Fran intenta imitar a Carlos (sin éxito)

telecinco.es 16/03/2016 09:50

Desde su regreso a la casa Fran no ha tenido otro patrón de comportamiento que el de parecerse a Carlos. Ha intentado imitar no solamente su modelo de jugador sino también su estilo. Del traje azul con corbata amarilla del primer día ha pasado a vestir de sport, con camiseta blanca, tejano y cazadora chula verde caqui. Durante las semanas que estuvo fuera debió ir anotando minuciosamente aquellas cosas que han hecho protagonista a Carlos Lozano. Por eso, desde su regreso ha intentado generar un poquito de polémica en las galas. Lo de anoche, por ejemplo, fue premeditado. Días antes ya había anunciado que la iba a montar en el programa. Algunos de sus detractores dirían desde la fila cero de los reventados en plató que Fran le ha robado la escaleta a Carlos.

La mala copia de Fran llega hasta el extremo de reproducir cosas como ese “Carlos habla solo” que con innegable gracia han estado rotulando en los programas. Ya habíamos visto hablar solo en el jardín a Alejandro, pero es Fran quien más se ha encargado de replicar este comportamiento. El lunes, sin ir más lejos, se marchaba sin pedir permiso de la sala de pruebas haciendo peligrar la prueba semanal y ya fuera soltaba una larga perorata explicativa de la situación. La diferencia entre Carlos y Fran es que se nota que este no está realmente hablando solo sino que lo está haciendo a las cámaras. Se equivoca si piensa que no se nota la diferencia.

Debo reconocerle a Fran la rapidez con la que es capaz de apreciar comportamientos exitosos y su esfuerzo al imitarlos. Con eso demuestra que está atento y también cierta destreza. Si hubiera vuelto el mismo Fran del principio estaríamos acusándole de no haber aprendido nada. Al ver lo efímero de su paso por el concurso necesitaba cambiar y su decisión ha sido aplicar un modelo conocido y reconocido por la audiencia. Después de salvar cuatro veces a un Carlos nominado (probablemente mañana sea la quinta ocasión) está claro el apoyo que tiene el presentador. No hace mal Fran en disputarle ese apoyo con sus mismas armas. Pero a Fran se le ha visto el truco enseguida.

Fran el solitario, el que quiere ir de por libre y, a pesar de su unión con Alejandro, no duda en desmarcarse de él si hace falta. Fran, el que se agarra al argumento de que todos los demás son unos pelotas como leitmotiv. De nuevo imitando a Carlos. Recordemos el brote del presentador un martes, en medio de la resolución de la prueba semanal, llamando tristes a sus compañeros y criticando su falta de implicación. Fran debió interpretar que una descalificación general e indiscriminada a todos sus compañeros le ayudaría en su cruzada por ser el nuevo Carlos.

Ese discurso que repitió al irse de la sala de pruebas, hablando solo mientras daba vueltas por el jardín, es el mismo que utilizó anoche para cumplir su propósito de armar gresca en la gala. Si el lector es observador comprobará que todo es pura imitación del original. Y es en eso, precisamente en eso, en lo que se equivoca Fran. A Carlos le sale de natural, sin pensarlo previamente y de forma convencida. Fran, sin embargo, fuerza la máquina artificialmente. Es como esas coristas que levantan la pierna sin ninguna gana. Actúa de forma artificial, como probando a ver si ahora mejor. Por eso no le funciona la estrategia y se equivoca de medio a medio.

Anoche llegó el momento clave de posicionarse en contra de uno de los nominados. Toda la casa se ponía detrás de Alejandro, mientras que Fran estaba tras Raquel, aunque expresando sus dudas sobre dónde situarse. Finalmente, Fran decide ponerse a la vera de Carlos. Craso error porque no puede pretender contar con Carlos para una estrategia en las nominaciones y luego ponerse en su contra y llamarle pelota. Con eso está dinamitando los planes que con tanto esfuerzo le habían explicado el día anterior él y Alejandro. Esos planes que nos habían hecho relamernos a muchos pensando en resucitar el juego aplicando la teoría del balancín.

El mismo Fran que actuaba como cerebro de la operación hacía ayer su propio ‘nominator’ anotando previsión de nominaciones. En este caso imitaba a Pepe Herrero y, una vez más, replicando un patrón de éxito. Anoche Fran daba al traste con ese plan y acababa con nuestra esperanza de divertirnos como nunca desde hacía mucho en una gala. Carlos, traicionado por aquel que la noche anterior le había convencido para ser cómplice de una estrategia de nominaciones, decidió contar al grupo dicha estrategia.

