Lo del martes

telecinco.es 12/06/2012 09:49

Protestaron porque los colaboradores que ha elegido el programa expresaran su opinión libremente, dijeron que no se habían podido expresar y piaron porque, según ellos, deberían haberles dicho las cosas a la cara (qué obsesión con lo de decir a la cara tienen). Cinco días después el programa cumple con todos sus deseos. Les llevan a Iván y Javito al apartamento, les dejan que les contesten a la cara. Pero esto tampoco les gusta. ¿Alguien entiende algo?

Voy a intentar ser generoso y pensar bien. Creo que no es por mala intención, sencillamente no llegan a más. Anoche aparecieron en el apartamento Iván y Javito, al momento llegaban Michael, David y Cristian. Este último ni siquiera saludaba. Ni un apretón de manos, ni un "buenas noches". No se puede ser más maleducado. Luego se enzarzaría con Iván en una discusión electrizante en la que el ganador de la décima edición le dejó KO. Michael y David, mientras tanto, se hacían un poco de caquita.

Sí, voy a lo de ser generoso. Lo prometo. Cuando Cristian se queja de que el pasado miércoles les llamaron tontos es por un problema de interpretación. Realmente no llega para más, su nivel de conocimiento es tan limitado que le impide entender una realidad medianamente compleja. Me refiero a una complejidad más allá de lo que es capaz de entender un niño de doce años. Su capacidad de comprensión es suficiente para seguir una conversación con Sergio, y en algunas ocasiones con esfuerzo. No hay más.

Venga, vale, hago un esfuerzo. No me estoy burlando ni intento ridiculizar al concursante. Todos somos criaturitas del señor y tenemos derecho a la vida. Incluso a participar en concursos complejos, como este, donde cuando una concursante de antiguas ediciones dice "no seáis tontos" está siendo amable con los que están mancillando ese lugar, okupas que profanan el lugar sagrado de la casa de Gran Hermano. La interpretación de Cristian a lo dicho por Ainhoa 'Croft' (¡lo que me gusta decir esto otra vez!) responde a su capacidad de entendimiento.

Ahora sí. No le culpo, por tanto. Ainhoa no les llamó tontos, así de forma ofensiva e indiscriminada. Comenzó su consejo diciendo "no seáis tontos" sin ninguna intención de ofensa. De entre los catorce habitantes que había en la casa el miércoles, solamente Cristian podía interpretarlo de esa forma. Pero insisto en la siguiente idea: no creo que tenga intención de manipular y tergiversar las palabras ajenas. Sencillamente escuchó "tontos" y respondió su instinto, igual que cuando le decimos a un perro la palabra "comida" saliva y si escucha la correa mueve el rabo contento sabiendo que saldrá a pasear. Puro instinto. Y ausencia de reflexión.

La actitud escasamente reflexiva es algo compartido por Cristian y los otros dos actores de esa escena, que anoche hicieron de convidados de piedra. Michael y David apenas intervinieron y cuando lo hicieron más bien les vimos recular. Ninguno de los tres, y tampoco la mayoría de sus otros compañeros, han entendido que todos podemos expresar nuestra opinión. Javito habló de pactos, igual que Liz u otros exconcursantes en la grada VIP. Decían lo que pensaban. Tan solo eso. ¿Cuál es el problema?

Pues el problema se resume en esta frase de Michael: "Si hay un pacto, ¿a ellos qué más les da?". A ellos, como a todos nosotros, les importa porque todos tenemos derecho a opinar. Además, les pagan por ello, algo que no debería de merecer ridiculización ninguna, sea la cantidad mayor o menor (creo que manejan cantidades mayores de las reales, además). No son capaces de entender que la opinión no es mala. El señorito Michael le recomienda a este humilde gato que salga más y haga vida social. Lo dice uno que se ha pasado tres de los últimos cuatro meses encerrado en una casa. ¿Acaso es más noble su trabajo que el mío? Me refiero al trabajo como concursante. En el de 'poli' ya sabemos que levanta España. Sí, claro, poniendo multas.

No he podido ser más generoso, lo siento. Tampoco ayuda a que visualicemos a Michael como un ser inteligente que lleve el sombrero de paja y ala corta calado hasta las cejas. Como broma vale, igual que esos tíos que se anudan la corbata a la frente a ciertas horas en las fiestas, o esas chicas con una verga saliendo de sus cabezas en las despedidas de soltera, a las que se refería Mercedes Milá hace unos días. Pero ya. Voy a poner aquí punto final a mi esfuerzo por ser generoso presuponiendo que lo de la gorra de Michael iba de coña.

