¿Por qué Emma Ozores duerme tanto?

telecinco.es 09/03/2017 09:00

Me pregunto por qué Emma duerme tanto. ¿Dónde se creerá que está? ¿Qué concepto del trabajo y del espectáculo tiene? En una nueva era de Gran Hermano el poder de decisión de la audiencia debería aumentar para que podamos decidir qué concursantes no merecen su sueldo. Con una votación semanal podríamos elegir a quién le quitan su asignación para donarla a una causa benéfica. Tal vez así algunos no tendrían la desfachatez de ir a ver pasar el tiempo, aportando poco o nada al concurso. En las últimas galas ni siquiera hemos visto el vídeo de momentos divertidos de la actriz. ¿La razón? No los hay.

Se preguntará el lector que si esto es así por qué no expulsa la audiencia votante a esta concursante. Es nuestro mecanismo todopoderoso para castigar a los que no trabajan. Yo tampoco me lo explico, aunque está claro que edición tras edición se equivocan aquellos concursantes para los que no ser expulsados significa que han sido salvados por la audiencia. No es así. Es cierto que se han salvado, pero muchas veces es por las circunstancias. Otro concursante merece más ser expulsado o por alguna razón ha logrado ser más detestado. Se vota para expulsar, algo que siempre defenderé porque la audiencia votante de Gran Hermano es y debe seguir siendo castigadora. Por tanto, no se salva a nadie.

Ayer Aída ponía una vez más el dedo en la llaga, acertando por entero al plantear a Emma su escasa aportación. “Aquí has venido de vacaciones, da igual que estés o no estés”, decía. Es sorprendente que nadie más lo haya comentado. Aída se gana enemigos diciendo las cosas sin ambages y con un lacerante sentido común. Podía compartirlo con la audiencia, en el ‘confe’ o en su blog. También podía comentarlo con algún compañero en charla privada. Pero ella prefiere ir delante y por derecho. Aída va siempre a cara descubierta. Su única máscara es esa que se pone por las noches en la cara. Hace de fiscal y con frecuencia deja sin defensa a su acusado por lo indiscutible de sus contundentes argumentos.

“Estás de vacaciones. ¿En qué colaboras? A mí me indigna”, le dice Aída a Emma. No es la única indignada, porque con concursantes como Emma no hay programa. ¿Imagina el lector doce Emmas en la casa? Acostándose a la una y durmiendo a media mañana o echándose la siesta. Cuando hay un conflicto a resolver en comunidad y Emma es consultada siempre responde que a ella le da igual. ¿Cocina cada día el que toma la iniciativa o se establecen turnos para que esa tarea esté mínimamente ordenada? Daniela plantea este dilema ante el que otros tienen una opinión. Emma no. A ella le da igual ocho que ochenta. Eso sí, no la he visto acercarse a la vitrocerámica si no es para curiosear, y tampoco mucho. No se vaya a cansar mirando. Mientras tenga un plato en la mesa a la hora del almuerzo y en la cena todo va bien. El resto se la refanfinfla directamente.

Lo de no pagar a los que no aportan nada ni al concurso ni a la convivencia también se le ha ocurrido a Aída, que parece tener una fuerte conexión con el exterior. “Qué pena que Gran Hermano no quite el sueldo a los que no trabajan”, musitaba para ella misma ayer. Antes había tenido que soportar el innecesario gesto de Irma sujetándola mientras discutía sobre esto con Emma. Agarrar a alguien en medio de una discusión solo está justificado si hay evidencia inequívoca de que puede haber contacto físico. Se evita así la violencia con una medida extrema, también violenta. Si ni por asomo se puede imaginar algo así la única violencia es la que ejerce quien sujeta sin motivo.

Irma lo único que puede conseguir sujetando a Aída es que esta se moleste y tenga una reacción inesperada. Y, desde luego, también consigue transmitir una idea diferente de esa realidad. No era necesario sujetar a nadie. Aída habla en tono alto y muchas veces con excesiva energía. Nada más. La reacción a sus comentarios es sujetarla sin necesidad para hacerla quedar como violenta, además de contestar con gran frecuencia que es dañina. Está bien la apreciación si así lo piensan, pero no estaría de más que la acompañasen de argumentos.