Es el momento de recordar que a Carlos le costó entender el plan. Siempre le sucede porque es de esos concursantes que aplican el corazón y un impulso del momento a la hora de nominar. Se fía de su instinto y tiene un concepto del juego que le asemeja en eso más al 'Príncipe' Pepe Flores que a su tocayo Pepe Herrero, mucho más calculador. Carlos es de corazón, y así le gusta actuar a la hora de nominar. No obstante, terminó entendiendo y aceptando participar del plan. Dejando para el mismo jueves su formulación detallada. Solo quedaba decidir cómo repartir los votos y si hacían el paripé de enfadarse para hacer más creíbles los puntos de nominación entre ellos.

No habrá ocasión de verles simulando enfadarse porque anoche el enfado fue real. Tampoco de observar si salían los planes, lo cual comenzó a peligrar cuando ayer Dani preveía el escenario de los tres nominados del otro dormitorio y la subida de uno o varios de los del ‘taller de costura’ tras ejercer el privilegio de la salvación él y Rappel. No sabían de los planes del enemigo, pero previeron el desastre que podía generarse si todos los de su grupo nominaban en masa a Carlos, Fran y Alejandro. Tanto es así que Dani sondeaba a Laura Toti si estaba dispuesta a darle a él puntos para sumarse a la lista de nominados y salvarse a sí mismo.

El error de Fran anoche fue mayúsculo. No solo acabó con las ilusiones de muchos por ver cómo intentaban aplicar una brillante estrategia sino que también acababa con la paciencia de Carlos. Su imitador se posicionaba en contra de él y le llamaba pelota. Era incompatible esa postura con hacer estrategia alguna junto a él. En su afán imitador, Fran descalificaba a todos por pelotas. Lo hacía sin excepciones, por lo que su crítica afectaba no solo a Carlos sino también a su amigo Alejandro. Luego matizaba tímidamente diciendo que, si acaso, los menos pelotas (pero pelotas igualmente) estos últimos días habían sido Alejandro y Raquel. Nuevo torpedo en la línea de flotación de Carlos al salvar parcialmente a los otros dos nominados.

Fran tendría razón en lo del exceso de peloteo si no fuera porque él mismo ha sido días pasados un pelota de dimensiones descomunales. Recuerdo su acercamiento a Rappel, su actitud sumisa con el adivino una noche en la radio de GH VIP. Parece como si en un principio no tuviera claro volver imitando o poniendo el contrapunto a Carlos. Si debía destacar como Fran contra todos, a imitación del Carlos contra todos, o hacer por llevarse bien con el resto. Tras su tropezón inicial al no lograr sentar en el Chester a casi nadie, Fran tuvo un momento de duda. Como el pintor ante un pentimento, Fran fue cambiando su idea sobre lo que quería mostrar, y finalmente se ha hecho un monumental lío.

La respuesta de Carlos fue enérgica y entendible. No entendió que su supuesto cómplice de una estrategia en las nominaciones se convirtiera de repente en su enemigo declarado, por lo que decidió compartir dicha estrategia con el grupo. De esa forma desmontaba un plan en el que era imposible que participase y, a la vez, ponía en evidencia a Fran. Si Carlos tuviera que elegir ahora mismo a alguien para que abandone la casa ese es Fran. “No vales como concursante y me demuestras que no vales ni como persona”, decía Carlos con evidente enfado. “Falso”, “mentiroso” y “cobarde” fueron algunos de los adjetivos que dirigía a Fran, con sus correspondientes argumentos.

Durante toda la secuencia de la bronca Alejandro apoyó en todo momento a Fran. Una vez terminada, Carlos le decía a Alejandro en el jardín que estaría apoyándole y a su lado siempre que lo necesitara en el plano de lo personal, pero respecto al juego no podía estar con él. La incompatibilidad de Carlos con su imitador y la inequívoca rendición de Alejandro a Fran hacen imposible cualquier alianza en el juego. Lo que no podía adivinar Carlos es hasta qué punto le iba a traicionar Alejandro un poco más tarde. Aunque en realidad estaba traicionando a la verdad y se estaba disparando al pie.

