El día decisivo

telecinco.es 18/12/2014 08:57

Hoy es el día. Esta noche, Guadalix se viste de gala y Navidad para proclamar ganadora de Gran Hermano 15. Paula, Alejandra o Yoli, una de ellas tendrá el honor de ser la última en abandonar la casa y sentarse también la última junto a Mercedes Milá en el plató. Susana Molina le entregará un poco más tarde el maletín con el que todos sueñan. Maletín que aparte de contener el dinero está abarrotado de ilusiones y lleva un pasaporte a la gloria de convertirse en uno más de ese disputado palmarés reservado a los ganadores.

Hace tres meses, el día después del estreno, dije que esto olía mucho a Gran Hermano, y así se ha mantenido durante este tiempo. “Esencia”, le apuntaba Susana (GH 14) a otro concursante antes de la final de la última edición. Esa esencia de la que tanto se habla, sin saber muchas veces lo que es, en realidad depende del olfato más que de ningún otro sentido. Tal vez sea un olfato figurado, una metáfora sin más. Hay aromas que entran por la nariz y otros que invaden todos nuestros sentidos. La esencia de Gran Hermano se siente más que olerse. Y se vive con emoción.

También dije hace tres meses esto de Paula:

“A Paula todo le parece “chuli”, tiene tatuados hasta los tatuajes, es lo más parecido a como me imagino la novia de Pocoyó (pobrecito, si no ha hecho nada malo) y sospecho que aspiró un enorme globo de helio antes de entrar. De otra forma no se entiende. Basta con escucharla para saber de lo que estoy hablando”.

Y sobre las primas escribía lo siguiente:

“El ‘súper’ se empeñó sin éxito en hablar con la cabra en el ‘confe’, y cuando ya creíamos que era muda escuchamos sus primeros balidos justo en el momento que llegaron a hacerle compañía Yoli y Alejandra, una morena y otra rubia, primas de Albacete. Entonces Milá dijo que la rubia era licenciada en Educación Primaria, y por un momento creí que se estaba refiriendo a la cabra. Luego dijo la rubia, o sea, Yoli: “De vez en cuando leo libros”, y entonces volví a dudar de lo de la licenciatura. Por cierto, Yoli es como Tatiana Maleskina pero sin rajeta. O sea, sin tener siempre la rajeta en la boca. Bueno, ya me entienden”.

¡Cuántas cosas han pasado desde entonces! La edición que se iba a vivir en compañía, aunque habría de ganarse en solitario, al final puede tener como ganadora a una concursante que entró sola. Uno de los pocos casos, aunque las otras dos posibilidades no solamente harían ganadora a una concursante que entró en compañía, sino que ambas han logrado llegar hasta la final. Aunque en realidad, no voy a engañar a nadie, las posibilidades que tiene Yoli de ganar son casi tantas como que Mercedes pronuncie mi nombre tras abrir el sobre con el del ganador escrito en una tarjeta. Las familias de las primas y buena parte de sus seguidores así lo han querido.

Esta estrategia de unificación de votos, de la que tanto se ha hablado, puede hacer que pierdan algo de valor las encuestas publicadas. No es lo mismo que compitan tres concursantes en igualdad de condiciones que esa votación quede condicionada y bastardeada por una estrategia que deja sin posibilidades a una de ellas. No voy a volver al tema, porque suficiente se ha comentado ya. Si les sale bien la jugada habrá que dar la enhorabuena, y pedir al programa que la próxima vez no dejen la puerta abierta a que algo así suceda. Por ejemplo, dando elegir a la pareja quién opta por el premio, impidiendo así que sus dos miembros lleguen a la final. Tal vez sea esto lo que en justicia tendría que haber pasado.

Quiero decir que aunque veamos por delante en todas las encuestas a Paula y con una distancia importante en algunas de ellas, puede ser que el resultado real de los votos difiera en algo de estas previsiones. Por otra parte, el público que hace un seguimiento completo, incluyendo Internet y redes sociales, del programa no es el mismo que vota. Además, las hinchadas enfervorecidas votando de forma desaforada, rifando hasta la vergüenza, hacen más imprevisible que nunca el resultado. Por eso, a unos y otros, seguidores de Paula y Alejandra, les animo a seguir votando como si no hubiera un mañana. Alguien se alegrará al ver los ingresos obtenidos. Y ojalá que eso contribuya a asegurar próximas y prósperas ediciones.

