No hay dos sin tres

telecinco.es 07/06/2013 09:56

Igor completó anoche su triplete con la faena menos deseada, aquella que nunca hubiera querido realizar. Pero no es él quien decide la terna, el dueto en este caso, sino que es algo en manos de la audiencia votante. La misma que expulsó en hora temprana a Lorena, Noe o Leti, lo cual debió lamentar después. Esa que parece haberse aficionado a llegar a la noche de la gala con dos concursantes concentrando nada menos que el 98 y pico por ciento de los votos. Además, uno de ellos es siempre Igor. ¿Por qué será?

La pregunta que cierra el párrafo anterior es retórica. Lo que tal vez no ha previsto esa audiencia que vota y decide es que sometiendo a Igor a tres duelos consecutivos en el corto plazo de diez días lo más fácil es que hayan conseguido hacerlo un héroe. Igor puede presumir de ser el nuevo Leónidas, y sus 300 somos nosotros. Un nuevo mito de la resistencia espartana ha nacido. Si Frank Miller no existiera habría que inventarlo.

Ya digo que a esta batalla se enfrentó Igor con desgana, lo cual no quiere decir que evitase desplegar sus encantos para convencer a una audiencia ya bastante de su parte. Al principio de la gala los porcentajes entre ambos contendientes distaban 20 puntos casi exactos. Ya era bastante más que los escasos 5 puntos que revelaban los porcentajes ciegos del debate este martes. Al final del duelo planteado una vez más en la sala de expulsiones esa distancia se había incrementado casi hasta los 30 puntos (27,6%). Kristian salió con un 63,4% de los votos, Igor se quedó con el 35,8%, y el 0,8% restante a repartir entre Nacho y Desi.

Está claro que los duelos han favorecido a Igor. Durante el primero, contra Sonia, logró darle la vuelta al marcador. Y en los otros dos la diferencia con su contendiente aumentó tras ese enfrentamiento en el que ambas partes pueden defender sus posturas tras una selección de vídeos resumiendo sus relaciones y puntos de fricción en la casa. Entre Kristian e Igor apenas existió tal fricción, lo cual hacía fácil o difícil el enfrentamiento, según cómo se mire.

En realidad, lo de anoche no fue más que el tercer episodio de una misma historia. Las circunstancias quisieron que el enfrentamiento contra Sonia, primero de la serie, fuera el plato fuerte. Lo que vino después no dejó de ser un estrambote, digamos que poco más que un trámite. En este caso, el enemigo era en realidad un amigo. Aunque no fue esa la única diferencia con los enfrentamientos anteriores. Porque Kristian demostró a la hora de la verdad una capacidad de autocrítica que no tuvieron sus predecesores.

Bien por Kristian y su escasa resistencia a la hora de reconocer que igual se ha equivocado en algunas cosas. Tal vez no acertó en ver a Igor con peores ojos de los que la razón le hubiera recomendado. Y seguro que no debió tener ciertas actitudes con Susana esta última semana. No se reconocía en lo dicho a esta compañera. Por eso debo reconocer el valor de Kristian aceptando que estuvo mal ahí. Debería ser mucho más común y habitual, pero como aquí casi nadie reconoce sus errores cuando aparece uno dispuesto a hacerlo dan ganas de hacerle la ola, aunque tampoco lo merezca.

Anoche Kristian mostró lo mejor y lo peor como entrevistado. Por un lado no le dolió en prendas reconocer sus errores, mientras que por el otro se cerraba en banda y apenas contaba nada que no supiéramos. Fue sin duda la peor entrevista de las tres posteriores a sendos duelos. Ni siquiera reaccionó cuando le decía Mercedes que debe ser duro salir expulsado la primera vez que se está expuesto a ello, más aún si es consecuencia de una recompensa y su propia cabezonería de conservar la cabellera.

Kristian ha sido un concursante cuyo protagonismo le vino sin merecimientos propios. Su papel en la gala de presentación le dejó el liderazgo del grupo en bandeja, lo cual no supo aprovechar. Posteriormente, su relación con Sonia hacía el resto, y en este caso tampoco supo destacar más que su pareja. Siempre me pareció que Sonia era lo mejor y lo peor de Kristian. Por un lado su ausencia se ha apreciado de forma notable, existiendo un ambiente de alegría en la casa que no hemos conocido mientras ella estaba dentro. Por otra parte, también es cierto lo que decía Mercedes de que tras quedarse sin pareja Kristian comenzó a cometer errores inimaginables antes.

Raki cumplió de forma póstuma con los deseos de Kristian y se esforzó en apretar la servilleta contra las escleróticas para lograr una irritación suficiente de sus ojos, como decía anoche @unaobservadora, y así poder demostrar que lloró la salida de su amigo. No se le puede reprochar nada, si le dicen “llora mi ausencia” ella va y llora. Y sin que rebosen confetis de colores de sus ojos, ni nada. En realidad, me aventuro a imaginar que la salida de Kristian ha debido de suponer un mazazo para Raki y Juan Carlos, sus principales aliados al no estar Sonia con ellos.

