Sobredosis de ego

telecinco.es 26/09/2017 08:28

Tengo la lección aprendida de que los amores en Gran Hermano son imprevisibles. Imposible acertar si una relación va a ser duradera o efímera. Algunas aparentemente estables han terminado siendo más cortas que las mangas de un chaleco, y otras por las que no hubiera dado un céntimo terminaron teniendo largo recorrido. Esto no quita para que deje de desconfiar en los amores de microondas, tan rápidos que no da tiempo ni a disfrutar de la fase más interesante, esa en la que se tontea en un tira y afloja que tiene tanto de interés como de desconfianza. Dicen que los amores rápidos terminan rápido. Y aunque así no fuera resultan ser incompletos, mancos y desdentados, con menos gracia que Ángel Garó en sus mejores días. No digo nada en los peores.

La desconfianza está más relacionada con el escenario de esos amores de microondas que por las prisas en cocinar ese plato. “No necesito tiempo para saber cómo eres, conocerse es el relámpago”, dice en uno de sus preciosos versos el poeta Pedro Salinas. Pero claro, cuando se cocina en público las cosas no se hacen igual que en la soledad de nuestra cocina. No se ha de aplicar esto de forma literal. Alguno de los que cocinan en Gran Hermano tienen poco pudor en hacer cosas como probar el guiso con la misma cuchara que luego vuelven a meter en la cazuela. Sin ir más lejos se lo he visto hacer a nuestro chef revolution, aspirante a ser el Dabiz Muñoz del Mediterráneo, el mismo que llama “catetos” a cocineros como Arzak. La asepsia en la cocina no es su fuerte. ¡Dios mío! ¿En qué manos están nuestras cocinas?

Volviendo al tema carpetero, que es de lo que he venido a hablar, quiero decir que desconfío de aquellos que ya están haciéndose cosquillitas al tercer día. Mucho más de los que en tan breve espacio de tiempo empiezan a mostrar una sospechosamente falsa preocupación por cómo se estará viendo fuera su no relación con otro habitante de la casa. Pero vamos a ver, si solo sois amigos no procede tal preocupación. Basta con mantener ciertas distancias lógicas y dejar pasar el tiempo. No ayuda dormir pegados, hacer continuas insinuaciones de carácter sexual y acariciar durante horas el brazo del otro hasta casi llegar a horadarlo. No somos nuevos y sabemos que algunos matan por una carpeta porque saben que eso puede ser su vacuna contra la expulsión.

El ansia de algunos por empezar a jugar al cansino juego de las carpetas contribuye a que parezca más magnificado el fenómeno de los amores de microondas. Carlota durmió una noche con Rubén, la siguiente con José María y ya se está hablando de triángulo amoroso. A ver, un poquito de sosiego que queda mucho por delante y no faltarán carpetas. No dudo de que una estará protagonizada por Carlota y ni siquiera creo que sea solo porque todos sabemos que las carpetas pueden garantizar durar en el concurso. Creo que Carlota es de esas personas que necesitan resaltar entre quienes la rodean. Posiblemente no soportaría que otra chica se adelantase e hiciera carpeta antes que ella. Debió pensar que a Rubén le faltan un par de horas de horneado, y no es cosa de la edad. José María tiene la misma edad que Carlota, pero aparenta más. Me cuadraría una relación entre ella y Maico o Hugo, pero el italiano está demasiado loco y el uruguayo ya tiene carpeta propia.

Hugo debió pensar que si su concurso va a estar ligado irremediablemente al de Miriam lo mejor es llevarse bien con ella. De ahí a hacer cosquillitas en el brazo hay un paso. Deberían actualizar ese libro con las reglas de la convivencia en la casa de Guadalix e incorporar la obligación de hacerse cosquillitas. Es todo un clásico. Las cosquillitas están magnificadas en su propia magnificencia. A Miriam, sin embargo, la veo capaz de caer rendida ante Hugo. Si me puedo creer una carpeta es esta, pero solo por la parte de ella. El roce hace el cariño, y más roce que estos no va a tener nadie. De momento algún roce han tenido, también en sentido negativo.

No me gustó nada ver a Miriam pretendiendo que Hugo acepte sus nominaciones sin rechistar. Su intención es que ella decida los nombres que ha de decir la pareja a la hora de nominar y Hugo haga de mera comparsa. Todo por el mero hecho de que él está allí gracias a ella y, por tanto, debe aceptar lo que ella decida. ¡Chitón! Hugo pretendía algo más razonable como es que cada uno eligiera un nombre y pactasen el tercero, si se ha de nominar de esa manera.

Hugo debió evitar decirle a Miriam que le mostrase el camino. “Te pido ayuda porque yo soy mal estratega”, le dijo. La primera indicación de la campeona de artes marciales fue que se separase de Maico porque ella no le traga y le iba a suponer un problema si llegaban a nominarlo. Nominar a un amigo cuesta mucho más. No, mosquita muerta no parece.