Con todo, soy sincero si digo que no me parecen malas personas. Ni Michael, ni David, ni siquiera Cristian. En absoluto. Todos en nuestra casa somos los mejores (a Cristian su padre la llama "capitán", ahí lo tienes). Los tres tienen cosas maravillosas, aunque estando ahí dentro no hayamos sido capaces de ver muchas de ellas. Es nuestro error. Cada uno arrastra su mochila. Eso sí, David y Michael se envalentonaron la madrugada del miércoles y anoche mostraron su cara más pusilánime. David y Cristian, por su lado, pusieron contra las cuerdas al programa pidiendo hablar con sus familias, solo ocho días más tarde de entrar en esa casa.

Coincidían los dos en la opinión de que les habían puesto a los pies de los caballos y esperaban una mayor protección. Es decir, esperaban que se censurase a antiguos concursantes de este programa que simplemente dan su opinión. Sin embargo, anoche no escuché ninguna censura pública, en directo y en primetime. Tan solo vi a Cristian encabronado con Iván, que le estaba dando una paliza dialéctica monumental. Tanto fue así que al final se levantó a por un vaso de agua y comenzó a hacer gárgaras. Tenía que digerirlo bien.

Al límite del ridículo decía Cristian que les permiten escuchar la opinión de Iván Madrazo y compañía, pero no la de los figuras que van con un megáfono al entorno de la casa. ¿Qué argumento es ese? Pues claro que son cosas diferentes. Tras el megáfono hay voces anónimas, que con frecuencia confunden a los concursantes diciendo cosas inciertas. En la grada VIP hay exconcursantes. Y, concretamente, anoche en el apartamento estuvieron dos ganadores de Gran Hermano. Un respeto.

Sacando la vara de medir a pasear (pido a José Mota, ahora que anda en esta casa, que vuelva el tío de la vara, por lo que más quiera) estos concursantes se quejan de que se les insulta (pobre Ainhoa, no sé si será capaz de hacerles entender que no les llamó "tontos") pero ellos se deslizan con pasmosa facilidad por el camino del insulto y la ofensa gratuita. Michael lo negaba anoche, pero todos le hemos escuchado decir que escupiría en la cara de Liz. Por no volver a hablar del "gitanito" que le dedicó David a Pepe Flores y anoche pudimos ver por fin. Gracias al programa por evitar que abandonemos la fe.

Me hubiera gustado que esas imágenes hubieran sido mostradas en un momento en que estuviese Pepe Flores en plató para dejarle opinar sobre las mismas. Así hubiera sido el jueves, aunque esto es una fatalidad que será reparada en algún momento. Si hace falta, ya se lo preguntaremos aquí dentro de unos días. Lo importante es que viéramos las imágenes, porque una vez más me encontré contando algo de cierta importancia de cuya existencia se podía dudar porque no había vídeo. ¡Maldita sea!

A modo de transición, y en el convencimiento de que la música amansa a las fieras, vino luego la actuación de Luis Fonsi, artista de fama universal cuyo careto no había visto nunca. Hay que ser un auténtico figura para ir a la casa de Gran Hermano a encajar una porquería de playback y perpetrarse de auriculares de esos que llevan en los conciertos. Tan metabolizado tiene el papel de estrella de la canción que hasta se quitó el de la derecha al poco de comenzar a cantar. Quiero decir, mover los labios.

Tras ese arranque brillante, que cumplía la otra petición que este cansino (y cansado) gato hacía ayer (no me puedo quejar, fueron dos de dos), y la actuación de Fonsi (tras Fonsi sale solo Nieto, pero este es otro), vinieron las nominaciones y esas explicaciones ya casi inexistentes. Todos optaron por justificar el voto con el argumento del descarte, lo cual vale cuando quedan cuatro o cinco concursantes en la casa, pero no con once. Descarte no es nunca la elección de uno entre diez. Lo que a la audiencia le interesa conocer es por qué Ochoa elige a Sergio entre todos sus compañeros. Por descarte, vale. Pero ¿por qué?

