Rubén y Alyson afrontan con naturalidad el día después

telecinco.es 26/10/2017 09:27

No sé cómo se les ocurre besarse a esas horas. Hacer cualquier cosa a las cinco de la madrugada es tener muy mala idea. Algunas operaciones policiales delicadas se hacen a esas horas porque es mucho más fácil encontrar a los malhechores dormidos. A los que hacen guardia hasta tarde ya les ha vencido el sueño, y los madrugadores todavía no han despertado. Pues bien, a este gato malhechor le pilló en sus pocas horas de sueño el beso de Rubén y Alyson. Por eso tengo que comentar en diferido, como las indemnizaciones aquellas de Cospedal. También os digo que lo único interesante del caso está en el día después, y a eso sí que estoy llegando a tiempo.

En el día después nadie ha dado demasiada importancia a lo sucedido, posiblemente porque saben que Aly se irá pronto, ya presuponen que hoy mismo. La pregunta maliciosa de Carlos en la radio da en el clavo de lo que más curiosidad puede suscitar, tanto dentro de esa casa como fuera. Preguntaba a Aly el chef si pensaba que Miriam se puede convertir en su mejor amiga. Ese es el tema, sí señor. Aly quiere hacer creer que no sabe muy bien ni quién es Miriam, pero yo no me lo termino de creer. También dijo que le había preguntado previamente a Rubén si tenía algo serio con su excompañera de encierro. Cierto es que, en el momento preciso, el alpiste borra un poco la memoria, e igual habría pasado, en cualquier caso.

Ha sido un poco la comidilla en la casa. De hecho, lo fue inmediatamente porque a pesar de las horas que eran estaba todo el mundo en pie. Maravillosos estos concursantes (nótese la mezcla de admiración y resquemor con la que digo esto). Pocos segundos después del primer morreo ya estaban diciendo: “Se están liando”. Liando poquito, hay que decir. Unos besos y casi sin apretón. Desfogue a todas luces precario e insuficiente. A pesar de todo, la naturalidad con la que lo han tratado sus compañeros y ellos mismos contrasta con infinidad de comentarios en redes sociales. El día después por aquí es más arisco. Para ciertas cosas hace mucho más frío aquí fuera.

La desapacible reacción de muchos a los más o menos inocentes besos entre Aly y Rubén tiene una traducción clara. Lo que quieren decir y no terminan de atreverse vendría a ser algo como esto: “¿Se han besado? A la pira con ellos, que los lapiden al amanecer”. La cosa va desde llamar “poco hombre” a Rubén, como ha hecho la ganadora de la última edición, al manido y no por esperable menos lamentable “zorra” dedicado a ella. Porque en estas cosas ella siempre se lleva la peor parte. Intento entender todas las reacciones del ser humano, pero confieso que esta me parece tan marciana que se escapa por completo. O tal vez sea yo el marciano, un gato del espacio interestelar al que le parece fantástico que se besen o lo que sea. Mi única pega es que no terminasen por darse el lote, ¡hombre ya!

Da una infinita pereza recordar que Aly es una mujer sin ataduras de ningún tipo y Rubén tres cuartos de lo mismo. Está clarísimo que con Miriam no tiene nada. ¡Si ni siquiera quiso despedirse de ella! Aunque luego estaba arrepentido y pidió perdón. Recordemos que cuando Laura le habló a Miriam de su chico ella contestó: “No sé de quién me estás hablando”. Obstáculo ninguno, por tanto, para que se hubieran dado el lote completo. No quisieron, y tampoco lo tuvieron fácil. En el momento que intentaron meterse juntos en la ducha el ‘súper’ les advirtió que no podían. Tal vez sea porque no han puesto una cámara y es uno de esos ángulos ciegos donde no deben estar dos concursantes evitando el ojo de Gran Hermano. Por lo que ha contado Aly, luego se cayó en la ducha y tenía una rodilla algo magullada. Creo que si entran juntos habrían terminado en el suelo los dos, con ciertos problemas para recuperar la verticalidad.

Pasando de los lamentables comentarios retrógrados en contra de dos personas que se besan, he de decir que gracias a Aly conocí bastante mejor a Rubén ayer. Sobre todo, en una conversación que tuvieron mientras él hacía un poco de limpieza en el cuarto de baño y ella preguntaba sin parar. ¿Con quién vives? ¿Qué haces? ¿Eres religioso? Esas cosas que uno pregunta cuando está conociendo al otro y por las que jamás vi a Miriam interesarse, aunque pongo un poco este comentario en cuarentena porque es sabido que en esta edición nos han faltado algunas cosas. Debo recordar que no vimos todo en las primeras dos semanas. Por mi parte, es la primera edición sin Agnes (ese fragmento del “ojo de todos” sacado de una novela del insoportablemente leve Milan Kundera) ni segundas impresiones. Me han reclamado esto último (de Agnes no se debió acordar nadie) y he evitado decir que al no poder tener las primeras preferí que tampoco hubiera segundas impresiones.

