Final del reformateo

telecinco.es 18/06/2013 09:03

Igual que un día me referí a Gran Hermano como una realidad formateada, entendí luego que los concursantes reformatean la realidad a su antojo respondiendo a su obligación de intentar eliminar al contrario sin tener necesidad de demostrar talento o habilidad en ninguna disciplina. Este es un concurso de exclusión, cuyo objetivo final es llegar a quedarse solo en la casa, lo cual convierte en ganador a quien lo consigue. Y en eso estamos, a horas de que llegue ese esperado momento.

Gran Hermano, por su parte, tiene la obligación de procurar servirnos un buen menú temporada tras temporada, para evitar que nos vayamos al restaurante de enfrente. No es tarea sencilla puesto que los ingredientes son siempre los mismos, o parecidos. Y aunque el éxito de un buen plato es contar con productos de buena calidad, no basta con eso. El cocinero tiene que saber innovar, lo cual debe hacer durante todo el proceso, hasta llegar a emplatar con estilo y convicción.

Obligatoriamente, el programa debe encargarse de reformatear también el formato, sin perder la esencia. Como le apuntaba Susana a Desi el otro día viendo que no sabía cómo arrancar su discurso de campaña. “Esencia”, le decía. Y le costaba entender. Esto justifica que esta temporada hayamos vivido un reformateo más, ni mejor ni peor que los anteriores. La condición de aislamiento ha pasado a tener menos importancia a cambio de provocar tramas que no surgían de otro modo. Porque, amigos, la cocina de Gran Hermano está siempre abierta y el menú de temporada puede cambiar de una semana para otra.

Reclamamos que no se pierda la esencia al tiempo que pedimos diversión. Si no nos lo dieran diríamos que no se están ganando el sueldo. El público de este programa es exigente como pocos, pero también se contenta con cualquier cosa. Basta con que huela a Gran Hermano para que nos guste. Los Starbucks de todo el mundo rocían con un spray sus locales para que todos huelan igual. No hay nada que fidelice de forma más efectiva. Algo parecido pasa con el Silver Crown de Rolls-Royce, que comenzó a caer en ventas porque su olor había cambiado y el fabricante decidió reconstruir artificialmente el aroma del modelo clásico. Es la hiperrealidad de los aromas.

En esta edición hemos tenido un programa que todavía huele a Gran Hermano, por muchos cambios que hayan ido surgiendo. Además, los ingredientes que compusieron su menú fueron mucho mejores de lo que en algunos momentos se pudo pensar. Personalmente, nunca pensé que estuviéramos ante un mal casting. Ahora que solo quedan cuatro personas en la casa, propongo el ejercicio de recordar los que se fueron quedando en el camino y compararlos en su conjunto con los de otras ediciones. El nivel no ha sido malo en absoluto.

A pesar de lo dicho, existe la sensación de que esta ha sido una edición más floja que otras, lo cual está motivado por varias circunstancias. Creo que se fue preparando el caldo de forma demasiado lenta, y cuando ya estaba suficientemente sabroso nos pilló algo cansados por la espera. Además, ha faltado un concursante que lograse enamorarnos, de esos que no aparecen siempre. En ese aspecto ha pesado mucho la edición precedente. Es habitual que tras una edición apasionante nos cueste más entregarnos, todavía colgados de la nostalgia por los tiempos pasados. Y, como todo el mundo sabe, cualquier tiempo pasado... fue anterior.

Así hemos llegado hasta hoy, con tres finalistas y uno más. La gala de esta noche comenzará con la salida del concursante menos votado, que no estará presente en la casa durante la misma, sin llegar a ser finalista del todo. No tengo ni idea de quién será ese cuarto elemento, porque lo de los porcentajes y las encuestas también ha sufrido una especie de reformateo extraño ante esta final. Los candidatos son tres concursantes que entraron el primer día (de los cuales uno pasó entremedias un par de semanas fuera) y una que lo hizo días más tarde. Ayer supimos por los porcentajes ciegos facilitados por el programa, que había un empate técnico entre dos de esos candidatos. Los datos son los siguientes: 33%, 33%, 21% y 13%.

Hacer caso de las encuestas es complicado. Según la nuestra los dos finalistas destacados serían Susana e Igor, pero no dicen eso algunas otras de medios destacados. Veamos tres ejemplos a continuación:

Vertele: Susana 35.6%, Desirée 31.7%, Igor 16.3% y Raky 16.3%

Fórmula TV: Susana 34.7%, Desirée 30.1%, Igor 18.4% y Raky 16.8%

Qué!: Desirée 32.7%, Igor 30.6%, Susana 28.2% y Raky 8.6%

De forma que según las encuestas de Vertele y Fórmula TV el empate técnico sería entre Susana y Desi. Mientras que según la encuesta de Qué! la ganadora virtual sería Desi, de un triple empate entre esta concursante, Igor y Susana. Las tres encuestas coinciden en que sería Raki quien saldría primero, no llegando a ser finalista. Busquen y comparen.

