Dani Santos y Laura Campos, dos concursantes hipotecados

telecinco.es 14/03/2016 09:38

Los dos concursantes incorporados el jueves pasado tienen un plan. Es un único objetivo común que llevan planeado desde antes de entrar. Son concursantes maniatados e hipotecados, que no están siendo ellos mismos porque les condiciona su guion. Dani y Laura, a la que seguiré llamando Toti para evitar confusiones, se han apresurado demasiado en aplicar ese guion previamente escrito, lo cual les delata en buena medida. Es una opción, nadie dice que no puedan hacerlo, pero las circunstancias les hacen más rehenes que concursantes, y sufrirán las consecuencias de ello.

¿Cuál es ese objetivo común y único que parecen tener Dani y Toti? Muy simple: apoyar, proteger, defender, salvar a Laura, de los Matamoros de toda la vida. Es una hipoteca porque tienen una deuda de gratitud hacia esta concursante. Lo confesaba Dani la otra noche en confidencias a media voz con Toti. Hablaba de su gratitud hacia Laura porque gracias a ella o, mejor dicho, a sus seguidores está ahí dentro. Le apoyaron para que fuera elegido entre los cuatro candidatos, por lo que debemos echarles las culpas de no estar disfrutando de Frigenti y Samira como concursantes y en su lugar tener dos marionetas con un plan prefijado.

No se trata de que Dani y Toti entren con sus preferencias y simpatías hacia unos concursantes u otros, como suele pasar con los que entran con el concurso empezado habiendo sido reservas. En este caso el problema es otro, y es que entran condicionados por esa mochila de gratitud que hipoteca su concurso y condiciona sus actos. Una mochila común soportada por las espaldas de Dani y Toti, aunque más pesada aun la de Dani. En su caso, reparte gratitudes entre las dos Lauras. ¿Quién no se ha preguntado cómo es posible que fuera Dani el más votado para entrar? Si pido que levanten los lectores la mano si lo han pensado seguro que habría ahora mismo muchas manos levantadas.

A Dani no solamente le apoyaron los Lauristas de la Matamoros sino también los de la Toti. Laura Campos estaba tan convencida de que sería una de las dos elegidas que decidió pedir a sus seguidores que apoyasen a Dani porque quería entrar con él mejor que con otro de los aspirantes. Por eso el eterno estudiante de arquitectura fue el más votado, lo cual también le hace rehén de su avalista. Toti quería a Dani dentro y lo consiguió, ahora será difícil que él se niegue a seguir sus dictados. Si fueran un poco más espabilados habrían esperado un poco más en poner su maquinaria al servicio de Laura y, por extensión, su grupo.

Por eso eligieron cama desde la primera noche en el dormitorio de los pájaros, y la siguiente noche, apenas 24 horas después de entrar, ya afirmaban en ese mismo entorno que no nominarán a ninguno de los que allí duermen. Por si alguien está despistado, en el dormitorio clásico duermen Carlos, Alejandro y Fran. Ya que expresen ese plan presupone que será Raquel la expulsada, porque de otro modo no podrían hacerlo. No creo que esté contenta esta concursante si lo piensa así, pero está claro que los tres puntos de los nuevos van para los del otro dormitorio. No hace falta hacer un fino análisis para darse cuenta de que están remando para conducir a Laura hasta la final.

Pero no todo se limita al plan nominatorio de los nuevos, con el que también tienen el objetivo de salvarse ellos mismos. Muchos de sus actos desde el jueves van encaminados a dejar en evidencia al enemigo. Un enemigo común que comparten con Laura, aunque estén recién llegados. Curioso y veloz posicionamiento de estos dos concursantes, que no se muestran como son, no siguen sus propios impulsos y no se dejan llevar libre y alegremente según lo que les transmite su experiencia. Prefieren ejecutar el plan previsto sin cuestionarse nada sobre la marcha.