De plantearse un cambio en la forma de votar casi ni hablamos. Creo que es el punto débil del formato ahora mismo. Un programa líder en audiencia, con un tráfico web realmente apabullante (y cada vez mayor), cuya participación a través de comentarios no es superada por ningún otro programa (este blog ha vuelto a hacer casi 2.000 comentarios diarios y en redes sociales ha estado cerca de los 10.000.000), posiblemente merecería unas votaciones accesibles a una mayoría, para que esa participación pudiera ser también masiva. No en vano, es la participación más importante, de la que depende el propio desarrollo de la acción. Parece un poco obsoleto seguir dependiendo de llamadas y votos por SMS, un tipo de mensaje casi olvidado ya y superado por otras opciones gratuitas de comunicación.

Nunca es momento de abrir el melón del cambio de sistema de votaciones, pero mucho menos tras una votación para elegir el ganador que, según me cuentan, está teniendo una enorme participación. Por otro lado, es la primera edición en mucho tiempo en la que no hemos tenido ninguna pista sobre la evolución de los votos. Los porcentajes ciegos han brillado por su ausencia esta vez. Si he decir verdad lo celebro, porque no hubiera conseguido otra cosa que aumentar esta ceremonia de la confusión, en la que las encuestas dicen una cosa y luego se ve la virulencia con la que se está votando o las miles de capturas de votos publicadas en Twitter, y entra un vértigo extraño.

En todo caso, los resultados de algunas de esas encuestas a esta hora son los que siguen:

Google + oficial: Paula 66 %, Alejandra 28 %, Yoli 6 %

Vanitatis: Paula 58 %, Alejandra 33,7 %, Yoli 5,2 %

Encuestas GH: Paula 52,26 %, Alejandra 46,8 %, Yoli 3,94 %

Portal GH: Paula 63 %, Alejandra 32 %, Yoli 5 %

El Gato encerrado: Paula 66 %, Alejandra 31 %, Yoli 3 %

Con todo, insisto en que no debemos confiar en las encuestas. La realidad lleva su propio camino. Solo hay una cosa clara, Yoli terminará apareciendo en los libros como una de las finalistas con menor porcentaje de votos.

Alea jacta est, como decían los romanos. O sea, la suerte está echada.

Moleskine del gato

No quisiera dejar pasar un día más sin completar el habitual apartado de agradecimientos. Seré particularmente breve en esta ocasión porque tras esta edición de Gran Hermano todo apunta a un GH VIP, por lo que este blog tendrá continuidad tras el descanso durante las fiestas navideñas. Pero es de justicia agradecer a Jordina sus revisiones diarias y no pocas correcciones a mis textos (y por su paciencia, y por aguantarme, y...), a Montse por los carteles de cine (todo un clásico), a Xaxu (@xaxuli) por estar siempre ahí, a Miguel (@Tito_Soy) por dejarse robar trocitos de talento con tanta amabilidad, y a mi otro Miguel (@MiguelFrigenti) por su complicidad.

Tampoco sería normal que no agradeciese a todos los que han venido este lugar (leyendo, comentando, o incluso solamente votando en nuestra encuesta) y lo han vuelto a convertir en uno de los contenidos más visitados de las webs de Mediaset durante los últimos tres meses.

Por último, quiero agradecer a Paula, Alejandra y Yoli su entrega y generosidad, igual que la de la mayoría de concursantes en esta edición. Incluso aquellos que se rieron de nosotros hasta el hartazgo. Y siempre gracias a Mercedes Milá, alma máter de todo esto.

Esta noche tenemos una fiesta, la última de la temporada. Será una fiesta por todo lo alto. Una fiesta muy especial, la esperada cita tras el prolongado encierro. Y cuando la fiesta acabe, se habrá apagado la vida en la casa de Guadalix. Atrás habrán quedado pasiones, emociones, sufrimientos y risas. También momento de rabia y de disfrute. Siempre una cosa y su contraria, porque todo cabe en esa jaula llena de magia que me sigue teniendo irremediablemente atrapado.