En cualquier caso, las votaciones quedaron de este modo:

- Sergio en el buzón de María

- Alessandro en el buzón de Berta

- Verónica en el buzón de David

- Ochoa en el buzón de Sergio

- Berta en el buzón de Hugo

- Michael en el buzón de Alessandro

- Ari en el buzón de María

- Cristian en el buzón de Hugo

- David en el buzón de Berta

- María en el buzón de Sergio

- Hugo en el buzón de Berta

Obsérvese que hay dos votaciones recíprocas: Sergio a María y viceversa. Lo mismo en el caso de Berta y Hugo. Dos de los tres expulsados anoche están en esas dos pareja de nominados recíprocos. Por otro lado, el voto de Ochoa apoyó anoche el de María, una de sus mejores amigas aunque la relación entre ambas se trabó en la calle, no dentro de la casa de Gran Hermano. Ambas votaron a Sergio y ese fue su visado de salida.

Berta obtuvo tres votos y eso la puso directamente en la calle. Con dos votos estaban Sergio, María y Hugo. David tenía que elegir otros dos expulsados y quiso salvar a María. Por tanto, Berta, Sergio y Hugo se convertían en los expulsados de la noche, tras las últimas votaciones de La Re-Vuelta.

Por cierto, Cristian votó en uno de los casilleros de la parte superior. No sé cómo fuimos capaces de pensar que no llegaría. Lo hizo por Hugo, a quien ya se ha quitado de encima. Ahora falta por saber lo que pasará mañana miércoles, día de la refinal de la revuelta de los reventados. Reintrigado me encuentro desde que anoche Mercedes dejase caer dos pedazos de informaciones en clave y más codificadas que el viejo Canal Plus. Lo primero es que no dejarán nuestros dedos tranquilos. Lo segundo es sobre un ressopó, una recena que trae aromas de bizcocho y me hace pensar en Pepe Flores, pero a saber.

Esa recena fue calificada como una sorpresa y algunos interpretaron que iría tras 'La casa en directo'. Las palabras de Mercedes podían interpretarse así aunque yo pensé que se refería a después de la final. ¡Vaya lío! Supongo que puede ser el anuncio de Gran Hermano 14. Ojalá así fuera. A pesar del desgaste puedo asegurar que ya lo estoy deseando. También imagino que mañana asistiremos al apagado de las luces de la casa, liturgia clásica que no tuvimos al finalizar la última edición porque inmediatamente iban a venir estas dos semanas tan revueltas.

Porque esto no ha sido Gran Hermano aunque hayan utilizado la misma casa, el mismo plató, la misma presentadora, la misma sintonía y los concursantes de la última edición. Además, el título del programa es 'Gran Hermano 12+1 La Re-Vuelta'. Pero vamos, que no es Gran Hermano, no seáis ridículos. Más gracioso todavía es que el jueves, un día después de terminado esto, haya un programa que se llama 'Última hora'. Ánimo, Jordi González. Tú puedes con esto y mucho más.

Sobre lo de los dedos supongo que nos harán votar. ¡No me lo puedo creer! Después de tanto piar porque habían despedido al tercer guionista (la audiencia votante, que decide siempre las expulsiones y los ganadores en Gran Hermano) ahora resulta que el último día vamos a tener algo que decir. Descartado que decidamos al ganador, porque bien claro fue dicho repetidamente que lo elegirán los propios concursantes, es posible que reduzcamos esa nómina de elegibles, que anoche quedó en ocho personas. Pero habrá que esperar a mañana para saberlo.

Moleskine del gato

Unas pocas cosas tan solo. A las horas que escribo sigue siendo trending topic en Twitter (la red social más molona ahora mismo) la siguiente etiqueta: #reventados12mas1. Es uno de los temas del momento en esa red desde anoche. ¡Qué grande!

Berta hizo récord anoche. Es la única concursante en doce ediciones más uno, a las que añadiremos dos ediciones de famosos, un reencuentro y esta revuelta, que ha sido expulsada dos veces y no ha tenido entrevista en ninguna de ambas ocasiones. Al final se cumplirá que se tatúe en el brazo que tiene libre la inscripción: "¡Quiero una entrevista!". Es muy fuerte lo suyo.

Hemos abierto encuesta de favoritos para ganar La Re-Vuelta, aunque insisto en que no seremos la audiencia quienes lo decidamos. Me alegro de haberlo hecho porque el resultado es sorprendente y de un innegable interés. Más del 80 % de los votos se concentran en María y Alessandro. Digo más, María ha oscilado desde anoche entre el 60 % y el 50 %. Una ventaja amplísima si tenemos en cuenta que son ocho nombres. Con tres mil votos, nuestros lectores han decidido: María debe ganar La Re-Vuelta. Y este gato obediente tan solo desea pronunciar una palabra: amén.