Según Igor, también podrían temer los del 'clan de los 100 días'. Recordemos que de los cuatro homenajeados aquella noche, con visita y regalos de exconcursantes, ya solo quedan dos. Primero se marchó Sonia y luego Kristian. Quedan Raki y Susana. La primera se salvó anoche de quedar nominada, y respecto a la segunda comparto con Igor la convicción de que no será la expulsada del próximo jueves.

Por la salida de Kristian hemos sabido que su afición por decir “lo sabía” es hereditaria. Si algún día nacen pelochitos odontólogos (o lo que quiera Dios que sea) también dirán como monitos de repetición esa especie de mantra que la madre del muñequín pronunció anoche. La familia de Kristian da buen rollo en general y en particular, aunque Joaquín ‘Pirracas’ es Triana puro, dando pasos hacia delante y hacia atrás cuando acusa de lo que no es. Me faltó la pregunta sobre la foto que nunca existió y que Joaquín inventó primero y rectificó después. Tal vez no se la hiciera Mercedes al andar más atenta en vacilarle al pavo (¿pavo he dicho?) de la primera fila a sus espaldas que en sacarle algo de jugo a esa sardina seca que le habían colgado enfrente (¡qué digo miau!).

El caso es que me hizo gracia ver a la señora madre decir que “lo sabía”, hablando de su hijo recién expulsado. También me reí, por una vez y sin que sirva de precedente, de Desi (o más bien con ella) cuando dijo sobre Igor aquello de: “O le ponéis en alto o le doy dos hostias“. Una contradicción importante que cuando Desi se refiere a Igor sea de las pocas veces que no dice la palabra “nabo”. El enfrentamiento de la noche no fue entre Kristian e Igor sino entre este último y Desi. Sospecho que esa era la intención del vasco al pinchar a Desi estos últimos días, ya fuera a cuenta de su implicación en la prueba semanal como quitándole algunas piezas de su maquillaje. Tampoco acertó eligiendo, ya que ayer reconocía que le había escondido las que no suele utilizar.

Igor quiso haberse sentado en la sala de expulsiones con Desi, pero la audiencia no. Así de simple. No me termina de hacer gracia ver a alguien llamando a sus compañeros “piara de gentuzos”. Su representante en plató, casi tan impulsivo como ella, tuvo un rifirrafe con Gonzalo fuera de cámaras por el que tuvo que abandonar el plató y luego volvió llorando. No pude escucharles porque estaba lejos (guardando las espaldas a Milá durante la entrevista), pero sospecho que si al amigo le hubieran llamado “piara de gentuzos” no habría sido feliz

Igor siguió chinchando a Desi en la gala, si bien se me vislumbra que ella estaba más afectada por haber recibido las nominaciones de los cuatro habitantes que no disfrutaron de la noche de pijamas que por otra cosa. La contraprestación por ese deseo cumplido de Desi fue que Raki, Igor, Juan Carlos y Nacho durmieran esta noche en una tienda de campaña en el jardín. Ni estos podrían entrar en la casa ni los otros tres (Desi, Susana y Álvaro) salir al exterior, por lo cual se habrían de quedar sin vertigar (aspirar y despedir el humo del tabaco, según el nuevo diccionario castellano-gran hermano). Por esta vez, Igor aparte de levantarse con la tienda de campaña también lo hará en la tienda de campaña. O sea.

Como somos todos bastante ceporros nos extraña que la recompensa sea negativa para quienes no disfrutaron del deseo, pero el Gran Hache lo dice siempre bien clarito: “La contraprestación podrá ser positiva o negativa, para todos o algunos habitantes”. Lo que viene a ser: “Haré lo que me salga del turbante”. La idea fue bastante divertida, y no lo digo porque Desi metiera un gusano que se encontraron en el pasillo de la casa en un 'tupper' y se lo hiciera llegar a los de fuera en una cesta con una jarra de agua que habían pedido. Porque resulta que ella estaba obligada a facilitarles lo que pidieran, lo cual no parecía dispuesta a hacer con mucho entusiasmo.

Curioso que los cuatro castigados anoche por culpa del deseo de Desi fueran precisamente quienes la nominasen anoche. La de Igor se la podía imaginar, no así las otras. Especialmente la de Juan Carlos y, menos aún, la de Raki. Ambos grupos nominaron por separado y con los otros pudiendo asistir a sus nominaciones a través de un plasma. Primero lo hicieron los de dentro, que dieron dos votos a Juan Carlos, dos a Nacho, y el único voto que tuvieron tanto Raki como Igor.

Estas fueron sus nominaciones detalladas:

Álvaro: Juan Carlos - Raki

Susana: Nacho - Juan Carlos

Desi: Igor - Nacho

Los de fuera tenían la ventaja de poder cuadrar los datos al conocer la decisión de sus compañeros, especialmente los últimos en nominar. Como digo, el nombre de Desi fue pronunciado por todos ellos, votos a los que se añaden dos a Susana, uno a Juan Carlos y otro a Álvaro.