Hoy me está quedando un poco raro esto, y en lo que queda no lo voy a poder enderezar. Las reclamaciones al maestro armero, que se dice. Lo de Aly me sugiere el dicho aquel de “éramos pocos y parió la abuela”. La otra pega que le pongo, aparte de que no se dieran el lote completo, es que por culpa de esto considero casi inevitable la repesca de Miriam. Solo lo evitará que no haya repesca, lo cual nunca se sabe. Aparte de lo del beso, el resto del día fue de transición, con todos expectantes no solo ante posibles siguientes pasos entre Rubén y Aly, sino por lo que pueda pasar hoy en las nominaciones. El menú de la gala de esta noche es de los que hacen salivar de gusto.

Muchas cosas de la gala generan gran expectación. Podremos ver las imágenes del beso, que en directo casi nos perdemos. Puede ser un beso más importante que el de aquella icónica fotografía en Times Square con un marinero tomando por la cintura a una enfermera y besándola. Todo en blanco y negro. Bueno, la enfermera más bien va de blanco. Otro momentazo posible es la expulsión de Laura porque igual podemos presenciar una despedida todavía más histórica y ruidosa que la de Miriam. Después de ver los vídeos de ciertos comentarios en la casa sobre su sexualidad, Laura puede estar lanzando fuego por la boca, como un dragón. Sería un gusto verla desenmascarando a Daniel o Pilar, lo cual volvería a dejarlos estupefactos. Pero es que luego tendremos nominaciones en la privacidad de la sala de confesiones, justo en el momento que se hacía necesario, diría que imprescindible. Más de media casa ha adelantado su intención de cambiar el rumbo de sus nominaciones.

Ya sé que muchos terminarán dando sus tres puntos a Hugo, como de costumbre, pero algunos ya han avisado de que le darán dos o uno, y van a sonar nuevos nombres. Tengo contabilizados al menos 6 concursantes que han hecho hueco para dar sus tres puntos a otro concursante que no es Hugo. Tampoco Rubén ni Maico (si volviera). Por ejemplo, Miguel se los quiere dar a Yangyang. Gabaldón y Cristian se lo han prometido a Juan directamente. Para Laura parece que van a ir los de Pilar, Juan y Petra. Y tanto Mina como Carlos parece que pretenden dárselos a Petra. Varios de estos tienen decidido no nominar a Hugo, o cuando menos se lo están planteando.

A poco que salgan las cosas como digo, igual Hugo no supera los 20 puntos esta noche, lo cual será todo un logro. Tampoco debemos pensar que va a estar lejos de los puestos de cabeza, y es posible que vuelva a estar en la terna. Petra dice que no le importa Hugo, a lo que Carlos Lozano añadía: “Para no importarte no paras de hablar de él”. Lo cierto es que siguen haciéndole trajes continuamente, hablando del uruguayo como si guardase bajo su cama algún cadáver. Por otro lado, afirma Pilar que Laura le dijo: “Vas a sufrir”. Supongo que por la eventualidad de que quede nominado Juan. El artista quería que se liase una buena por la noche, pero nada de eso.

Llama la atención la capacidad precognitiva que tienen a veces los concursantes de este programa. Hace días Carlota avisaba de que iba a pedir una hora sin cámaras. De lo de los Cheetos fantasmitas y los hipopótamos de chocolate no dijo nada. Entonces Laura decía que también quería pedir a la organización una hora de esas con su novio para celebrar su cumpleaños. Se refería al cumpleaños del novio. Me hubiera parecido raro de no ser porque desde el jueves pasado sabemos que Aitor, novio de Laura, visitará esta noche la sala de los encuentros. Eso sí, será para mucho menos que una hora. Ayer también acertaba Hugo al prever que hoy podían marcharse dos concursantes. “Dos cabezas pueden volar fuera”, decía Hugo. Carlos coincidía con él en que ojalá sea así. Rubén consiguió igualmente alguna adhesión a su deseo de que quedasen todos nominados. Pues bien, lo de Hugo y Rubén también puede cumplirse hoy gracias al juego de tentaciones que les será planteado. Pero a esto le tengo reservado hoy un hueco en mi moleskine.

