Vamos a pasarlo bien

telecinco.es 07/01/2015 08:37

Lo bueno que tiene ver ahora una edición VIP de Gran Hermano es que ha pasado mucho tiempo desde la última. Tanto que casi no me acuerdo. Bueno, también enfrentarse a este estreno predispuesto a pasarlo bien. A ver si logro explicarme. Siempre deseo pasarlo bien ante el estreno de una edición normal de nuestro reality preferido, pero al mismo tiempo hay unas cuantas cosas que me tienen preocupado e inquieto, lo cual hace que me olvide casi de los buenos deseos. ¿Tendrá buena audiencia? ¿Habrán acertado con el casting? ¿Será buena idea esa novedad que nos han preparado? Demasiadas preguntas para hacer caso a lo único realmente importante. En definitiva, muchas veces basta con desearlo para que suceda.

A veces digo que le doy demasiada importancia a Gran Hermano, lo cual debo asumir que no soy capaz de evitar. Por eso es una fantástica noticia que el final de las fiestas nos traigan un Gran Hermano VIP. Porque, seamos sinceros: no me preocupa lo más mínimo si han acertado o no con el casting, ni cuáles vayan a ser las medias de audiencia. Tampoco la mecánica de las nominaciones y expulsiones, ni siquiera me inquieta un poco no coincidir en favoritos con aquellos amigos y amigas que llevan años diciéndome que siempre coincidimos, y a veces pienso si no es imposible tanta casualidad. Y todo esto me es indiferente porque solo estoy pensando en que vamos a pasarlo bien.

Según vayan pasando los días observaremos a unos cuantos concursantes dándose cuenta de que no es nada fácil eso de jugar a sentirse concursantes de Gran Hermano. Porque, en definitiva, en esto consiste este formato derivado en el que los concursantes son sustituidos por famosos que simulan serlo. Al principio no se darán ni cuenta, pero cuando lleven unos días empezarán a ser conscientes de lo difícil que es esto. Personalmente les observaré con curiosidad, siempre considerando su condición de simuladores. Otra opción es verles como okupas, lo cual me sucedió cuando hicieron Gran Hermano La Revuelta, formato con el nombre del programa en su título aunque nos insistieran todo el rato que no era Gran Hermano.

Entonces creí ver fantasmas ocupando un lugar que no les corresponde, muertos vivientes profanando un lugar sagrado. Ni siquiera estaban respetando la cama de Pepe Flores. Menudo fallo. Por suerte, la casa donde habiten los VIP será notablemente distinta de la que conocimos en Gran Hermano 15, porque un mágico vendaval de hielo y nieve acabó con todo durante la última semana. Nuestros okupas habitarán una casa que solo el destino dirá si termina o no siendo realmente suya.

Tal vez me estoy precipitando porque creo que todavía no es oficial que esto empieza el domingo día 11, y no estoy seguro de los nombres que han sido confirmados o aquellos que todavía son simples rumores. No sé bien qué hago yo comentando esto tan pronto, pero cuando amablemente me preguntaron contesté siempre que empezaría tras las fiestas, y técnicamente esto es tal día como hoy. Así que no me extrañaría que al final meta la pata y diga algo inconveniente (ya puedo confirmar que sí). Estoy más o menos acostumbrado a ello.

Creo que al menos un concursante me sigue en Twitter, lo cual es un punto a su favor. Se trata de Sandro Rey, el inconmensurable y nunca bien ponderado pitoniso de las “bendiciones y buenas noches”. Me declaro fan fatal. Por el contrario, hay dos concursantes que me caen mal de inicio. Bueno, son más bien tres: Olvido Hormigos y Los Chunguitos. Lo del dúo de cantantes que comenzaron siendo un trío es una cuestión de traducción simultánea. Si me ponen subtítulos en tiempo real todo va bien, porque en caso contrario dudo mucho que vaya a enterarme de nada. En cuanto a la exconcejala, no sé si me estomaga más por sosa o por trepa.

También están los del perfil polémico, candidatos a tirarse de las extensiones en el momento menos pensado. Por ejemplo, Ylenia o Víctor Sandoval, dos divas con desigual trayectoria en la televisión. Digamos que Ylenia tiene una fama que no merece y Sandoval lleva demasiado tiempo volviendo a empezar, después de haber tenido una época más que decente en la pequeña pantalla. Apuesto a que uno de los dos protagonizará la primera bronca monumental dentro de la casa.

Y luego está Belén Esteban, princesa del pueblo destronada que tiene una oportunidad única de recuperar su trono ganando otro reality. La ventaja es que ahora nadie la podrá acusar de bailar considerablemente peor que algunos de sus rivales. Digamos que en Gran Hermano VIP la Esteban no tendría rival si no fuera porque concursa ella misma. Creo que la Esteban puede ser la principal enemiga de la Esteban, y la única responsable de que la audiencia prefiera esta vez dejarla en la cuneta, fuera de un foco que solo podrá apuntar al ganador.

Seguramente me he saltado algún concursante confirmado, no lo interpreten como una falta de consideración. Puede que entre los no mencionados se encuentre quien termine siendo mi favorito o favorita. ¿Quién lo sabe? Sobre la mecánica no sé absolutamente nada, aunque he de decir que me gustaría ver a los concursantes enfrentados desde el minuto uno. A saber cómo. Hace unos días me preguntaba un amigo por lo que le pido a este Gran Hermano VIP. Nada, le respondí. Y eso es lo bueno. No le pido nada porque lo único que me parece importante ahora mismo es algo que tengo por seguro. Solo quiero pasarlo bien y eso, amigos míos, va a suceder sin duda alguna.

Moleskine del gato

Me estoy apuntando el calendario, como los escolares cuando empieza el curso. A ver, a ver… los jueves tenemos gala, resumen diario, un canal con el directo en Internet... Y este domingo publicaré nuevo artículo dando la bienvenida al programa. ¡Lo tengo! No puede fallar nada. Después de un Gran Hermano, no hay nada como otro Gran Hermano.