Todos contra Laura porque le gustaría llegar a la final con Carlos

telecinco.es 22/02/2016 09:25

Este sábado se hizo Carlos con los mandos de la radio de GH VIP 4 y más de uno lamentamos que no lo hubiera hecho antes. Algo que suele ser aburrido e insustancial se convirtió en una hora interesante y reveladora, que tuvo importantes consecuencias posteriormente. Carlos solo preguntaba a sus compañeros y varios dejaron un puñado de jugosos titulares. Entrevistó a Sema, Rappel, Alejandro, Rosa y Laura. Fue precisamente esta última entrevista, realizada contra reloj, la que cayó como una bomba, generando el titular más destacado.

Carlos preguntó a todos si deseaban llegar a la final y pensaban que así sería. También con qué compañeros les gustaría estar en esa final. Esta fue la pregunta clave, que algunos consideraron tan importante. Sema dijo que querría estar en la final con Laura, Carlos, Julián y Raquel. Rappel tiró balones fuera y no quiso dar ningún nombre. “Con los que quiera el público. Me da igual”, decía Rappel, justo antes de sugerir entre líneas que si gana donará el premio. Alejandro, que no confía en ser finalista, si llegase querría hacerlo con Sema y Carlos. Rosa solo tiene claro que le gustaría estar en la final con Raquel. Laura se ve solo una semana más si se salvase este jueves, pero en caso de llegar a la final prefiere hacerlo con Carlos y con Raquel.

Eran los minutos finales de esa hora de radio, que de forma excepcional se había pasado en un suspiro. No imaginaba ninguno de los dos protagonistas de esos últimos instantes que algunas de las palabras vertidas provocarían infinidad de comentarios. Diría que comentarios y enemistades. Laura tiene ahora mejor relación con Carlos que con algunos de los que hasta ahora eran sus más afines. Con Raquel, su otra elegida para la final, discutió el pasado viernes. De Julián dice que cada vez le entiende menos y la pone nerviosa. Sin embargo, ha repetido ya en varias ocasiones que Carlos le hace gracia, aunque le haya costado pillar su humor.

Laura se aseguró que quedase una cosa clara: estaba diciendo la verdad. Se lo preguntó a Carlos y este le pidió que así lo hiciera. “¿Te digo la verdad? Pues la verdad es que (le gustaría llegar a la final) contigo y con Raquel”, respondió Laura, y la onda expansiva se hizo notar entre las cuatro paredes que cobijan el encierro de nuestros concursantes. “Todos han dicho que querían a Carlos en la final”, decía Belén, exagerando un poco, ya que ni Rappel ni Rosa dijeron tal cosa. Más críticos con la elección de Laura fueron los componentes del ‘clan del visillo’.

Raquel y Rosa intentaron que Laura diera explicaciones de por qué Carlos y no Julián, o cualquier otro. La presión hizo que Laura pergeñase una explicación creíble solamente a medias. Según explicó, prefiere llegar a la final con un rival fuerte en el juego, lo cual tiene cierta lógica. Aunque me da la impresión de que solamente pretendía con esto evitar decir lo que realmente deseaba en ese momento. Algo así como que la dejasen en paz y dejasen de pedir explicaciones por lo que dice. No tiene por qué darlas, incluso diría que hubiera ganado muchos puntos si se limita a reclamar su derecho a decir lo que le dé la real gana.

Rappel fue mucho más allá. Le afeó su respuesta y luego, como suele hacer, entró en brote en la cama contra Laura y, mucho más aún, contra Carlos. En este caso hablaba con Belén y Charlotte, que tras excluirse del grupo y limitarse a relacionarse entre ellas están dolidas porque nadie las tiene en cuenta. Pero la reacción de Rappel no se quedó ahí, sino que llegó hasta el punto de negarse a hacer una tirada de cartas a Laura. No le apetecía porque, según su interpretación, Laura no quiere llegar con él a la final y prefiere hacerlo con alguien “que te ha hecho la vida imposible todo el programa”.

No me extrañaría que, si Laura se salva, como parece que sucederá, Rappel le clavase algún que otro punto, siempre y cuando pueda nominar este jueves. No digo los tres, pero sí algún punto a modo de castigo. Estuve de acuerdo en que nominase la audiencia el pasado jueves, aunque una de las razones que hubiera podido esgrimir en contra era que nos quedábamos sin saber si Rappel iba a cumplir su anunciada nominación con tres puntos a Raquel, por una discusión no demasiado trascendente que había tenido con ella. Los enfados de Rappel son míticos, y pocas cosas hay tan divertidas como verle brotar durante mucho rato. Se va encabronando más a cada minuto, como si su propio discurso fuera añadiendo dinamita para alimentar su mecha inacabable. Una vez superado el rechazo inicial, puedo asegurar que se disfruta de la escena de brote Rappeliano como de pocas cosas.