Pedimos a los concursantes que sean ellos mismos. No que entren a saldar sus deudas de gratitud a otros concursantes y eso condicione su concurso. Eso es traicionar el formato. Dani y Toti adulteran el formato y el concurso más que todo aquello que muchos llevan tiempo criticando como responsable de una pérdida de identidad del formato. ¿Dónde están los que tanto han defendido las esencias de Gran Hermano? Dani y Toti pervierten esas esencias con su artificiosa actuación. Es descarado que casi todos sus actos estén dirigidos hacia la consecución de un mismo objetivo: comprometer y dejar mal a determinados concursantes, aquellos a los que piensan nominar para sacarlos a los tres a la palestra y así causar una baja inevitable en el otro dormitorio. Pienso que hasta las quejas exageradas de Toti cuando Fran da unas palmadas en su culo persiguen este mismo fin.

No seré yo quien defienda a Fran, quien se toma unas confianzas que no tiene con Laura cuando palmotea su culo. Ahora bien, pienso que ella también ha mostrado demasiada confianza cuando se une al baile restregando su culo al de Fran. Tal vez eso sirve para que Fran se anime y llegue donde llegó, lo cual no lo justifica, pero sí atenúa la gravedad del gesto. Laura aprovecha para dramatizar en exceso, intentando poner en evidencia a Fran y, por extensión, a sus aliados.

Si Toti tenía intención de humillar a Fran creo que no lo consiguió, porque ella misma demostró después que había exagerado al confesar que no le había importado tanto. También naufragó si quería implicar a Carlos y Alejandro, que con buen criterio no defendieron a Fran. Otra cosa es el comentario clasista de Fran en el ‘confe’ sobre el chóped y el caviar. Comentario de mal gusto por muchas razones. Entre otras, porque está despreciando a Toti y, además, porque el chóped tampoco se merece tan mal trato.

No analizaré de forma pormenorizada cada actuación de los nuevos concursantes para demostrar que están pagando su hipoteca desde el minuto uno y de forma religiosa. Sí pondré al menos un ejemplo más porque representa lo que ha sido el fin de semana. Las entrevistas de Dani tienen siempre el mismo objetivo. Ya lo vimos en su edición, al mismo tiempo que pudimos comprobar cómo fracasaba en su infructuoso intento de perjudicar a Pepe Flores, que con razón le sigue llamando hoy en día “pajarraco”. No obstante, me interesan más las actuaciones conjuntas, que evidentemente no están improvisadas.

No sobran las comillas si decimos que a Toti se le “escapó” contar que Carlos se lavó los dientes con el cepillo sucio. Tengo claro que no se le escapa, muy al contrario, perseguían que está información llegase a Carlos como fuera. Dani hace aquí el papel de payaso de cara blanca y buenas intenciones. También se puede decir que hacía de poli bueno. Se les tuvo que “escapar” tres veces, lo cual es inequívocamente revelador. Tampoco les sirvió de nada la estrategia en este caso. Se supone que el objetivo era provocar una enérgica reacción en Carlos para que los programas sigan pintándole como un concursante colérico de reacciones destempladas, lo cual está muy alejado de la realidad. Prueba no superada.

La reacción de Carlos fue bien tranquila, negándose a admitir la evidencia y quitando hierro a la cuestión porque agua pasada (y sucia) no mueve molino. Esto también había que criticarlo. Es parte del proceso de demonización que se observa hacia este concursante. ¿Tan complicado resulta entender que Carlos no pueda creerlo? ¿Realmente no se entiende que confíe ciegamente en el programa? Particularmente creo que se juntan dos cuestiones absolutamente entendibles. Primero, que en su cabeza no cabe que le dejasen usar el cepillo. Segundo, que intente evitar sentir la humillación ante el grupo y ante la audiencia de que algo así le haya podido pasar. Muchos reaccionaríamos igual.

