Laura Campos, dócil gregaria

telecinco.es 05/04/2016 08:35

- Oye, gato, que hoy te toca daguerrotipo de Laura Campos.

- Será broma, ¿no?

- No.

Con este ánimo comienzo hoy. Antes de ir a lo de Laura, que garantiza brevedad inusual, comentar algo visto en el resumen de ayer. Rappel aceptó finalmente echar las cartas para averiguar el ganador. Hizo varias tiradas, en un principio evitando que estuviera en juego su propio destino aunque pronto una de las consultas de Laura Campos fue si quedará tercera o cuarta. Teniendo en cuenta que se disputa ambos puestos con el propio Rappel está claro que no cumplió con la premisa impuesta. El truco fue que Laura se encargase de echarlas, aunque la interpretación sea siempre cosa del adivino.

En tercer lugar aparecía un hombre. Ergo, Rappel ocuparía ese lugar y Laura el cuarto. En cuanto al ganador, también aparecía un hombre. La carta más cercana a la pintada de azul. Esto dura más y terminamos aprendiendo el tarot. Si hacemos caso de esto, el orden de los cuatro finalistas que aún siguen en el juego sería Carlos Lozano, Laura Matamoros, Rappel y Laura Campos. Solo los tres primeros estarán hasta el último día en la casa, y según esto todos ellos están ahí desde el primero.

Puestos a tirar las cartas también lo hicieron para ver cuándo será la final. No salió este jueves sino unos pocos días después. Podría ser tres días. ¡Todo cuadra! Eso querría decir que el programa termina el domingo. No seré yo quien confirme o desmienta algo que oficialmente no ha sido comunicado. Pero vamos, mucho me temo que si las otras predicciones van por los mismos derroteros que esta tenemos a Rappel saliendo este jueves de la casa y será ganadora Laura Matamoros.

Si es Carlos realmente el ganador podríamos decir que Rappel acertó su última oportunidad. Las anteriores fueron fallidas, pero no puede ser todo tan perfecto. Alguna vez tendrá que equivocarse y acertar. Mi teoría es que hoy por hoy es Laura Matamoros la más votada. Mirando la evolución de los porcentajes ciegos, que repito a continuación, parece claro que los quince puntos de Alejandro antes de su abandono se han repartido entre los dos más votados, y han ido en mayor medida al segundo. Siendo así, ese sería el porcentaje de Carlos. También es verdad, que atendiendo a otras señales, Carlos tiene mucho más apoyo que su oponente.

Gala > DBT > DBT > Límite > Gala > Gala > Gala > DBT

49,5 % > 46,0 % > 47,0 % > 47,0 % > 53,4 % > 52,5 % > 53,4 % > 53,1 %

30,3 % > 33,5 % > 32,6 % > 34,8 % > 44,1 % > 45,6 % > 44,7 % > 45,3 %

16,8 % > 18,0 % > 17,8 % > 15,8 % > Abandono (Alejandro)

1,3 % > 1,0 % > 1,1 % > 1,0 % > 1,1 % > 1,1 % > 1,1 % > 0,9 %

1,1 % > 0,9 % > 0,9 % > 0,8 % > 0,8 % > 0,8 % > 0,8 % > 0,7 %

1,0 % > 0,6 % > 0,6 % > 0,6 % > 0,6 % > Expulsado (Dani)

El apoyo de Carlos quedó patente el pasado domingo en el Debate. Carlos hace una llamada al azar y habla con un seguidor que le apoya. Laura Matamoros no consigue que nadie le coja el teléfono. A Rappel le dice una señora muy diplomáticamente que no es su favorito. Todo parece indicar que se refiere a su favorito en masculino, con lo cual sería también Carlos. Finalmente, Laura Campos también contacta con una fiel seguidora de Carlos, aunque amable con ella. Hay señales más fuertes que las del tarot.

Daguerrotipo de Laura Campos

Me toca hablar de esa concursante que de aspirante a princesa del pueblo ha pasado a ser dócil gregaria entregada a hacer ganadora a su tocaya. Triste viaje el suyo. A pesar de ganar GH 12, no parece ser una persona de suerte. Si no he entendido mal lo que ella misma ha contado en la casa, invirtió el premio en preferentes de Bankia. Ahora vuelve a ser concursante, pero se incorpora cuando queda poco más de un mes. Además, su participación en Gran Hermano es posible que anule su viaje a Honduras para ser concursante de Supervivientes. Tiene firmado un precontrato, pero solo podría pasar de un reality a otro si su salida de la casa se produjese al menos dos semanas antes del comienzo del reality de aventura extrema.

Tampoco en su edición Laura tuvo mucha suerte más allá de convertirse en ganadora. Quiero decir que todos al final la fueron dando de lado. No entraré en si se puede considerar suerte que saliese de allí unida a un novio malencarado con quien mantuvo una relación autodestructiva para los dos. Pero entre el resto de sus compañeros, terminaron defendiéndola quienes menos contacto tuvieron con ella. El resto se fueron desmarcando. Incluso lo hizo Yago, finalista junto a la pareja que en algún momento habló de Laura como de una "mujer diez", pero finalmente se sintió traicionado.