Así es que Rappel piensa que con todo el cariño que le ha dado a Laura esta debería preferir llegar con él a la final. “Se lo toma todo a pecho”, decía Sema. En realidad, Rappel tiene a veces un extraño concepto de las relaciones humanas, comerciando afectos a cambio de favores. También castigando con retirar privilegios o regalos si se considera traicionado o simplemente ninguneado. La respuesta de “3 puntos”, habitual en Sema, convertida ya en una broma, es transformada en otra cosa por Rappel. De Javier dijo: “Que se vaya olvidando de probar mi Ferrari”. A Laura le niega una tirada de cartas al día siguiente. No es lo mismo ser justo que justiciero. Además, según lo ve este gato justo, ninguno de los dos merecía castigo alguno.

Anoche comenzó el proceso de repesca. Son candidatos los cinco expulsados, mejor dicho, eran todos candidatos hasta que minutos después de comenzar las votaciones Liz decidió retirarse. ¿Qué pantomima es esta? ¿Lo decidió en medio de la gala? ¿Quién está jugando al despiste? ¿Por qué se siguió votando por los cinco en lugar de eliminar la opción de Liz? Siempre pienso que todo tiene una explicación. Lo malo es cuando alguien se obceca en no dar explicaciones que podríamos entender todos. La sospecha de que Liz no quiere volver a la casa porque tiene comprometido un reality chileno fue disipada por ella misma anoche. Está bien, una menos.

También fue descartada anoche Lucía, la menos votada por la audiencia. Sus promesas de ir a la casa a saldar cuentas y enfrentarse a algunos concursantes son poco creíbles. Lo pudo hacer y prefirió domeñar su carácter, convirtiéndose de la noche a la mañana en una concursante dócil y sensible, amiga de todos. Eso la expulsó y la audiencia no ha perdonado todavía. Quedan Fran, Julius y Javier. En el primer avance de porcentajes de las votaciones para la repesca había un concursante destacado con el 44 % de los votos. El resto de porcentajes eran: 25 %, 24 %, 5 % y 2 %. Es de suponer que de los tres que han quedado uno es el de porcentaje mayor y los otros dos están casi empatados. Con todo, que Julius pueda tener un porcentaje tan elevado, en torno a una cuarta parte de los votos, me parece de todo punto inexplicable.

Julius no solamente ha sido un concursante autoritario, prepotente y maleducado, sino que el pasado jueves fue el único de los expulsados en oponerse a la nominación de la audiencia. Aquel que intentó vetarnos para evitar que pudiésemos nominar, enemigo declarado de la audiencia, ahora tiene a su favor uno de cada cuatro votos. Su decisión, contraria a la opinión de Fran, Lucía y Javier, partidarios todos de dar voz y voto a los espectadores, se corresponde mucho con esa personalidad dictatorial que descubrimos durante su breve estancia en la casa. Me gustaría saber quiénes son los que prefieren su regreso, aunque algo debe tener que ver el hecho de contar con el apoyo de los defensores de Laura.

¿De verdad creen los ‘lauristas’ que puede favorecer a esta concursante tener a Julius de vuelta? Ahora mismo Laura se está ganando simpatías a espuertas solo al desmarcarse de forma tan sutil como apreciable de los que hasta ahora han sido sus aliados incondicionales. El ‘clan del visillo’ no deja de ser una reducción del ‘clan de la sopa’, así en plan reducción de Pedro Ximénez, pero más modesta. Solo se ha desmarcado un poco, apartando el visillo para respirar aire fresco. Así ha ganado mucho, ¿dónde va a parar? También desde fuera se la ve mejor.

Liz se retiró dando su apoyo a Fran y pidiendo que sus votos fueran a él. Mejor hubiera sido que contasen desde el principio, teniendo en cuenta que solo se puede votar una vez, salvo apaños más o menos chuscos. Fran o Javier serían dos buenas opciones, pero no confío en el hijo de Makoke. Digamos que Fran es inteligente y valiente, mientras que su amigo anda escaso de ambas cosas. Además, Fran fue el primer expulsado. Inesperada decepción excesivamente temprana. Creo que merece volver y rematar la faena. Sea para bien o no.