Otros muchos detalles observados van en la misma dirección. Dani busca el fallo del contrario, lo cual sería una estrategia como otra cualquiera de no ser porque siempre elige al mismo contrario. Su fin es proteger y beneficiar a Laura y todo conduce a ello. Por contraste, se trata de perjudicar a sus enemigos. Cuando le pregunta a Carlos si su novia puede estar con él por interés, cuando le cuenta a este mismo compañero el supuesto acierto de una predicción de Rappel para pedirle su opinión. Dani es un estajanovista de la entrevista pendenciera repleta de preguntas mamporreras que persiguen la descalificación del entrevistado. Por cierto, muy triste me parece que un acierto de Rappel tenga que ser celebrado.

Moleskine del gato

Hoy mi agenda viene cargada de notas breves. Empiezo por lo importante. Así estaban los porcentajes ciegos anoche al final del Debate: 59,5 %, 28,1 % y 12,4 %. Por otra parte, Dani y Rappel consiguieron anoche con una llamada exitosa tener esta semana el privilegio de la salvación, que habrán de pactar entre los dos.

Belén Roca vive la complicada situación familiar que le hizo abandonar el concurso paseándose desde el jueves por los platós. Si con su abandono pretendía la familia que dejase de quedar mal ante la audiencia, como parece, no debería prodigarse tanto. Para ella anodina es sinónimo de puta, según vino a decir ayer. Para eso mejor que se quede en casa.

Hablando de sinónimos, el jueves pasado Julián afirmaba que Carlos no fue culpable de su abandono, pero sí responsable. Con su tono displicente habitual le pedía a Javier que lo pensase, porque no es lo mismo una cosa que la otra. Pero el DLE (Diccionario de la Lengua Española de la RAE) aparece el término "responsable" en una de las definiciones de "culpable". Y en el diccionario de sinónimos de ‘El Mundo’ uno de los que aparece si ponemos culpable es, precisamente, responsable (además de "incurso, reo, inculpado, condenado, causante, culpado, convicto, infractor, penado"). O sea, son sinónimos.

Anoche en el Debate aparecía al principio Diego Matamoros sentado a la izquierda de Miguel Frigenti, en la segunda fila de una de las gradas. Al rato Frigenti, Luis Rollán y Ares Teixidó se desplazaban al asiento a su izquierda para cubrir el espacio vacío que había dejado el defensor de Laura Matamoros. A la derecha de Teixidó quedaba un asiento vacío que un poco más tarde había desaparecido. No tengo especial curiosidad por conocer el motivo del abandono de Diego, pero creo que cuando un invitado desaparece la audiencia se merece una mínima explicación por parte del programa.

La explicación que algunos encontraban anoche al abandono de Diego Matamoros es que había vuelto a una famosa discoteca donde estuvo el sábado junto a Belén Esteban, en la que aparecía proyectado de forma bien visible un mensaje pidiendo la expulsión de Alejandro. Algunos no solamente tienen espacio en un reservado de la discoteca sino derecho a poner mensajitos de interés personal. ¿Por qué habría de volver anoche? Se dice que para corregir el teléfono al que mandar los mensajes de expulsión, porque el que pusieron el sábado era erróneo. No haré más comentarios sobre esto, que me da la risa.

Quien no apareció en el Debate de anoche fue Ylenia. Se lo debemos a Samira. ¡Bravo, Samira!

Tenía entendido que entre colaboradores del Debate había unas reglas básicas de respeto por un elemental sentido del compañerismo. Pero visto desde fuera aquello parece en ocasiones un foso de reptiles hambrientos. Me llama especialmente la atención la insistencia de Nagore llamando fracasado a Frigenti anoche. Tal saña solo se entiende por frustración o envidia. Por mucho que lo intente veo imposible que Nagore llegue a hacer nunca un trabajo tan honesto y documentado como el que lleva tiempo realizando Miguel Frigenti.

Y dejo cartelera, con Laura Matamoros como ‘La lobo de Wall Street’.

[Montaje por Montse Juanilla]