Muchos de los que ya estaban extrañados por la promoción que habla de “un ganador sorprendente” bastará con que vean estos datos para que terminen de creer que al final ganará Desi. Sinceramente, no lo creo. Pero es interesante el ejercicio comparado de encuestas, algo que hemos hecho otros años. No recuerdo que nunca antes haya existido tanta discrepancia.

Y voy ya con el último daguerrotipo de la temporada. Toca Susana.

Daguerrotipos: Susana, independientemente dependiente

Conocimos desde el primer día a una Susana inteligente, preparada, sensata y atractiva. Su carácter modesto y generoso no hacía prever que se iría a convertir en eje de muchas de las tramas protagonistas de esta edición. Siempre actuó atendiendo a sus propias decisiones, lo cual ha terminado convenciendo a una parte importante de la audiencia. Incluso a aquellos que no podíamos aprobar algunas de ellas, especialmente en lo referente a su relación con los chicos. Nadie decidía en sus relaciones, lo cual demostró sobradamente. Creo que es el primer caso de concursante que hace muchas veces lo contrario de lo que sus seguidores desean sin perder por eso su apoyo.

Esa determinación contrasta con la poca confianza en sí misma que demostró tantas veces. Ahora mismo dice que se ve tercera o cuarta, frente a un Igor que se ha visualizado en cualquiera de las situaciones posibles esta noche. Se mostró firme en sus decisiones, al tiempo que pecaba a veces de una evidente falta de amor propio. Independiente de espíritu, pero con tendencia a depender del chico elegido para estar a su lado. Con todo, no se puede decir que no haya sido fiel a sí misma en todo momento.

En las primeras semanas limitó sus relaciones al difunto DJ, dejándose contagiar del aura de tristeza permanente que le rodeaba. Durante el tiempo que estuvo unida a él, Susana también estuvo rodeando el 'barranco de la tristeza', al borde del abismo permanentemente. Su dependencia de una sola persona la aisló del resto, lo cual provocó las primeras nominaciones para ella. No pareció importarle la opinión que los demás podían tener de ella por estar haciendo lo que quería. Esta determinación contrastaba con que fuera capaz de asumir servilmente que ese concursante la podía estar utilizando, lo cual llegó a decir abiertamente. “Si te tengo que utilizar, te utilizo”, afirmaba el DJ al tiempo que señalaba lo poco importante que era al lado de lo que suponía para él su novia.

Nos preguntamos en muchos momentos cómo era capaz de aceptar un desprecio semejante, o que no rechazara de forma más tajante que quisiera imponerle un proceder en lo relativo al papelón de AnaEVa, que a los diez minutos de entrar en la casa confundió su nombre, incapaz de mantener el engaño y llevar a buen puerto la misión que le había sido encargada. Susana huye siempre que puede de la confrontación con las personas elegidas por ella para tener una relación especial. A pesar de ello, se deja condicionar muy poco, por lo cual siguió investigando y bromeando sobre esa misión fallida de forma tan escandalosa.

Me han contado que siendo pequeño el director del colegio intentaba convencerme delante de mi madre de lo bien que iba a estar allí argumentando que encontraría muchos amigos. Al parecer, mi respuesta, que le dejó bastante sorprendido, fue: “Mis amigos los elijo yo”. Con tan corta edad tenía al menos una cosa clara, algo de lo que participa Susana, según hemos podido ver en estos meses. Por eso no llegó a integrarse del todo en el grupo formado por Lorena, Noe y Argi. Tampoco cuando Lorena fue expulsada se terminó de sentir integrada por completo en ese grupo. De las tres solo simpatizaba con Argi, con quien comenzó a tener una relación más estrecha cuando las otras dos salieron de la casa, lo cual también coincidió con el abandono forzado del DJ.

Durante un mes y medio, aproximadamente, se forjó el ‘susargismo’, respondiendo en un principio más al deseo albergado entre los seguidores de ambas concursantes que a una realidad. Tal vez esta fue la única vez que Susana hacía lo que sus seguidores querían. Incluso llegó a utilizar ella misma el término ‘susargista’, introducido en la casa por la especial permeabilidad habida este año a la información procedente del exterior. Pero mientras se materializaba el deseado maridaje entre Susana y Argi, entrarían en juego los gemelos.

No solo pasaba que entraban los gemelos y Susana pasaba a ser compañera inseparable de Argi, además de ser su apoyo más importante en la casa, junto al de Igor. Al mismo tiempo, Sonia se convertía en némesis de Susana, en su más amplia acepción. La reina de los purés y las focaccias se revelaba como enemiga de Susana, lo cual pensé en muchas ocasiones si no sería por envidia. Era el espíritu libre y despreocupado de Susana frente al hipócrita y controlador de Sonia. El día y la noche.