Me hubiera gustado escuchar a Emma alguna explicación a las acusaciones de Aída. Que explicase su concepto sobre lo que es un concursante de Gran Hermano, por qué ha preferido decepcionar las expectativas sobre su participación renunciando incluso a concursar. Y es que ni siquiera a la hora de nominar o posicionarse sobre quién prefiere que sea el expulsado Emma es colaboradora. Tira siempre balones fuera, dando argumentos absurdos y evadiendo cualquier tipo de compromiso, por pequeño que sea. Incluso cuando le han preguntado quién cree que va a salir ha preferido vaciar el vaso en su probeta si podía hacerlo. Emma es la anticoncursante. No quiero ser excesivamente hiriente ni sacar las cosas de quicio, pero entiendo bien a los que dicen que se trata de un fraude.

Claro que estoy hablando de Emma al hilo de los comentarios que hacía ayer Aída, pero podíamos hacerlo extensivo a más concursantes. Su amiga Irma al menos muestra un poco su mal humor de vez en cuando, aunque se acuesta también a la hora de las gallinas. Me hizo gracia anoche verlas sentadas ante los micrófonos de la radio cuando todavía quedaban más de 20 minutos para que empezase. Se atornillaron a esos asientos para que nadie les quitase el puesto. Tienen interés en abrir el programa para poder acostarse cuanto antes. A veces cuando termina la emisión ellas ya están en brazos de Morfeo.

Ya digo que no solo es cosa de Emma. A todo esto: ¿dónde está Ivonne? ¿Sigue en la casa? De no ser porque es una de las tres extraterrestres de la prueba me costaría responder a mis propias preguntas. Ivonne ni está ni se la espera. Ella también rehúye el compromiso, aunque al menos lo hace con talento ‘cantinflesco’. Su capacidad para hablar sin decir nada puede ser una de las cosas que la hizo conectar bien con el concejal. Es algo muy normal en la política. Desde que salió Sergio Ayala, Ivonne se ha diluido como un azucarillo en el café, lo cual la hace todavía más prescindible.

Es una pena que las decisiones de la audiencia votante hayan ido quitando de en medio a concursantes que podían haber dado mucho juego, dejándonos esto lleno de restos de serie. Pienso ahora en esta recta final del concurso que afrontamos ahora con el gran Alejandro Abad, ese liante llamado Alonso Caparrós o un poco explotado Toño Sanchís y me relamo pensando lo que podría haber sido y no fue. Tiendo poco a la nostalgia, pero cuando me pilla el arrebato no levanto cabeza. Y si la levanto y veo a Emma e Irma mucho peor. Decíamos el año pasado de Rosa Benito y Raquel Bollo, pero las “viejas del visillo” de esta edición son aún peores.

Por todo esto que digo, creo que no deberíamos tener duda de darle el poder de la salvación a Aída esta noche. Será otra oportunidad de que pueda aguantar hasta el final, lo cual deseamos los que amamos este formato por encima de odios y prejuicios absurdos. A todos aquellos amigos de hablar de trampas y que ven conspiranoias por doquier les pido que revisen ediciones pasadas y me digan cuántas semanas hubo el privilegio de la inmunidad o la salvación. Desde hace varias ediciones es normal que casi cada semana lo haya, ya sea mediante el azar, para quien encontrase un objeto escondido o por decisión de la audiencia. Personalmente prefiero esta última opción, que nos da todavía más poder.

Hablaba antes de esa singular conexión de Aída con el exterior que parece hacerle adivinar lo que aquí pasa. Anoche decía: “Juro que si salgo nominada, me encantará que me salvéis”. Es como si supiera que tendremos esa opción en nuestras manos. Creo que se agarra a ese clavo ardiendo sabiendo que es su única opción de permanencia. Con peticiones como esta que hace Aída creo que se despeja la idea de que vaya a salvar a Daniela. Tampoco tengo claro que esta fuera a tener ese gesto con su amiga, aunque sería más razonable. Daniela puede pensar que ella está más fuera de peligro que Aída, pero no al contrario. Aun así, hace días que Daniela dice que teme esta expulsión. Si piensa que le puede estar rondando la expulsión no salvaría a su amiga en ningún caso. Confío en la sensatez de Aída y que se salve ella. Aunque antes tendremos que ser sensatos nosotros y tener preparada la web y la aplicación para volver a elegir bien.