Parecidos razonables

Traigo hoy el parecido que me parece más evidente. Pilar es Roseanne Barr, protagonista de la serie que lleva su nombre (‘Roseanne’). Al menos la del momento de la serie, que es entre finales de los 80 y finales de los 90. Son clavaditas.

Moleskine del gato

Tenía ganas de llegar a mi moleskine, especialmente largo hoy. Esta noche les será planteado a los concursantes un juego de las tentaciones. Ayer hice conjeturas sobre lo que eso podía significar, pero ya se sabe con cierto detalle. El juego está basado en la rapidez a la hora de accionar una serie de pulsadores. Ellos decidirán si aceptan el reto y quieren participar. En caso afirmativo el ganador del juego obtendrá una recompensa muy importante: la inmunidad durante tres semanas. Pero como es un juego de tentaciones tiene una contraprestación. El resto de participantes se someterán a una votación a través de esta web y la aplicación de Gran Hermano. El menos votado será expulsado. Esa sería la posible segunda expulsión que pedían Hugo y Carlos y se nos ha venido anunciando estos días.

La propuesta me parece potente y muy interesantes sus consecuencias. Desde siempre algunos han pedido poder votar en positivo y tener la oportunidad de sacar esos muebles de la casa que no están nunca nominados. Imagine el lector que esta noche salen José María o Carlota. También sería una sorpresa ver fuera a Pilar, que sigue teniendo a cero su contador de votos en las nominaciones. Esta es nuestra ocasión. Además de serlo, también es un recurso probado sobradamente en otras ediciones de Big Brother en el mundo. En Gran Bretaña o Estados Unidos se ha hecho un juego igual o semejante, y estamos hablando de las dos ediciones (junto con la española y, quizá, la autraliana) que son referencia mundial en el universo Gran Hermano.

Los americanos han tenido hasta en su reciente edición número 19 cosas como la ‘Caja de Pandora’ (Pandora’s Box) o el ‘Juego de las tentaciones’ (Temptation Competition), que plantean retos muy parecidos a este que veremos esta noche, donde hay un privilegio para un ganador, junto a consecuencias negativas para otro u otros concursantes. En el juego de las tentaciones americano hubo una semana con parecido planteamiento. El ganador conseguía ser inmune esa semana y el último clasificado quedaba nominado. En otros casos la mecánica ha dado un premio en metálico y el intercambio de uno de los concursantes por otro nuevo o repescado, lo cual es equivalente a una expulsión. También han planteado que el concursante tentado pudiera detener cualquiera de las cuatro siguientes expulsiones (dejando esa semana sin expulsión) a cambio siempre de una contraprestación. Esta va desde la expulsión a quedar nominado, pasando por cosas tan ridículas como ir vestido toda la semana con disfraz de rana y tener que moverse siempre imitando a ese animal.

Como digo, no está planteando nuestro Gran Hermano nada que no haya sido ya probado, con un gran protagonismo incluso, en las ediciones más importantes del mundo. Me llama la atención ver a algún exconcursante agorero escandalizado por mecánicas dinamizadoras del juego como esta. Detesto a los puristas del formato. Si les hicieran caso el programa habría desaparecido hace años. Además, en las primeras ediciones españolas ya hemos asistido a nominaciones muy peculiares, diría incluso que estrafalarias. Es curioso que el ganador de Gran Hermano 7, ese que ahora pronostica la muerte del programa y parece desearlo hace tiempo, ponga el grito en el cielo ante la interesante propuesta del juego de las tentaciones.

En Gran Hermano 7 hubo una semana en la que debían nominar con 4, 3, 2 y 1 punto, sin informar a los concursantes de que la nominación de 4 puntos no sumaría en el cálculo final. Solo les dijeron que habría 3 verdades y una mentira, o algo así. Pero la nominación más sorprendente de esa edición fue aquella en la que habían hecho una prueba de relojes y solo contabilizaron las nominaciones de quienes tardasen un determinado número de segundos en llegar al ‘confe’, que entonces estaba también en el jardín. La fortuna quiso que solo Sarita de Lucas y Pepe Herrero hicieran el recorrido en el tiempo marcado, y fueron ellos quienes decidieron las nominaciones.

¿Adivina el lector lo que dijo el ganador de esa edición sobre estas curiosas y singulares mecánicas en las nominaciones? Ya se lo digo yo: nada. Ni una palabra. Chitón. O se la envainó entonces o le parecía bien. Ahora, sin embargo, es más papista que el papa y ve fatal algo que hacen los americanos en Big Brother, programa que sigue siendo líder de audiencia en el país que inventó la televisión. ¡Manda narices!

Esta noche tenemos una fiesta. Con Jorge Javier al frente y un menú irresistible. Lo vamos a gozar mucho.

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