Todo lo que pudo argumentar Sonia su inquina hacia Susana fue un punto suyo en una nominación, cuando ella la había nominado repetidas veces. A todo el que le quiso oír le contó la advertencia de su hermano el día de las llamadas de familiares y amigos sobre estrategias que podían perjudicarla, lo cual ella atribuyó sin duda ninguna a Susana y Argi, entre otras cosas gracias al papel de maravillosa correveidile desempeñado por Noe. Luego cambiaría su interpretación de ese mensaje y con idéntica seguridad se lo atribuyó a Igor. Su enemistad con este sirvió para que dejase un poco tranquila a Susana, aunque no dudó en acusarla de hacerse la víctima vendiendo en el ‘confe’ que se encontraba sola en la casa, lo cual hubiera podido decir tras la salida de Argi y pocas semanas después de la expulsión del DJ, pero resulta que era absolutamente falso. Precisamente, era Sonia quien había utilizado ese argumento. Susana nunca ha vendido pena, tampoco se ha procurado las simpatías de nadie para evitar una nominación. Por eso ella está cerca de ganar este concurso y su némesis sonriente a punto de reventar en el banco de los exconcursantes.

Porque Susana nunca se pensó dos veces decir lo que pensaba, rompiendo en bastantes ocasiones ese tedioso ambiente de La aldea del Arce que impuso la mayoría, preocupados por dar la imagen de un grupo idílico que junta las manos al grito de “un, dos, tres, catorce” antes de cada comida, porque son algo más que hermanos, son grandes hermanos. También era hermano Caín de Abel. Y Claudio del rey Hamlet, a pesar de lo cual le metió el veneno por la oreja. Te fías de un hermano hasta que te mete la daga en el intercostal.

Lo primero que celebré en Susana fue un leve enfrentamiento con Iván ‘Manero’, a quien acusó con razón de ser incoherente. Luego vino su acusación a Kristian por un ‘yoísmo’ galopante que supo detectar en seguida. Llamaba la atención porque nadie parecía atreverse a alterar esa paz ficticia y forzada. Aunque lo más interesante era que una vez ella había abierto la veda el resto permanecían en silencio sin querer significarse, evitando ponerse de un lado u otro y ocultando su opinión. En una casa de acojonados (como diría el gran Pepe Flores) había una mujer capaz de enfrentarse a quien fuera en caso de considerarlo necesario, diciendo las cosas bien claritas y a la cara.

Descubrimos así a la Susana sincera, directa y despreocupada, que no valoraba si cantar las verdades del barquero le iba a servir para salir nominada una vez tras otra. En la gran bronca que tuvo Argi con los gemelos se puso del lado de su amiga en un principio, para después decepcionar cuando terminó la noche en el baño abrazada a Gonzalo. De nuevo se quedaba colgada de un chico, esta vez uno de los gemelos. Ambos se habían disputado su favor, lo cual no resultaba extraño. Susana ‘Afrodita’, diosa del amor y la atracción, había sido elegida por el DJ para lo suyo, los gemelos habrían sido capaces de negar que llevan la misma sangre a cambio de ligar con ella, y Adrián también le tiró fichas. Diría incluso que la fijación de Kristian por nuestra ‘Afrodita’ era porque también le hacía tilín.

Argi llegó a retirar parte de su confianza en Susana, encontrando en Igor el apoyo que necesitaba todas las veces que su amiga estaba aislada con Gonzalo. De nuevo colgada de un chico, en este caso mucho menos grato para buena parte de la audiencia. De nada sirvió que su madre le mandase el mensaje sobre que merecía más la pena conservar a una amiga y sancionando negativamente sus últimas decisiones, refiriéndose de forma incuestionable a su relación con Gonzalo. Tampoco le hizo efecto la inyección de autoestima procurada por Mercedes Milá, que parecía intentar hacerle abrir los ojos respecto al gemelo.

Fue entonces cuando me di cuenta de que la terquedad de Susana era parte de su encanto. Con imán, personalidad y buen carácter, solo faltaba que fuera vista como un verso libre para convertirse en una concursante realmente interesante, muy por encima de la media de sus compañeros. Y así sucedió. Solo con esos mimbres podíamos comprar un cesto que venía contaminado por una manzana dudosamente comestible. El gemelo Montoya no le convenía, algo que posiblemente sabe igual que nosotros. Aún así, sospecho que pudo más en ella el mantener la coherencia y esa independencia que posiblemente aprecia más que nada.