Alejandro y Fran se quedaron hablando con el grupo un rato. En la conversación no quedaba muy bien parado Carlos, pero no fue hasta que ambos se quedaron solos con Laura Toti que Alejandro terminó de asestar la puñalada al que ha tenido siempre como un maestro. El pequeño Padawan faltaba a la verdad y jugaba muy sucio anoche. Le habíamos visto desleal en ocasiones, especialmente descuidado precisamente con sus más afines, pero nunca retorciendo la realidad como hizo esta vez para intentar dejar mal a Carlos. Atención al reformateo de la realidad que hace el míster diciendo que el plan para nominarse entre ellos poco menos que había sido idea de Carlos, quien pretendía ser salvado. “Pensaba que le salvarían a él y por eso quería hacer esa estrategia”, decía Alejandro.

Jamás hubiera pensado que sería capaz de algo así. No tanto porque perjudique a Carlos ante el grupo (Toti se lo habrá contado ya a todos o lo hará a la mayor brevedad) sino porque da paletadas definitivas cavando su propia fosa. Alejandro haciendo de enterrador de sí mismo y no logro comprender por qué. No se puede tomar a la audiencia por tonta. Vimos lo que pasó la noche anterior. Cómo intentaban convencer a Carlos con más esfuerzo que éxito. Ahora Alejandro cuenta una historia de película, que no se corresponde con la realidad ni siquiera mínimamente. Es una locura.

Alejandro con su desfachatez contando una historia disparatadamente falsa y Fran con su error al llevar la imitación de Carlos hasta el final no están perjudicando realmente al presentador. Solo se perjudican a sí mismos quedando en evidencia. Ahora sabemos que Carlos es para Fran un concursante modelo. También sabemos que la deslealtad de Alejandro no tiene límites y por su ambición es capaz de cualquier cosa. Qué manera de cargarse su concurso.

Moleskine del gato

Luego vinieron los alegatos de exconcursantes y el minuto de gloria de Rosa Benito con el pañuelo en la cabeza como buena vieja del visillo que es. No creo que ella misma se crea graciosa, y si es así debe ser la única persona en el mundo entero. “Yo soy la vieja del visillo, pero tú eres la carcoma que ha ido sacando lo peor de todos”, decía Rosa. Bien visto no le falta razón. La carcoma acaba con los muebles y es su principal amenaza. Carlos ha ido quitándose muebles de encima, por lo cual un poco carcoma sí que es. La respuesta de Carlos tampoco fue mala. “Si saco lo peor de vosotros es porque lo tenéis”, decía. Bien visto. Resulta curioso ver a Rosa hablar de machismo. La misma que decía: “Habiendo cinco mujeres en la casa es una vergüenza que la casa esté tan sucia”. La que calificó como “muy puta” la portada de la concejala en la revista ‘Interviú’.

Una vez terminado el Límite les dijeron que han superado la prueba de esta semana. Carlos estaba un poco descontento por el hecho de que no hubieran tenido en cuenta el abandono de Fran. Luego salía al jardín y hablaba con Alejandro. Fran le había acusado en medio de la bronca de conocer perfectamente los problemas familiares personales de Raquel. Sin pretenderlo demostraba lo equivocado que está Fran al decir esto: “De oídas sí sé que Raquel ha estado con... Manzanita, ¿no? O con alguien”. Confundir a Chiquetete con Manzanita es muy top.

Tuvimos porcentajes ciegos que estaban así anoche: 57,2 %, 32,1 y 10,7 %. Con respecto al domingo en hora parecida, el mayor ha bajado un poco más de dos puntos, el medio ha subido cuatro puntos y el más bajo tiene ahora casi dos puntos menos.

Tengo un último apunte en mi agenda, aunque Ángela Portero se encargó de aclarar las cosas en el Límite. Coincidieron Marta López y Belén Esteban en decir que no hemos visto emociones en Carlos, tampoco lágrimas. Sin embargo, tengo delante de mí los vídeos que amablemente me enlazaron anoche en redes sociales muchos amigos de al menos tres momentos en que Carlos se emociona e incluso llora. Uno es cuando le pusieron la canción de Operación triunfo, otro la primera vez que se salvó de la expulsión y, sobre todo, con la llamada de su novia. Por cierto, mañana habrá gala con visitas de familiares y por parte de Carlos estará Miriam Saavedra, su amada.