alain seguía el juego a las dos, que acariciaban a dúo su brazo. En momentos como ese, Alain demuestra que es muy diferente a Clara y compañía. No comparte la amargura que ha caracterizado al grupo dominante.

Clara clareaba una vez más. Demasiado alterada para lo que estaba pasando, reaccionaba llamándoles “gilipollas”. Luego comentaba: “Dos retrasadas de mierda haciendo el gilipollas a las cinco de la mañana”. Después de reclamar que fueran al salón si querían reír, Clara terminaba levantándose cuando Adara y Meri salían del dormitorio. ¿No era eso lo que quería? Lo hizo para seguir con su amarga protesta, al más puro estilo de Mirentxu (GH 10), protestando porque no la dejasen dormir. Llegó a burlarse de los viajes de Adara a Oriente, lo cual denota claramente (me salió así) un poquito de envidia. Solo un poquito.

Moleskine del gato

Me gusta la extraña prueba de esta semana. Ayer una mano salía de la pared del dormitorio y metía un despertador. El despertador estaba sonando de la atronadora forma que suenan siempre. La mayoría ni se levantaron. De entre quienes lo hicieron nadie apagó el despertador. Tuvieron que llevarlo al ‘confe’ Clara y Miguel, cómplices en la prueba. Curiosa reacción, o tal vez debería decir no reacción.

Y a modo de homenaje a Vitín (GH 15), alguien tuvo que ponerse un pulpo en la cabeza durante media hora. ¿Adivina el lector quién se ofreció? Sí, el mismísimo Alain. Quizá quería enfriar sus pensamientos por un rato.

Y dejo cartelera, con Adara en “Todas las azafatas van al cielo”. Por Montse Juanilla.