Así las cosas, considero infundadas las sospechas de que ha mantenido dos relaciones con chicos dentro de la casa porque sabía que las ‘carpetas’ venden, como gran aficionada a Gran Hermano que es. No lo creo, entre otras cosas porque siendo así no habría elegido tan mal su primer objetivo, con novia y ningún indicio de tener ganas de romper su relación. Habiendo visto el vídeo que presentó al casting puedo confirmar que es parte de su forma de ser: enamoradiza y, posiblemente, necesitada de protección.

Pero la Susana más real y apreciable no apareció hasta la repesca de Igor. Se trató de una aparición en varios actos que le terminaron dando gran relieve y la categoría de grandísima concursante. Pocos, como ella, prefirieron no dudar de Igor hasta poder hablar con él. Ella le supo ver las costuras a Sonia y, con acierto, se decantaba por pensar que la razón estaba del otro lado. En la primera fiesta tras el regreso de Igor le afeó que se hiciera una foto con Sonia. “No entiendo nada, ¿por qué has hecho eso?”, le dijo con pasmosa firmeza. Y añadió la pregunta clave que todos estábamos deseando: “Pero, ¿tú quieres ser su amigo?”.

Luego vendría el torpe ataque de Kristian del que supo salir de forma tan brillante. “¿Desde cuándo eres tú graciosa? Si tú nunca has sido graciosa”, le dijo. Primero le contestó que no lo había sido con él, que es un zas en toda la boca claro y evidente. Pero lo remató bien cuando un Kristian herido volvía al dormitorio de las nubes y le preguntaba por qué seguía llevando la corona una vez acabada la prueba y contestaba: “Para hacer vídeos”. La risa incontenible de Desi y Álvaro terminó de dejar sobre la lona al muñeco, que no levantó cabeza hasta su expulsión. Por lo menos.

Capaz de dar buenos momentos como los descritos, mostrándose sincera y comprometida, también demostró poca valentía cuando afirmaba que no había nominado más a Sonia porque convivir con ella se le hacía más fácil que con otros, cuando todo decía que no podía ser así. Tampoco fue un plato de gusto verla acudir sumisa al dormitorio boscoso desde donde Gonzalo la llamaba como el macho dominante, en contra de su voluntad e intentando evitar que fuera contaminada por Igor o Álvaro en el otro dormitorio. Aunque al día siguiente puso un pequeño parche a este roto advirtiendo serenamente que nunca más le hiciese algo así.

Sin que casi nadie pudiera preverlo, Susana se había convertido en una de las grandes protagonistas de esta edición de Gran Hermano, destacando en muchas cosas sobre los demás y manteniendo una apreciable independencia de criterio que terminó por enamorar a buena parte de la audiencia. La Susana de las últimas semanas, desprovista del lastre que suponía para ella su relación con Gonzalo, es la mejor de estos cuatro meses largos. Alegre y desenfadada, se reconcilió con Igor, estrechó lazos con Álvaro y supo entender a Desi, con quien sospecho que no termina de congeniar, pero le hace gracia en ocasiones. Ella es uno de los nuestros, y al final ha logrado tenernos a sus pies.

Moleskine del gato

Desde ayer saben que hoy es el día. Les van a acompañar durante unas horas seguidores del programa, seleccionados a través de las webs y Appgree. Los privilegiados vivirán algunos momentos previos a la final con los tres finalistas y uno más. En el banco de exconcursantes del plató estará Argi, que no se va a perder el poder recibir como se merece a quien se lleve el maletín esta noche, aunque si al final es Desi se jodió el invento. Ella, como le pasa a este gato, espera que sea Igor o Susana, Susana o Igor. Y por si alguien piensa que no me mojo, ya he dicho quién es mi favorito entre los dos. Solo hay que saber leer entre líneas. También estarán presentes en plató mis tres ganadores favoritos de todas las ediciones: Pepe Herrero, Iván Madrazo y Pepe Flores, junto a Judit Iglesias y Javito. Por su parte, en la casa estarán los colombianos Cali & El Dandee cantando aquello de No digas nada. Y entonces no podremos evitar algunos que nos caiga una maldita lágrima.

Mañana, a estas horas que escribo, no habrá ya vida en esa casa. Habrán sido 127 días en los que vivimos en la piel de otros. Reímos, rabiamos, nos emocionamos, sufrimos, disfrutamos... Ahora toca esperar el final. Y luego, volver a aguardar hasta que se abran de nuevo las puertas de esa casa mágica. Y vuelta a empezar. Porque la esencia, amigos míos, estará por siempre allí dentro.

Esta noche tenemos una fiesta. La más grande en cuatro meses y medio. Mercedes Milá será su maestra de ceremonias y alma máter. Como debe ser. Todo tuyo, querida.

Y dejo caricatura de Desi, por el gran Javier B.V.