Solo Miriam y Hugo amenazan con adelantarse como carpeta oficial a la de Carlota y José María. No creo que Carlota lo permita y por eso mismo me he bajado ya de su team. Me gustó la Carlota cañera del principio, la que discutía con Maico y parecía dispuesta a ser una mujer independiente. Compro una Carlota sin ataduras, demostrando que puede hacer el concurso sola, sin depender de nadie. Me decepciona esta otra Carlota que a las primeras de cambio deja de parecer una chica peligrosa y tocapelotas para entrar en el bucle del tonteo permanente y las cosquillitas en el brazo.

El resto de carpetas apuntadas en algún momento son más improbables todavía. Yolanda parece contrariada porque Christian G. no beba los vientos por ella. Como bien le dijo Carlos, parece incapaz de asumir la idea de que no le caiga bien a todo el mundo. Y digo más, posiblemente piensa que no ha nacido nadie capaz de rechazar la idea de tener algo con ella. Creo que me explico. “Te parezco buena compañera y algo más, pero no te atreves a reconocerlo”, dice Yolanda. ¿Pero qué me estás ‘container’? No doy crédito a semejante sobredosis de ego. Aunque no ha sido la única en las últimas horas. Al principio de la pasada edición hablé de los egos desmedidos. Pues aquello era poco en comparación con esto. Háganme caso.

Salpican este texto unas imágenes con rostros de concursantes durante el alegato que hizo anoche Nerea. Observando sus expresiones podemos intuir que debió decir algo muy flipante, y así es. Pero no fue la única. Lo más llamativo fue algo que dijo con apariencia de humildad: “Tengo mucho que aprender de las personas que están conviviendo conmigo”. Obsérvese que no habla de las personas con las que convive sino de quienes conviven con ella. Solo esto da suficiente muestra de su egocentrismo. Tras esto cuento como anécdota que luego dijera cosas como “he venido aquí para ganar” o “las apariencias engañan, detrás de un físico hay una gran persona”. Ojo, que estaba haciendo un alegato para salvarse de la expulsión. Por tanto, cuando habla de una gran persona no puede estar haciendo referencia a otra cosa sino a ella misma.

Nerea remató su discurso con una frase que vuelve a mostrar su gran sencillez: “Mi participación va a ser un antes y un después de Gran Hermano Revolution”. Cuando el ‘súper’ pidió comentarios sobre Nerea se levantaron varias voces para pedir que Maico siga en la casa. Otra pista más de por dónde van a ir los tiros el jueves. Miriam tampoco se dejó el ego en el sofá cuando se levantó a dar su alegato. “Soy una persona que sabe discutir con argumentos y con un vocabulario del que estoy muy orgullosa”, dijo. Miguel la miraba con cara de “hay que fastidiarse”, por no decir algo más grueso. “Soy un personaje que pocas veces vi en un reality”, siguió diciendo Miriam. Pues igual nos hemos librado de ello.

Carlos es el justiciero de esa casa. Ante la crisis de las perchas ha impartido justicia repartiendo con su criterio y devolviendo el material sobrante a Nerea. Saldrá este jueves si no lo remedia un milagro, pero yo le hubiera puesto un monumento si le tira las perchas a la cara a Carlos. Muy lanzados los veo, tanto a Carlos y su justicia de capirote como a Christian G., que fue a decirle que ella es su principal objetivo. Veo innecesaria la explicación, pero peor llevo el hecho de que ambos fueran a hablar con Nerea estando en la cama y medio dormida. O sea, con la guardia baja. Puede ser casualidad, lo cual no quita que también sea poca valentía.

Christian G. argumenta con Nerea que él es de otra esquina. Entiendo que se refiere a la distancia abismal que les separa. Son muy distintos, lo cual no tiene por qué impedir ni dificultar la relación entre ambos. Algunos deberían aprender que las relaciones con aquellos que son diferentes pueden a menudo aportarnos mucho. Más que si solo nos relacionamos con los de nuestra esquina, por usar el símil de Christian G.

Moleskine del gato

No hablé ayer del curioso hecho de que la primera visita a la casa de un espectador para presenciar las nominaciones y ejercer el poder de la salvación va a ser una señora de 82 años que viene de Canarias. No se me ocurre mejor representación. Esta espectadora solo tenía 65 cuando nació Gran Hermano. Las cosas han cambiado mucho desde entonces, pero Margarita sigue confiando. Es una revolucionaria.

Dejo encuesta sobre la primera expulsión revolution. Nos servirá para volver a comprobar por dónde van nuestras preferencias. También para comprobar si nuestra elección hubiera coincidido con la que tomen los concursantes este jueves. No hace falta decir que esto es solo una encuesta, cuya naturaleza la hace diferente de cualquier otro tipo de votación y no tiene valor científico ninguno.

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