Me resulta curioso que la experiencia no haya servido a Laura para entender mejor a Carlos. La he escuchado echar en cara al presentador que si ha tenido enfrentamientos con casi todos por algo será. No se acuerda ya de lo que fue su concurso hace cinco años. ¿Por qué fue ganadora Laura? Me lo pregunté en el daguerrotipo que hice entonces sobre ella y apunté algunas posibles respuestas. Decía esto: “Laura se convirtió en un reflejo de lo que muchas jóvenes y adolescentes españolas quisieran ser: una chica normal capaz de manejar su destino sin ataduras, mostrando la independencia y el coraje suficiente para interrumpir una relación de muchos años porque se ha enamorado de otro concursante dentro de la casa de Guadalix”.

No nació entonces el ‘carpeterismo’, pero sí que tuvo su momento álgido. Algunos pensamos que esto iba a acabar con el concurso, pero por suerte apareció en la siguiente edición un príncipe bailaor que nos quitó las malas ideas de la cabeza. De la explicación sobre su triunfo pergeñada en aquel momento me quedo con un concepto aparentemente poco importante. Me refiero a lo de “chica normal”. En esto no ha evolucionado nada, igual que se ha quedado enganchada a su particular lenguaje, siendo fiel a expresiones que la caracterizan. El “percal” (normalmente mal empleado), “ojete” o ese ya mítico “quetepés”.

Me llama la atención lo de chica normal porque ahora mismo lo considero un valor positivo en su caso. Al lado de su tocaya Matamoros o Rappel, Campos me parece una chica sin demasiados dobleces ni complicaciones, que carece de la maldad y el retorcimiento de los otros. Actúa de forma impulsiva sin dobles lecturas ni picardías. Es posible que la clave de todo sea que no ha tenido tiempo de dejarse arrastrar por el odio que inunda a sus compañeros de habitación. Un odio que anega y pudre todo lo que toca.

Hace días recordé algo escrito sobre Laura Campos en la crónica de la final de GH 12. Ahora considero oportuno añadir la frase siguiente para completar el análisis. Decía así: “El triunfo de Laura es, de alguna forma, el de la zafiedad, las malas maneras y la poca educación. Pero también el de la naturalidad y la ausencia de prejuicios”. Lo que viene después del “pero” es fundamental para entender lo que diferencia esta Laura de la otra, o del adivino fallón. Lástima que esa ausencia de prejuicios no haya sido acompañada del propósito de hacer su propio concurso.

Como lo he dicho por activa y por pasiva evitaré hacerme pesado. Por mucho que lo niegue, Laura Campos entró con el propósito de llevar en volandas a Laura Matamoros hasta el maletín. No ha tenido que ser cómodo el viaje de ganadora a convertirse en gregaria dócil. Pero Toti, conocida también como Yolanda gracias a Carlos y su mala cabeza, es también una superviviente. Sospecho que en ese viaje ha dejado de ser sempiterna aspirante a nueva princesa del pueblo, asumiendo que las cosas no eran tan fáciles como parecía.

Su concurso me ha parecido sospechoso cuando supe de sus planes, que ella misma contó la primera noche a Dani en la cama. Y un fraude declarado desde el momento que pidió el voto para otros concursantes, principalmente Laura Matamoros. Es una irregularidad que bastardea el concurso y perjudica seriamente su imagen. Me refiero a la imagen del programa, pero también a la de esta concursante. Para semejante viaje no hacían falta estas alforjas. Toti no debió ser nunca elegida para convertirse en concursante.

Con todo, insisto en que la veo con buenos ojos por ser una persona normal, todavía no inundada de odio e inmune al tósigo de la habitación de los pájaros. Casi se ha resistido a participar de las sesiones de aquelarre del taller de costura. Mientras estuvo Dani en la casa fue él su principal cómplice, evitando estar demasiado en contacto con la fábrica del veneno. Todo esto no disculpa a Laura por haber ensuciado el concurso pidiendo el voto para otros, pero sí la sitúa en una posición de privilegio tal que casi la prefiero como tercera finalista.

A decir verdad, y no quiero dejarme arrastrar por la nostalgia, me inquieta más que Matamoros puede ser reflejo de las adolescentes españolas de ahora que Campos lo fuera de las de hace cinco años. Entonces dije que Laura había sido una digna ganadora. Y pronosticaba que permanecería en nuestras memorias la Laura generosa y alegre en lugar de la del pito insoportable de voz, las malas maneras y la actitud caprichosa de niña consentida. Para bien o para mal su nuevo paso por la casa nos ha vuelto a recordar su voz de pito. Por lo demás, no podría decir lo mismo de Laura Matamoros si gana este VIP porque ni me parecería ganadora digna ni concibo recordar mucho más que su actitud caprichosa de niña consentida. En eso son tal para cual.

De ser la concursante que más tiempo seguido y sin interrupciones ha pasado en esa casa (144 días) ha pasado a concursante efímera que entró con la ventaja de apenas tener opción de ser nominada. También es cierto que sus posibilidades de convertirse en ganadora quedaban claramente limitadas por lo avanzado que estaba ya el concurso. No sé si es por mi cansancio, pero no me parece ver ahora en Laura la alegría que expresaban sus ojos hace cinco años. Si su paso por la casa de Guadalix ha valido para que recupere un poco esa alegría lo doy por bueno.

Moleskine del gato

Dejo calendario de quedadas para todas las aficiones, aunque sospecho que será anulada la de quien salga de la casa este jueves.

La casa permanece en silencio. Esto vale para cualquier momento que lo leas.

Como si todo estuviera dicho, solo esperan ya el final. Y así andamos.