Llevan apenas dos días de prueba y ya han contabilizado 5 o 6 fallos. Pueden cometer un máximo de 10 y hay prueba hasta el domingo, por lo que la cosa está francamente complicada. La compra de esta semana no parece que haya contemplado la posibilidad de tener presupuesto mínimo para la próxima, por lo que los 10 briks de leche se les quedan cortísimos. También fue Aída la que llamó a rebato ayer para hacer saltar las alarmas ante el curso que va tomando la prueba. Falta concentración y compromiso. Los “terrícolas” no solo han fallado tantas pruebas, sino que si es por algunos ni siquiera hubieran superado el resto. Ayer Elettra era incapaz de subir y bajar una escalera, dando media vuelta tanto arriba como abajo. Suerte que en lugar de repetir la acción 200 veces, como mandaba el enunciado de la prueba, lo hicieron 220, porque muchas de las de Elettra no debieron valer.

Tampoco parece acertar el “presidente” Marco tomando las decisiones desde su particular despacho oval. La escenografía de esta prueba es sensacional, pero los concursantes no están a la altura. Ayer Marco elegía a Aly para hacer unas figuras de Tangram. Lo explicó diciendo que a ella se le dan bien esas cosas de hacer puzles o similar, pero debió inventarlo. Aly se quejaba luego por haber sido elegida para eso. En su tablero de la sabiduría (eso significa Tangram) no fue capaz de componer algunas figuras realmente sencillas. Se bloqueó por completo. El hambre acecha la casa de Guadalix.

Ayer en el programa ‘Cazamariposas’ de Divinity se pudo ver un excepcional reportaje que recoge imágenes de Marco Ferri y Aylén Milla en ‘Volverías con tu ex’ (el reality chileno) y en GH VIP 5. Este gato ya lo adelantó hace muchas semanas. Ahora somos muchos más los que tenemos la misma convicción de que estamos ante dos grandes montajistas. A pesar de lo cual resulta impactante verles repetir exactamente las mismas frases, con idénticas palabras en un reality y otro. “Me quiero ir, me he arrepentido”, dijo Aylén en Guadalix. “No tendría que haber entrado nunca”, había dicho en Chile. Más exactitud hay en una frase de Marco: “Qué decepción tan grande”, dicha allá y aquí.

Lo curioso es que Aly y Gala (la Aly de Chile) también repiten frase. “Me siento utilizada” es algo que han dicho las dos. Idénticas tramas derivan en los mismos sentimientos. Ahora la pareja sigue manteniendo cierta tensión, para no defraudar a la afición. Ayer Aylén dejaba en al aire una duda sobre los amigos de Marco. “Tú estás limpio, pero ellos no”. ¿Acaso pretenden que también entre un amigo de Marco a la casa? No puedo, ‘súper’. No puedo.

Moleskine del gato

Decía Irma anoche en la radio: “Tutto nos dejó a todos una marca de cariño”. Claro, claro. Pero le faltó añadir que por eso le nominaron sin descanso.

Si esta noche sale Ivonne lo hará a tiempo para ver a Pepe Navarro con Bertín Osborne, no sé en casa de quién. Confieso que me interesa mucho más lo que diga Pepe. Y ojalá su regreso a Telecinco no fuera tan solo para una entrevista.

Esta noche tenemos una fiesta, con Jordi González a los mandos. Será una fiesta especialmente emotiva porque los concursantes tendrán algún tipo de contacto con sus seres queridos tras dos meses de encierro (exactamente 60 días). Además, tendremos una mujer fuera de la casa. Y podremos dar el poder de la salvación. Espero que se lo demos a Aída y ella lo sepa utilizar bien. Sencillamente porque ella es quien más está haciendo por este programa que amo.