Así nominaron los que durmieron al raso:

Juan Carlos: Desi - Susana

Raki: Álvaro - Desi

Nacho: Desi - Susana

Igor: Desi - Juan Carlos

Quedaron nominados Desi (4), Juan Carlos (3), Nacho y Susana (2). No andaba yo muy desencaminado cuando preveía ayer que serían cuatro los expuestos, aunque cambié a Susana por Igor. Me falló el voto de Nacho a Susana, que era una de las principales variables de mi quiniela. Estas nominaciones traerán cola en la casa, principalmente por parte de Desi. Mucho me extrañaría que dejase las cosas así, sin reprochar a Raki y Juan Carlos que la nominasen.

No creo que pase lo mismo entre Álvaro y Raki, que se nominaron mutuamente a pesar de haber pasado toda la semana juntos tocando la campana cada tres horas. Luego les vi de buen rollo, aunque desde la distancia. Ya sé que Álvaro nominó primero, pero me pareció ver en su rostro un rictus de decepción cuando Raki le daba su punto. Igual hasta lo habían medio pactado, pero vi lo que vi. El mejor momento de estas nominaciones fue cuando Álvaro daba los motivos de su voto a Juan Carlos: “Porque con él no fluye la conversación”. Me parto y me mondo. Ya te digo que no fluye, tiene más atascos que la M30 en hora punta.

Diría que entre los cuatro nominados prefiero que se marche un mueble, a pesar de la fuerte tentación de mandar a Desi para Umbrete. Pero de los 300 que han estado apoyando a nuestro Leónidas Igor en sus particulares Termópilas, hay algunos que han aportado una eficaz artillería. Me refiero a los susanistas, que anoche pedían la expulsión de Juan Carlos. También vi que era el deseo de Argi, que anoche no estuvo en plató y no sé si debo dejar de tener esperanzas incluso de cara a la final.

Moleskine del gato

Hoy mi moleskine viene cargadita, aunque no debo mentir porque en realidad anoche la tuve que cambiar por mi móvil. O sea, no estaba tuiteando todo el tiempo, sino que también tomaba notas, porque luego las cosas se me olvidan y me lo tenéis que afear con toda la razón.

Primero diré que Mercedes adelantó algo de lo que será el final de esta edición. Dijo textualmente: “La vamos a armar muy gorda”. Qué manía con la gordura, ¡me cago en ros! Mira que me extrañó no ver a Lorena protestando por lo de “gordi”. Por cierto, su afición a levantar la mano para dejar su inestimable contribución en cada gala es muy loable. Anoche fue la primera y única que pidió hablar, permaneciendo más de diez minutos con la mano levantada, como en el cole. Luego se apresuró a delatar a este gato poco feliz de salir del ostracismo poco menos que a patadas, pero no se lo tengo en cuenta y al final lo solventamos al estilo Gran Hermano, o sea “chumi-chumi” de primera y dos besos. A otra cosa. Eso sí, muy fan de la mirada de Leti cuando habla Lorena (Lore-Lore, Leti-Leti).

Volviendo a lo del fin de la edición, solo sé la fecha y sospecho que si la digo igual soy invitado amablemente a desalojar este blog ordenadamente y con la tarjeta de ‘personal externo’ en la boca. Así que guardaré silencio para siempre. O sea, hasta dentro de unos pocos días. Sobre todo lo demás no tengo ni la más remota idea, pero he de decir una cosa. El año pasado me pareció un disparate todo aquello de los expulsados que luego eran finalistas y los más uno de todos ellos.

El caso es que al final me la tuve que envainar porque fue tremendamente divertido. Por cosas como esa he aprendido a ser más cauto y confiar en el menú que nos sirven, que termina dejándome satisfecho casi siempre. Ahora bien, si no es más disparatado que el año pasado me voy a mosquear. Esto es como lo de aquellos musicales de los años treinta en Broadway, muy bien retratados en las películas coreografiadas por Busby Berkeley.

El objetivo de aquellos montajes era tener una presentación y un colofón final más espectacular que el anterior, con más plumas, más piernas (o sea, más chicas de coro) y más lujo. Cuanto más delirantemente megalómano era el espectáculo mucho mejor. En nuestro caso, con mucha más modestia, me conformo con lo de delirante, sin que hagan falta delirios de grandeza. Lo único que sabemos es que el jueves próximo quien resulte expulsado de entre los cuatro nominados no será el único que abandone la casa. Menuda intriga.

No voy a decir nada sobre lo malo de ver desde el plató una gala de Gran Hermano, pero sí diré que una de las cosas buenas es asistir a algunas pequeñas broncas que tienen lugar en las pausas o durante la emisión de algunos vídeos. Anoche vi un pequeño encontronazo entre Sonia y Mercedes del que leyendo los gestos pude ver a la primera mover los dedos como tecleando, mientras la segunda hacía el típico gesto de “hablas demasiado” (o similar).

Pero la minibronca más graciosa tuvo como protagonista también a Mercedes, en este caso con Miriam. Le advirtió Mercedes que tuviera cuidado porque le constaba que había estado hablando muy mal de ella. Lo más grande es que lo había hecho con una amiga de la presentadora. Es de ser inútiles. Eso sí que es naufragar.

Buen fin de semana a todos. O casi todos. El lunes más, si logro recuperarme.