Ayer se pusieron al alcance de los concursantes varios privilegios que solo dos concursantes decidieron disputar. Esta determinación extrañó y fue criticada por propios y extraños. Personalmente entiendo las razones en buena medida. En todo caso, todo tiene varias interpretaciones posibles. La interpretación crítica y estricta nos llevaría a decir que la mayoría de los concursantes siguen arrastrando esa desidia de la que les acusó el martes pasado Carlos, solo que en esta ocasión él también parece haber demostrado igual actitud. En una interpretación más laxa y comprensiva, diríamos que la competencia era desigual y uno de los privilegios fue cedido a quien más podía necesitarlo.

En este GH VIP solamente hubo inmunidad en una ocasión. La ganó Alejandro y, en realidad, le dio derecho a salvar a Javier una vez estaba nominado. El procedimiento fue parecido a las inmunidades de GH 15 y 16, consistente en correr hasta localizar un objeto. Ya entonces comentamos de la desigual competición que favorecía a Alejandro, Julián, Javier y otros concursantes, frente a Rappel o Rosa, de mayor edad y menos reprise en la carrera. Anoche la ventaja era todavía mayor, puesto que al tener que buscar un objeto se une un factor de suerte o intuición, que no existe cuando la prueba consiste en llegar al dispositivo de la prueba y pulsar en una aplicación.

Por todo lo dicho, entiendo que no quisieran competir con los que iban a ser seguros vencedores de esa prueba. No es desidia en este caso, sino puro y simple realismo. Si no quieren ver a dos concursantes disputándose un privilegio deberían idear algo en lo que no haya claros favoritos, casi insuperables. Aun así, Sema se enfadó con Alejandro por no cederle la inmunidad. ¿Por qué iba a hacerlo? Esto es un concurso, ¿se entiende esto? Con-cur-so. Hablar de falta de compañerismo o de egoísmo es una locura. ¿Quién favorece al contrincante? ¿En qué juego se ha visto tal cosa?

Lo anterior solamente tiene un par de pequeños matices. Alejandro está nominado, por lo que cabe la posibilidad de que no pueda disfrutar de la inmunidad si sale este jueves. No me parece razón para no optar al premio. ¿Y si no es expulsado? Que la llamada todos pensasen que debía hacerla Alejandro, con un hijo de corta edad y circunstancias particulares, es lo único que entiendo del reproche de Sema. Bien podría haber decidido ceder el otro privilegio a cambio de este, aunque no tengo claro si Sema hubiera pulsado en caso de llegar antes a la llamada. Respecto a la polémica sobre si las aplicaciones adquiridas llegando a cero la batería no son válidas, decir que fue un fallo del programa, al tratarse de aplicaciones que solo están activas en determinados momentos y por tiempo limitado. El ‘súper’ conminó a Alejandro a pulsar. Deberían haber estado pendientes del nivel de carga de la batería, a la que solo le faltaba un 2 %. Por tanto, creo que sobra discusión.

El tercer privilegio fue cedido claramente a Laura, que también lo disputó. Consistía en conocer los porcentajes ciegos, siendo optativo compartirlo después o no con sus compañeros. Sí lo compartió, y esa información decía que las cosas estaban así anoche: 44,2 %, 43, 2 % y 12,6 %. Los que se han llevado desde el jueves afirmando que Alejandro ya estaba sentenciado habrán agachado anoche las orejas ante la cruda realidad, que es otra bien distinta. Apuesto a que Rosa y Alejandro se disputan la salida. Una disputa también muy desigual entre un Alejandro que ha crecido muchísimo en estas últimas semanas (cada vez más sensato, sincero y leal) y una Rosa igual de prescindible que siempre. Se lo dijo Carlos en la radio el sábado: “Mucha suerte, pero si no vuelves mejor”.

Moleskine del gato

Es escuchar a Julián diciendo que él no critica ni pone motes y recordar las sesiones de corte y confección, haciendo trajes junto a Rappel y Julius. También acuden a mi memoria momentos en los que a Carlos le llamaba Sancho Panza o Pancho Villa. Pero no le gustan los motes.

Bonito ‘zasca’ le asestó el 'súper' a Julián el viernes cuando pretendía hacer la primera pregunta sobre la prueba antes de haber leído su enunciado. “No tiene sentido, no habéis leído la prueba”, dijo el ‘súper’.

Raquel dice: “Tener la cocina así teniendo cinco mujeres en una casa es una vergüenza”. Excuso decir que lo que es una vergüenza es escuchar a una mujer diciendo algo tan caduco y machista.

Y mientras sucede todo esto, Rappel continúa empeñado en leer la aureola en los pezones de Belén o Charlotte. ¡Menuda pieza está hecho Rappel!